Aragonès no logra ser presidente en primera votación y Junts amenaza con una investidura fallida
- No alcanza la mayoría absoluta de 68 diputados y sigue dependiendo de Junts para una mayoría simple en segunda votación
- Junts se abstiene e insta al candidato de ERC a renunciar a dicha votación para alcanzar un "buen acuerdo de legislatura"
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Tal y como estaba previsto, Pere Aragonès (ERC) no ha sido investido presidente de la Generalitat este viernes en la primera votación del debate celebrado en el Parlament. El candidato no ha convencido a Junts, cuyos diputados son clave, con su propuesta de llevar un “acuerdo nacional” de amnistía y autodeterminación a la mesa de diálogo con el Estado. Así, el partido de Carles Puigdemont ha amenazado con una “investidura fallida” si Aragonès no renuncia a la segunda votación para llegar a un “buen acuerdo de legislatura” antes de volver a pedir el apoyo de la Cámara.
La previamente anunciada abstención de los 32 diputados de Junts ha sido determinante para el fracaso del candidato de ERC. Los 42 votos a favor de Esquerra y la CUP no han sido suficientes sumar mayoría absoluta (68) ante el voto en contra de los 61 diputados del PSC, los 'comunes', Vox, Cs y PP. Así, Aragonès seguirá necesitando a la formación de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, para lograr ser investido con mayoría simple en la segunda votación que se prevé el próximo martes, pero Junts no ha dado signos de que se lo vaya a poner fácil.
“De hoy al martes no vamos a tener un buen acuerdo de legislatura (...) los desencuentros no podemos resolverlos en tres días”, ha advertido el portavoz de Junts, Albert Batet, quien ha pedido “formalmente” a Aragonès que renuncie a la segunda votación “para no tener una investidura fallida”: “Usted tiene la oportunidad de renunciar y en 15 días ser presidente en primera votación”.
El principal escollo para Junts es la propuesta de un nuevo referéndum de Aragonès. Batet le ha pedido que “concrete” en qué va a consistir, si va a ser “diferente” al referéndum del 1-O o lo “sustituirá”, o cuántas veces hará falta “repetir ese 52%” de votos del independentismo el pasado 14F. Batet también ha instado al candidato a “aprender de la experiencia” y no “repetir los errores del pasado” y a “recuperar la lealtad y confianza mutua” -que se rompió por completo en la pasada legislatura- para “consensuar una estrategia” independentista y que ese 52% tenga “consecuencias políticas”. Y ha rechazado la vía de la mesa de diálogo con el Estado porque solo ha servido “para una foto”.
Aragonès insta a Junts a negociar "24 horas al día" antes del martes
Pero Aragonès no ha cedido a la presión y se ha mostrado contrario a sucumbir a “demoras innecesarias”. Para disipar dudas, ha asumido por completo el programa de Junts relativo al proyecto independentista y ha asegurado que “no se trata de quitar legitimidad al 1-O sino de dar una continuidad del camino”. Por último, ha instado a sus antiguos socios a llegar a un acuerdo antes de la segunda votación y se ha mostrado dispuesto a mantener reuniones “24 horas al día” si hace falta.
La CUP, por su parte, ha reivindicado su acuerdo con ERC -que implica una revisión y una cuestión de confianza en 2023- porque “hay que evitar que tome gobierno ninguna fuerza del 155”. Su líder en el Parlament, Dolors Sabater, ha llamado al independentismo a trabajar juntos “para un nuevo embate” democrático y acabar con las “batallas eternas” que restan “energías” a la población. Sabater, que ha intervenido por primera vez en el Parlament, ha pedido sin embargo a Aragonès que “no se le olvide” que el acuerdo alcanzado es “de mínimos” y no “un cheque en blanco”.
El pleno, que se ha celebrado en el Auditorio en lugar de en el Hemiciclo del Parlament dado que su ventilación y espacio son más adecuados ante la situación de la pandemia, ha comenzado con casi una hora de retraso. El motivo ha sido la discusión en la Mesa del Parlament sobre el voto delegado del diputado huido a Bélgica Lluís Puig (Junts), a quien se le ha permitido finalmente votar. Un asunto por el que Vox, Ciudadanos y el PP ya han anunciado que recurrirán al Tribunal Constitucional.
Illa acusa a Aragonès de “dividir” pero le tiende la mano en la mesa de diálogo
El primero en intervenir después de Aragonés ha sido el ganador de las elecciones, Salvador Illa (PSC), que se ha estrenado también en el Parlament con un reproche al candidato por querer “someterse a los antisistema" de la CUP para formar un gobierno que “nace de la división” y que persistirá en el “bloqueo” con un proyecto “inviable”. “No habrá solución que no pase por respetar la convivencia” y “el Estado de Derecho”, ha asegurado. Por ello, ha tendido la mano a Aragonès para ir “juntos” a la mesa de diálogo con el Gobierno central si consigue primero un “acuerdo de la mesa catalana” de partidos, pero ha advertido: “No se arrogue solo la posición de la mitad de Cataluña, porque hay muchos que defienden la independencia, pero también somos muchos los que no vemos que este sea el camino".
En su respuesta, Aragonès ha rechazado que su proyecto genere división puesto que en una votación de referéndum se expresan “todos” y ha acusado a Illa de "querer persistir en un diálogo de sordos" entre Cataluña y el Estado. "Con pandemia o sin pandemia no renunciaremos a la independencia de Cataluña, ni a la autodeterminación, ni a la amnistía, y de la misma forma que ustedes no tienen por qué renunciar a sus convicciones”, ha sentenciado.
Plantón a Vox en el debut de Garriga
Ignacio Garriga (Vox) también se ha estrenado en el Parlament, donde ha garantizado que su formación librará una "batalla frontal" contra el independentismo y la izquierda y ha insinuado que recurrirá con frecuencia sus decisiones ante Tribunal Constitucional, que tendrá que "trabajar mucho". También ha mostrado su “lealtad incondicional” al rey, quien "frenó el golpe de Estado” del 1 de octubre de 2017 con su discurso dos días más tarde.
Sin embargo, Garriga ha intervenido ante una sala más vacía que llena ya que, cuando ha llegado su turno, diputados del PSC, ERC, Junts, la CUP y los ‘comunes’ han abandonado la sala, escenificando así el decálogo que firmaron sus formaciones hace varias semanas para aislar a la “extrema derecha” en el Parlament.Y una vez ha terminado de hablar, la presidenta de la Cámara le ha reprochado que se sirviera de "discriminaciones por razón de raza" e hiciera "afirmaciones injuriosas e infundadas, lesivas, que vulneran derechos fundamentales". También Aragonès y otros portavoces han afeado a Garriga sus "discursos de odio".
Los 'comunes' ofrecen una "alternativa sin puñales"
La líder de En Comú Podem, Jèssica Albiach, ha instado a Aragonès a “cambiar de opinión” y conformar un Govern junto con los ‘comunes’ y ha extendido su petición al PSC para el “diálogo” porque “hay una alternativa sin puñales y con lealtad": "Aún no está todo perdido”. En cambio, ha criticado que un Govern ERC-Junts es “más de lo mismo”, “más bloqueo” porque se trata de una “fórmula que ya ha fracasado”. Ha valorado, eso sí, algunos puntos del acuerdo con la CUP respecto a medidas económicas y sociales. Aragonès, por su parte, ha reprochado a los morados su “enrocamiento” y que “se hagan de rogar” y les ha abierto “la puerta” a “reconsiderar” su posición y den su apoyo a la investidura: “Muchas cosas de las que defienden, las compartimos”.
Carlos Carrizosa (Cs) ha criticado, por su parte, que ERC y Junts necesiten “más tiempo para repartirse cargos, chiringuitos e influencias” y ha pronosticado que Cataluña está “a una investidura de convertirse en una Comunidad fallida”. Ha comparado también el referéndum que propone Esquerra con dos películas: ‘Atrapado en el tiempo’ y ‘La historia interminable’ y ha asegurado que el independentismo no tiene el 52% de los votos, sino el “25% correspondiente a todo el censo del 14F. Aragonès ha celebrado la ironía de Carrizosa y ha reconocido haberse “reído un poquito” pero ha tildado de “farsa” su discurso y le ha preguntado cómo ha pasado de tener 36 diputados en la pasada legislatura a seis en esta. Así, le ha reclamado “humildad” y reconocer “la realidad del país”.
El líder del PPC, Alejandro Fernández, ha reconocido al inicio de su intervención que no habla “en nombre de todos los catalanes” y ha hecho gala de la “humildad debida” que le dan los tres diputados de su partido, pero ha criticado la “decadencia” de un independentismo que es “un bucle infinito que rompe todo en nombre de él”, que sabe que la independencia y la autodeterminación “no tienen ningún recorrido” pero que apela a ella para luchar por el “poder”. El candidato a la investidura, por su parte, ha reconocido la “humildad” de Fernández y su “brillante retórica”, pero le ha pedido “revisar por qué” el PP ha puesto “tan fácil” a quienes han defendido la autonomía pasarse al independentismo en Cataluña.
Aunque Aragonès no ha sido investido este viernes, podrá someterse a una segunda votación pasados dos días hábiles -el martes- para ser investido por mayoría simple. Si fracasa también esa votación, se abriría un periodo de dos meses que comenzarán el próximo viernes para un nuevo intento de investidura. De no prosperar una candidatura a 'president', se convocarán elecciones autonáticas el 26 de mayo 54 días después, ya en julio.