'Godzilla vs. Kong', una esperada revancha que ha tardado 60 años en llegar
- Una película espectacular y llena de sorpresas que apasionará a los fans de la saga
- El cuarto título del "MonsterVerse" se estrena en cines este viernes, 26 de marzo
Casi sesenta años ha tardado en llegar una de las revanchas más esperadas de la historia del cine, ya que King Kong contra Godzilla (Ishirô Honda) se estrenó en 1962. En aquella ocasión el vencedor fue King Kong, que era más popular en todo el mundo. Aunque la película sirvió para aumentar la fama internacional de Godzilla. En este nuevo encontronazo entre los dos, Godzilla vs. Kong (Adam Wingard), los creadores habían prometido que habría un claro vencedor y han cumplido su promesa. Aunque las cosas cambiarán con la aparición de un tercer monstruo de la saga original que desequilibrará las cosas (no os vamos a decir quién es, pero si tenéis curiosidad lo encontraréis en Internet).
Había mucha curiosidad por volver a ver enfrentarse a los dos monstruos gigantes más famosos de la historia del cine y os avanzamos que la película no os defraudará, porque las escenas de peleas entre ambos son espectaculares.
A su favor también juegan los homenajes a la película original, su estupendo reparto, la caracterización de los dos monstruos protagonistas y varias sorpresas que os encantarán.
Sin embargo, una vez más las tramas relacionadas con los humanos son lo más flojo de la película, especialmente la típica protagonizada por hackers adolescentes contra malvadas corporaciones. Y es que el fantástico reparto vuelve a ser el más perjudicado por el absoluto protagonismo de los efectos especiales y algunos chistes malos de esos que se lanzan en los momentos de mayor tensión.
Además, a pesar de que Kong y Godzilla destruyen todo a su paso, no veréis morir a nadie, y la única sangre que sale es verde (de algún que otro monstruo); porque la película está dirigida a un público juvenil y familiar (lo que tampoco nos parece mal, que conste)
Esta es la cuarta película del llamado "MonsterVerse" de Warner Bros, Legendary Pictures y Toho, que se inició con la apreciable Godzilla (Gareth Edwards, 2014), siguió con la maravillosa Kong: La Isla Calavera (Jordan Vogt-Roberts, 2017), y sufrió un bajón de calidad con Godzilla: Rey de los monstruos (Michael Dougherty, 2019).
Digamos que esta película es espectacular, divertida y entretenida, pero está lejos de las cotas de calidad de La Isla Calavera o de la mejor película de Godzilla del siglo XXI: Shin Godzilla (Hideaki Anno, Shinji Higuchi, 2016).
Los últimos Titanes
Cuando comienza la película, Kink Kong y Godzilla son los últimos Titanes que quedan de esos monstruos gigantescos que representan un poco a la naturaleza en su lucha contra los desvaríos y abusos del ser humano. En Godzilla contra los monstruos habíamos visto cómo el dinosaurio radioactivo había acabado con sus últimos adversarios, salvando a la humanidad y convirtiéndose en un protector de la misma. Pero en las primeras escenas Godzilla parece haber enloquecido y ataca a una empresa, destruyendo todo a su paso.
Mientras, descubrimos que la doctora Ilene Andrews (Rebecca Hall) tiene a King Kong escondido en un recinto artificial para evitar que Godzilla vaya a matarlo (estos titanes son un poco como los inmortales: solo puede quedar uno). Y cuida de una niña huérfana, Jia (Kaylee Hottle), que tiene un vínculo muy especial con el simio gigante.
Entonces aparecerá Nathan Lind (Alexander Skarsgård) que tiene un plan para devolver a King Kong a su habitat natural, que no es la Isla Calavera (como pensábamos) sino el centro de la tierra. La película también está plagada de homenajes a grandes clásicos como Viaje al centro de la tierra (Julio verne) y El mundo perdido (Arthur Conan Doyle).
El problema es que, en cuanto Kong sale de su escondite Godzilla lo perseguirá en ese empeño tan masculino de demostrar quién la tiene más grande. Aunque no todo es lo que parece y ahí es cuando empiezan a aparecer los auténticos villa nos de la película: los humanos y ese tercer monstruo que os comentábamos al principio.
Por cierto que otra de las novedadeds de la película es que no se pelean en Tokio (donde Godzilla acostumbra a pasearse) sino en Hong Kong.
Un estupendo reparto
El gran reclamo estelar de la película es la joven Millie Bobby Brown, famosa por su papel en Stranger Things y que repite su papel de joven hija de científico y amiga de Godzilla que ya interpretara en El rey de los monstruos. Pero además, la cinta tiene un estupendo reparto multiétnico y multicultural (como mandan los cánones actuales), incluyendo veteranos del MonsterVerse y recién llegados: Alexander Skaarsgard (Big Little Lies, True Blood), Rebecca Hall (Christine, El profesor Marston y Wonder Woman), Brian Tyree Henry (Joker, Spider-Man: Un nuevo universo, Shun Oguri (El tiempo contigo), Eiza González (Fast & Furious: Hobbs & Shaw), Julian Dennison (Deadpool 2), Kyle Chandler (Godzilla: Rey de los monstruos) o Demián Bichir (La monja, Los odiosos ocho).
En cuanto al director, Adam Wingard, es un especialista en el género fantástico y de terror y conocido por títulos como Death Note (2017), Blair Witch (2016), V/H/S (2012 y 2014) o la serie de televisión Outcast. Y aquí realiza un competente trabajo.
En fin, una película espectacular que da lo que promete y que nos deja con ganas de más. Porque independientemente del desenlace, lo que está claro es que Kong y Godzilla volverán muy pronto a nuestras pantallas (esperemos que a la gran pantalla).
King Kong contra Godzilla (1962)
King Kong (1931) y Godzilla (1954) son los monstruos gigantes más famosos de la historia del cine. Desde su estreno en 1931 King Kong (Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack) se ha convertido en uno de los grandes clásicos del cine de aventuras y ha dado lugar a secuelas y nuevas versiones como la olvidable de John Guillermin (1976) y la maravillosa (aunque estirada) de Peter Jackson (2005)
Y Godzilla es todo un símbolo en Japón, donde ha generado toda una saga de películas de monstruos gigantes. También triunfó en Hollywood con dos grandes superproducciones (1994 y 2014). Aunque su mejor película quizá sea Shin Godzilla (Hideaki Anno, Shinji Higuchi, 2016).
Así que ambos parecían destinados a enfrentarse. De hecho, Willis O'Brien, creador de los efectos especiales de King Kong, tenía la idea de enfrentar al simio contra una versión gigante del monstruo de Frankenstein, pero los de Toho pensaron que era mucho mejor enfrentarlo a Godzilla. Y así nació ese King Kong contra Godzilla (1962), que visto hoy en día no puede ser más ingenuo, pero que tiene su encanto.
En esa época era habitual hacer dos versiones, una para el público japonés y otra para el norteamericano, y existía una leyenda que decía que King Kong contra Godzilla, tenía dos finales distintos: uno para el público japonés (en el que triunfaba Godzilla) y otro para el norteamericano (con la victoria de King Kong).
Una curiosa historia que nos desmentían Juan Luis Sánchez y Luis Miguel Carmona, autores del imprescindible libro Lucha de gigantes, sobre los 'Kaijus' (monstruos gigantes japoneses): “Siempre habíamos creído que era verdad, hasta escribir este libro. Pero resulta que en las dos versiones triunfa King Kong, el monstruo yanqui. Era una época en la que Japón necesitaba de la ayuda estadounidense y yo creo que les hicieron un poco la pelota”.
Como ya os hemos comentado, en esta película sabremos ¡por fin!, quién es más fuerte... King Kong o Godzilla.