Competencias prácticas, menos memorización y autonomía de los centros: así será el nuevo currículo escolar
- La reforma curricular aspira a que el alumnado no solo aprenda conceptos, sino que sepa cómo aplicarlos en la vida diaria
- Establece un "perfil de salida", apuesta por el trabajo interdisciplinar y descarga el exceso de contenidos
El Ministerio de Educación ha presentado este viernes las bases sobre las que se apoya la futura reforma del currículo escolar, que tiene como principal propósito lograr que el alumnado que finalice la educación básica en España adquiera una serie de "aprendizajes esenciales" o competencias que le permitan afrontar de manera práctica los "retos" del presente. El modelo busca que los estudiantes no solo memoricen los conceptos ligados a las distintas materias, sino que sepan cómo aplicar el conocimiento en su "vida cotidiana".
Ha sido la ministra de Educación, Isabel Celaá, quien ha dado a conocer las "líneas maestras" de esa modificación curricular tras reunirse con las comunidades autónomas —competentes en educación— en un acto bautizado como “Nuevo currículo para nuevos desafíos”. En él han intervenido el profesor de Psicología de la Educación en la Universidad de Barcelona César Coll y la profesora de Educación Secundaria de Lengua y Literatura Guadalupe Jover, en representación del grupo de expertos que han participado en el diseño del borrador y de la comunidad educativa, respectivamente.
Trata de alinearse con los modelos educativos más innovadores
La ministra ha confirmado, como ya se adelantó el pasado martes, que la reforma pretende descargar la excesiva cantidad de contenidos de las leyes anteriores y que se centrará en los aprendizajes esenciales desde un "enfoque competencial" no basado en la memorización.
"Pensamos que la reforma es procedente y es sustancial. Tenemos la convicción de que es imprescindible dotar a los estudiantes de las competencias indispensables para su óptimo desarrollo económico, personal, laboral y social. España necesita ciudadanos dotados de competencias multifacéticas, interdisciplinares (..) reducir la fisura existente entre lo que el sistema educativo ofrece y lo que necesitan aprender de cara a su integración en un mundo globalizado", ha subrayado Celaá.
Esta modificación, con la que el Ministerio trata de alinearse con otros modelos educativos más innovadores que siguen en países como Finlandia, Escocia o Portugal, se plantea tras la aprobación en el Congreso de la LOMLOE o ‘ley Celaá’ el pasado mes de noviembre y empezará a implantarse en el curso 2022-2023.
Se trata de un plan inicial del ministerio dirigido por Isabel Celaá, ya que la LOMLOE permite fijar entre un 50 y 60 % de los contenidos. El resto lo determina cada comunidad autónoma y un 5 % cada centro educativo.
Un “perfil de salida” basado en los "retos" ciudadanos
El nuevo currículo, en palabras de la ministra de Educación, será "abierto y flexible", reforzará la "integración de las competencias entre las distintas materias, corregirá "debilidades" y reducirá la "complejidad" de diseños anteriores.
El "elemento nuclear" de la reforma lo constituye lo que se denomina como "perfil de salida", es decir, lo que es necesario que sepa el alumnado al final de la educación obligatoria, basándose en tres elementos que ha desgranado Coll: "Las competencias clave de la Unión Europea, los retos y desafíos que aparecen descritos por múltiples organizaciones internacionales y que forman parte de la agenda 2030 y de objetivos dearollo sotenible, y el contexto en un moento determinado del desarrollo vital de las personas".
De esa forma, según ha apuntado Celaá, el alumnado adquiriría capacidades necesarias para actuar, por ejemplo, ante problemas medioambientales, resolver problemas de forma pacífica, adaptarse a nuevos puestos de trabajo nacidos de la digitalización o distinguir entre información y opinión.
Esas competencias específicas, defiende también Coll, permitirán a los alumnos vincular los contenidos esenciales con las situaciones y "preocupaciones" a las que se enfrentan en su vida cotidiana, pero su incorporación dentro del currículo no excluye a los "saberes culturales relevantes", ha precisado.
Diferenciación entre aprendizajes "imprescindibles" y "deseables"
De lo que se trata, según el profesor de Psicología de la Educación, es de "renunciar a las visiones enciclopédicas del currículo", para lo que además se distinguirá entre lo que son "aprendizajes imprescindibles" y los "aprendizajes deseables"; los primeros son los que necesitan adquirir en ese momento porque marcarán su futuro personal y laboral, según el experto.
"La propuesta es conseguir asegurar que todo el alumnado tiene garantizado el acceso a los aprendizajes imprescindibles y que todos tienen la posibilidad de acceder a una ampliación, cuanto más grande mejor, de los aprendizajes deseables", explica Coll.
Las enseñanzas mínimas requerirán el 50 % de los horarios escolares para las comunidades autónomas que tengan lengua cooficial y el 60 % para aquellas que no la tengan.
Más autonomía curricular de los centros
La tercera pieza de la reforma que prepara Educación apuesta por promover la autonomía curricular de los centros escolares, que tendrán además un tiempo del horario escolar para organizar los aprendizajes que consideren más adecuados para su alumnado.
De esa manera, podrán adoptar innovaciones pedagógicas, programas educativos, planes de trabajo, formas de organización, normas de convivencia o ampliación del calendario escolar o del horario lectivo de ámbitos, áreas o materias, en los términos que establezcan las Administraciones educativas.
Esto se propone tras constatar, ha dicho Coll, que no todos los alumnos tienen el mismo perfil, las mismas necesidades ni iguales intereses.
Menos contenidos y materias interdisciplinares
Jover ha partido de su experiencia como profesora de Educación Secundaria de Lengua y Literatura para explicar los "problemas" que los docentes ven en los currículos y los sintetiza en tres: su extensión, su fragmentación y, "en muchos casos", su indadecuación.
Respecto al primer punto, el de la extensión, lo que Jover señala es que los listados de contenidos son "interminables e inabarcables" y considera que eso dificulta su traslado a las aulas yhace que terminen prevaleciendo los que están "consagrados por la tradición escolar".
"Los profes, urgidos por estos listados interminables, cabalgamos a veces sobre los epígrafes de los programas pretendiendo que los que enseñamos es lo que los estudiantes aprenden y luego llega PISA y nos llevamos las manos a la cabeza", comenta la profesora.
Por otro lado, Jover defiende otra de las apuestas del nuevo currículo, la del trabajo interdisciplinar, porque permitirá que un mismo contenido se aborde a través de varias asignaturas o materias y favorecería, dice, el trabajo colaborativo entre el profesorado y el alumnado.
Asimismo, ha subrayado que los contenidos prescritos a menudo son "inadecuados" para el nivel de desarrollo de los estudiantes y para la realidad del mundo en el que viven. Considera que hace falta una "revisión profundísima" del currículo que promueva la inclusión escolar y eduque para los nuevos cambios y tenga una mirada ética.
Todo contribuirá, cree, a "subir el nivel de bienestar personal y de convivencia democrática" y a revertir problemas como el del abandono o el fracaso escolar.
"Por último, para que los profes podamos ser verdaderamente artífices de ese momento de concreción curricular necesitamos condiciones para hacer bien nuestro trabajo: tiempos reflexión, coordinación, diseño de esos escenarios de aprendizaje, elaboración de materiales y grupos más reducidos para sentir que podemos ocuparnos y acompañar, como merece, a niños y niñas de los que somos corresponsables", ha dicho.
Como conclusión, la ministra de Educación ha incidido en que "el cambio curricular es una misión imperativa": "Nos jugamos mucho. España tiene que ocupar posiciones de vanguardia en el proceso de cambio educativo y convertirnos en referentes, como hemos logrado en otros ámbitos. Y tenemos que hacerlo en términos de excelencia y equidad, sin dejar a nadie atrás".