La ruta del Ártico y el cabo de Buena Esperanza: las alternativas (difíciles) tras el bloqueo del Canal de Suez
- Varias compañías han comenzado a desviar sus barcos hacia cabo de Buena Esperanza
- La ruta del Ártico, propuesta por Rusia, es muy variable y depende de la meteorología
Mientras el tráfico marítimo continúa bloqueado en el Canal de Suez, varias compañías están considerando rutas alternativas e incluso las empresas navieras más fuertes ya han comenzado a desviar sus barcos. Las alternativas son escasas y costosas, e incluso complicadas.
Ocho remolcadores están trabajando para desencallar el buque portacontenedores Ever Given, uno de los más pesados y largos que hay en servicio, con 400 metros de eslora y 59 metros de manga, que encalló este martes en el Canal de Suez, debido a las malas condiciones de visibilidad y viento en la zona, en su ruta desde China hacia el puerto holandés de Rotterdam. Los trabajos para desencallar el barco podrían durar semanas, aunque la empresa nipona propietaria de la embarcación ha afirmado que espera concluirlos este sábado.
Una de las rutas consiste en atravesar el océano Índico y pasar el cabo de Buena Esperanza para después subir bordeando África hasta Europa. Ahora, Rusia también ha propuesto la ruta del Ártico como una alternativa "viable" al Canal de Suez, aunque es mucho más complicada y depende de la meteorología. Además, legalmente "los barcos necesitan unos requerimientos especiales para navegar por esas zonas", según explica a RTVE.es el capitán de la Marina Mercante, Rodrigo Tuero Sala.
Cabo de Buena Esperanza, la opción más larga
Más de 230 barcos continúan esperando en el Canal de Suez para atravesarlo, tanto en el acceso norte --en el mar Mediterráneo--, como en el acceso sur --en el mar Rojo--. Al desconocer cuánto tiempo deberán seguir anclados y pagando las tarifas por estar en el Canal de Suez, son muchas las compañías navieras que están desviando sus barcos por el cabo de Buena Esperanza.
"Lo que están haciendo casi todas las navieras es redirigir sus barcos por el cabo de Buena Esperanza. De hecho, la propia Evergreen ya ha redirigido sus barcos para atravesar el Índico y subir por África", ha explicado Tuero Sala, refiriéndose a la compañía de transporte de mercancías propietaria del buque encallado en el Canal de Suez.
Sin embargo, esta ruta es bastante más larga. Entre Singapur y Róterdam atravesando el Canal de Suez hay una distancia de 8.233 millas náuticas, un viaje que tarda en realizarse 34 días, mientras por el cabo de Buena Esperanza la distancia sería de 11.692 millas náuticas y se realiza en 43 días.
"A los días de más hay que añadirle el combustible que el barco necesita consumir para llegar a su destino, con lo que también se produce en los mercados financieros un alza en el precio del barril del petróleo, porque se espera que haya más consumo", detalla el capitán de la Marina Mercante.
Ruta del Ártico, la más complicada
Rusia ha propuesto la ruta del Ártico como una alternativa "viable" al Canal de Suez, mucho más amplia y a la que pueden acceder barcos de cualquier tamaño. Además, la empresa estatal de la energía atómica rusa, Rosatom, ha afirmado a través de su cuenta en la red social Twitter que el país cuenta con rompehielos por si alguna embarcación se queda atascada.
Para poder navegar por la ruta del Ártico los barcos deben contar con unos requerimientos especiales, algo que "no todos los mercantes cumplen", según señala Tuero Sala, quien recalca que se trata de una ruta "muy variable que está muy vinculada a la meteorología".
"Rusia tiene sus propios intereses, porque saben que si la gente va por ahí, tendrá más oferta de suministros, pero con los requerimientos legales para navegar por ahí a día de hoy, son muy pocas las compañías preparadas para desviar un barco en caliente. Además es bastante complicada", ha aseverado.
¿A quién le benefician estas rutas alternativas?
Los buques más interesados en abandonar el Canal de Suez y comenzar una nueva ruta son aquellos que no están comprometidos por un tiempo de entrega, como los petroleros, que "cargan la mercancía y navegan en lo que comúnmente se conoce en el sector como 'navegar a órdenes', ya que en función de cómo evolucione el mercado del barril de crudo, se va moviendo de un sitio a otro". "A todos esos barcos que todavía no tengan un destino de la carga asignado, les interesará cambiar de ruta", aclara.
Los principales beneficiados de que las embarcaciones elijan una de las otras alternativas son los suministradores de combustible y las empresas de servicios náuticos de los puertos por los que pasan las rutas, ya que "verán un incremento en el número de clientes, ya sea empresas de remolcadores o de suministros".