Las peluquerías piden ayuda urgente tras cerrar más de 18.000 centros: "Tuve que despedir a la mitad de la plantilla"
- El sector pide ayudas directas para paliar los efectos de la pandemia y bajar el IVA al 10 %
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Las peluquerías y salones de estética han sido un servicio esencial durante los meses más restrictivos del confinamiento por el coronavirus. Estuvieron entre los primeros negocios que abrieron al público con aforos limitados y testaron unas medidas de seguridad sanitarias que no garantizaban los dos metros de distancia recomendados. Ahora, el sector demanda ayudas directas para salvar su actividad por la caída de la facturación de más del 35 % y el cierre de casi 20.000 negocios desde marzo del año pasado.
En 2019, las peluquerías y salones de imagen en España facturaron cerca de 4.000 millones de euros. Según los datos del sector, el impacto del coronavirus ha bajado en más de un tercio de media la facturación hasta los 1.400 millones.
Además, las peluquerías y centros de estética se han quedado fuera de las ayudas aprobadas recientemente por el Gobierno para apoyar las actividades de pequeñas empresas y autónomos. Las asociaciones y patronales del sector de la imagen personal han adelantado que muchos negocios están al límite de su resistencia y habrá más cierres si no se pone remedio.
Los trabajadores y pequeños propietarios de peluquerías se han echado a la calle recientemente para denunciar su vulnerabilidad económica. Piden ayudas directas y la bajada del IVA en su servicio. Una reivindicación que arrastran desde la subida aprobada en 2012.
Un servicio esencial con un impuesto "de lujo"
"No se entiende por qué nos declararon como actividad esencial y seguimos soportando un IVA del 21 %", explica Jesús Martínez de la plataforma Alianza por la bajada del IVA al 10 %. Desde su punto de vista, el cuidado de la imagen no se ha tomado como un artículo de lujo desde el comienzo de la crisis del coronavirus por lo que "no debería estar en el tipo más alto que existe en España" para gravar el valor añadido de un bien o servicio.
En los últimos seis meses, la vuelta a un IVA reducido ha sido la principal reivindicación del sector. "Las floristerías ya han recuperado la bajada del IVA. Iba a ser provisional y aquí seguimos", lamenta Santiago, propietario de una peluquería en Huesca.
"Con lo que ahorraría en la bajada del IVA saldría otra persona contratada en mi peluquería", calcula Rebeca que regenta el negocio Peiteados en Sanxenxo. Esta peluquera entiende que un IVA elevado incrementa el precio del servicio y, por tanto, repercute en lo que paga el cliente.
Opina lo mismo Sandra, propietaria de Il Salone en Laguna de Duero, Valladolid, y que arrancó su negocio apenas un año antes del inicio del confinamiento. "Al final somos como el resto de autónomos, meros intermediarios entre el Estado y el consumidor. Si el IVA baja también lo hace el precio. Sería una oportunidad más de negocio".
Menos dinero disponible, menos clientes
La caída de la facturación del sector de la imagen personal se explica por la bajada de la clientela en general. "Un poco por miedo al contagio y porque hay menos eventos sociales, como una boda, hace que los clientes vengan con menos frecuencia que antes", ha argumentado Rebeca.
En su negocio de Sanxenxo antes eran cuatro trabajadoras en total. Ahora solo están ella y otro compañero. "En navidades noté un bajón de la facturación del 40 % que me hizo barajar cerrar en diciembre y no volver a abrir", recuerda esta peluquera que ha percibido la caída de clientes con cada restricción perimetral.
Panar es una empleada en la peluquería Draiz de Valladolid. En su caso, estima que ha tenido altibajos en la cantidad de trabajo. "A partir de mediados de enero, el bajón fue muy drástico. Los casos subían y las noticias eran alarmantes. Por cuál se notó que la gente sentía miedo y evitó acudir al salón", estima esta profesional de la imagen personal.
"Dependo mucho de cómo esté la situación de la COVID, si los casos suben, el trabajo baja muchísimo", ha añadido Panar que ha visto cómo se reducían sus horas de trabajo en alguna ocasión y que ha temido quedarse sin empleo. Además, en el salón en el que trabaja han tenido que subir los precios levemente para compensar los gastos.
“Si los casos de contagio suben, el trabajo baja muchísimo“
En el caso de Sandra no se ha visto obligada a aumentar el precio de su servicio. "Es cierto que hemos tenido que adaptarnos a las circunstancias donde el cliente debe ser consciente del gasto que supone cumplir de materia estricta con las medidas de seguridad e higiene", entiende esta pequeña propietaria. Sin embargo, reconoce que sus costes fijos son más bajos que otros salones más grandes que han tenido que echar la persiana. "En mi caso, no podía rendirme tan pronto", añade Sandra.
Los clientes, de uno en uno
Muchos negocios sí han tenido que realizar una inversión para adaptar su actividad a las necesidades de mantener los protocolos sanitarios. Hablamos de medidas como adaptar el local para cumplir las distancias mínimas entre dos clientes o la compra de EPIS u otras herramientas de protección.
Muchos negocios pequeños han podido realizar su actividad con turnos. "Sale un cliente y hasta que no desinfectamos todo, no entra el siguiente en el local", explica Panar como ejemplo. Sin embargo, un negocio de mayor superficie no se puede permitir atender a los clientes de uno en uno con la misma facilidad.
"Hay negocios con inversiones en marcha y que lo están pasando mal", explica Santiago, propietario en Huesca. En su caso, tiene el local pagado y trabaja solo. No obstante, reconoce que tiene compañeros con un alquiler elevado y, ante la caída de eventos y con los aforos reducidos, "se están asfixiando".
"Aquí nos han salvado las ayudas del ayuntamiento y poco más. Los créditos del ICO (Instituto de Crédito Oficial) hay que devolverlos y es difícil justificar que los necesitas... Por eso no entiendo cómo el Gobierno nos ha dejado fuera de las ayudas por el coronavirus" ha argumentado Santiago.
Dos PNL que reclaman la rebaja fiscal
Este martes, se ha aprobado la tramitación de dos proposiciones no de ley para volver al tipo reducido del 10 % del IVA en los servicios de peluquería, barbería y estética. Una de mano del Partido Popular y otra de Esquerra Republicana que reclaman la rebaja fiscal por separado.
Todas las formaciones presentes en el Congreso de los Diputados han votado a favor salvo los socios del Gobierno en coalición. El PSOE ha votado en contra mientras que Unidas Podemos ha optado por la abstención. "Es un paso adelante para que el objetivo se cumpla en las próximas semanas", explica en un breve comunicado la Alianza Empresarial por la Peluquería y la Estética.