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Dos años de la "Revuelta de la España vaciada"

  • En Villar del Río (Soria) se ha producido un salto demográfico: ha pasado de tener 23 habitantes a 52 en la actualidad
  • Las antiguas escuelas se han reconvertido en un aula paleontológica donde seguir las huellas de los dinosaurios

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La España vaciada sigue reclamando avances para revertir el problema demográfico

Más de cien mil personas gritando en Madrid que "¡Ya vale! ¡Ser pocos, no resta derechos!”. Los gritos, el eco de aquella contestación masiva de hace dos años en Madrid, tienen continuidad a día de hoy.

“Yo fui a Madrid, con toda la ilusión del mundo, con mi camiseta de 'Soria Ya!', con el cartel de mi pueblo, "Villar del Rio, farmacia ya!' ¿Dónde está la farmacia? Ahí y cerrada!”, protesta Eva Ayllón. Aunque puntualiza: “Entonces éramos menos, éramos solo 23 vecinos y ahora somos 52. Antes, eso sí, venía el médico tres veces por semana, ahora no viene ninguna y tenemos que llevar a nuestros abuelos a vacunarse en nuestros coches particulares”.

Dos años después de aquella macromanifestación, en Villar del Río, el pueblo que inspiró la película Bienvenido Mr. Marshall, las ilusiones siguen estancadas. Eva resume su experiencia. “Llevo un año aquí. Teletrabajando, o intentándolo. Un día dejó de funcionar internet. Un día y otro día y otro día... y tú llamas a Vodafone y te dicen que el problema es tuyo, de tu tarjeta, de tu router, resetea, enchufa... por qué? Soy una usuaria que paga sus facturas y lo único que quiero es el servicio que he contratado, nada más. Si yo viviera en una ciudad no tendría ningún problema”.

El enfado de Eva lo comparte el millar de habitantes de la comarca Tierras Altas de Soria. 49 pueblos con una densidad de población de un solo habitante por kilómetro cuadrado. Esperanza Subirán, de 86 años, tira de memoria. “En este pueblo había de todo. Había panadería, había zapatería, había herrería, carpintería, un médico que vivía aquí, el cura, la posada… había de todo y hoy no hay de nada. Y cada día hay menos, ¡una vergüenza!”, ha agregado.

Salto demográfico en los últimos años

La queja se escucha cada día. Mientras los vecinos compran el pan en los corrillos de la plaza les oímos comentar una peculiaridad reciente: “Se va quedando gente joven”, nos aclara Antonio Arroyo, cura en la comarca de Tierras Altas desde hace 42 años, “unos han cogido una explotación de vacas, otros han cogido algo de turismo rural, otros han optado por una fábrica de quesitos en San Pedro o una explotación de ganadería. Es gente relativamente joven. No en cantidad, pero yo creo que sí en calidad. Villar del Río es un pueblo donde se ha rejuvenecido algo la población en los últimos años

“La gente nos ha abierto las puertas de par en par”, dice Bea, una de los nuevos vecinos de Villar del Río donde se ha producido un salto demográfico en los últimos dos años: ha pasado de tener 23 habitantes a 52 en la actualidad. Ella es de las jóvenes que ha tenido recientemente un niño en el pueblo. El alcalde, Miguel Ángel López, lo confirma “desde hace 30 o 40 años no nacía ningún crío aquí en Villar del Río y ahora mismo hay tres personas jóvenes embarazadas. Esto va a significar que en septiembre tengamos ya diez niños para ir al cole. Entonces ya nos estamos moviendo a través del ayuntamiento para poder abrir el cole de nuevo. Del ayuntamiento de Villar del Río dependen once pueblos. Somos en total 156 vecinos y, sí, nos falta calidad de vida. Nos sobra medioambiente, en el sentido de que el que tenemos es muy bueno, hay muchos pajarillos, campo, buenas calles, pero nos faltan servicios: sanitarios, educativos, trabajo para la gente joven.”

El colegio que inaugurarán el curso que viene tendrá que ser nuevo. Las antiguas escuelas se han reconvertido en un aula paleontológica donde seguir las huellas de los dinosaurios que hace millones de años poblaron este territorio. Saurópodos que hacen reflexionar al visitante sobre la extinción de una forma de vida y sobre las dificultades de los nuevos pobladores.

A mí se me estropea el lavavajillas, por ejemplo, y solamente que venga el técnico desde Soria ya son 90 o 100 euros

Un joven hotelero del vecino pueblo de Yangüas, Rafael Presedo, nos pone un ejemplo. “A mí se me estropea el lavavajillas, por ejemplo, y solamente que venga el técnico desde Soria ya son 90 o 100 euros. Cuando yo en Madrid, Barcelona o en cualquier capital, tú llamas y lo tienes ahí y se pelean por ir. Bueno, es que aquí no quieren venir. ¡Es que tengo que suplicar que vengan!”

Vanesa García, portavoz de la coordinadora de la España Vaciada, nos hace un pequeño balance dos años después de la “Revuelta”. “Avances no hay muchos y no los va a haber mientras los poderes públicos y las administraciones no tomen conciencia del problema que es la despoblación y que lo asuman como una responsabilidad de estado. Que se comprometan a ello y que las inversiones sean reales”, señala.