El Gobierno etíope confirma el comienzo de la retirada de las tropas eritreas de la región de Tigray
- La ofensiva en Tigray arrancó el 4 de noviembre por orden del primer ministro en respuesta a un ataque del TPLF
- El conflicto ha desatado la condena internacional por las informaciones sobre atrocidades cometidas contra la población civil
El Gobierno etíope ha confirmado este sábado el comienzo de la retirada de las fuerzas eritreas que han colaborado con las fuerzas etíopes en la ofensiva iniciada el pasado 4 de noviembre contra el Frente Popular de Liberación de Tigray (TPLF), y que ha desatado la condena internacional por las informaciones sobre atrocidades cometidas contra la población civil.
El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, reconoció la semana pasada por primera vez la entrada de fuerzas eritreas para apoyar al Ejército etíope en la ofensiva, al tiempo que afirmó que había hablado con las autoridades de Asmara sobre las acusaciones contra sus soldados, sin dar más detalles.
La ofensiva arrancó el 4 de noviembre por orden del primer ministro en respuesta a un ataque del TPLF contra una base del Ejército en la capital regional, que se saldó con la muerte de un importante número de militares etíopes, tras meses de tensiones entre el partido y el Gobierno central.
Repudia las últimas críticas de la Unión Europea y el G7
"Tal y como fue anunciado la semana pasada, las tropas eritreas que cruzaron la frontera tras una provocación del TPLF han comenzado a evacuar", según el Gobierno etíope, que ha aprovechado para repudiar las últimas críticas de la Unión Europea y el G7 sobre la situación de los Derechos Humanitarios en Tigray.
"Se ha dejado abundantemente claro a la comunidad internacional que el Gobierno de Etiopía ha hecho lo que ha podido a la hora de llevar ayuda humanitaria a más de 4,2 millones de personas mientras que el respaldo de la comunidad internacional no llega siquiera a una tercera parte de lo necesario", de acuerdo con el comunicado.
Asimismo, el Gobierno ha asegurado que no existen restricciones de ningún tipo a la llegada de trabajadores humanitarios ni medios de comunicación internacionales a Tigray, y ha garantizado que las investigaciones sobre las presuntas atrocidades comenzarán en breve.
Tanto la UE como el G7 habían mostrado su "gran preocupación" por las denuncias sobre violaciones y abusos de los Derechos Humanos en Tigray y han condenado "el asesinato de civiles, la violencia sexual y de género, los ataques indiscriminados y el desplazamiento forzoso de residentes de Tigray y refugiados eritreos".
"Todas las partes deben ejercer la máxima contención, garantizar la protección de los civiles y respetar los Derechos Humanos y el Derecho Humanitario", han subrayado, antes de "reconocer" los "recientes compromisos" del Gobierno etíope de cara a la rendición de cuentas por parte de los responsables de los abusos.
En este sentido, han hecho hincapié en que "es esencial que haya una investigación independiente, transparente e imparcial" y han aplaudido el anuncio de Naciones Unidas y la Comisión de Derechos Humanos de Etiopía (ECHR) para llevar a cabo una investigación conjunta en Tigray.
Por último, han reclamado a las partes que garanticen un acceso "inmediato y sin restricciones" a la ayuda humanitaria y han expresado su preocupación por "el empeoramiento de la seguridad alimentaria, con condiciones de emergencia en zonas extensas en el centro y el este de Tigray".