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Escritoras: el largo viaje

  • Aunque la lucha por la igualdad persiste, cuatro escritoras nos hablan de su largo viaje por la literatura

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Informe Semanal - Escritoras, el largo viaje

Durante milenios la voz de las mujeres fue apenas un susurro en el coro universal de la literatura, una presencia secundaria, aunque nunca irrelevante. Aun así, el primer texto, con firma, de la historia es de mujer, Enkheduanna, una sacerdotisa acadia, que puso su nombre al pie de sus escritos mucho antes de que Homero alumbrara La Ilíada y La Odisea. Durante siglos la escritura ha sido prioritariamente una tarea de hombres, y de ellos están llenos las enciclopedias. No ha sido infrecuente que las mujeres hayan escrito con seudónimos masculinos para burlar la censura de género.

No ha sido infrecuente que las mujeres hayan escrito con seudónimos masculinos para burlar la censura de género

La situación a día de hoy, años veinte del siglo XXI, es muy diferente, aunque la lucha por la igualdad persista. En Informe Semanal hemos dedicado espacio y tiempo a cuatro escritoras españolas que ahora mismo figuran entre los nombres más significativos de la literatura actual: Rosa Montero, Aurora Luque, Irene Vallejo y Marta Sanz.

Hemos dedicado espacio y tiempo a cuatro escritoras españolas

Rosa Montero es la más veterana del cuarteto. Forjada en el periodismo, de manera singular en el diario El País donde se ha consolidado como una excelente entrevistadora, Montero cultiva, con éxito, la narrativa desde los años 80. Autora multipremiada, tiene entre sus galardones el Premio de la Crítica y el Nacional de las Letras Españolas. Debutó literariamente con Crónica del desamor, a las que han seguido otras 16 novelas con títulos tan destacados como Amado amo, El corazón del tártaro, La loca de la casa, La ridícula idea de no volver a verte o La buena suerte. Dice Rosa Montero que toda vida encierra varias vidas y que ella va por la cuarta. Y añade que tiene “una obsesión por la muerte desde que era muy pequeña. La inmensa mayoría de las personas pasan por la vida olvidando que son mortales, salvo un puñado de neuróticos, como Woody Allen y como yo”.

La inmensa mayoría de las personas pasan por la vida olvidando que son mortales, salvo un puñado de neuróticos, como Woody Allen y como yo

Aurora Luque es poeta y traductora. Filóloga clásica, su carrera profesional se ha desarrollado en las aulas de los institutos donde ha impartido clases de griego. Ha traducido a diversos escritores grecolatinos, de manera muy especial a la poeta griega Safo, a quien tiene entre sus autoras de cabecera. Sus poemas acentúan la cadencia clásica, el tono elegiaco, el esplendor del cuerpo y el deseo. En su último libro, Gavieras, saca del fondo legendario del tiempo a mujeres andariegas, peregrinas, exiliadas, revolucionarias... Naufragios y retornos en el mar de los griegos. Comenta en el reportaje de Informe Semanal Aurora Luque que “los poemas de Safo se compusieron como letras de canciones”.

Los poemas de Safo se compusieron como letras de canciones

Marta Sanz es novelista de largo aliento y de compromiso sostenido en el tiempo. La autora de Pequeñas mujeres rojas nos ha comentado que “durante muchos años las novelas han estado protagonizadas por intérpretes de la ONU, cantantes de ópera, psicoanalistas, escritores y escritoras”. No es su caso. En la primera página de Animales domésticos aparece un obrero con las botas llenas de barro, hecho bastante inusual en la narrativa española de las últimas décadas. Marta Sanz se muestra partidaria de la memoria frente a lo que llama “utilización publicitaria de la nostalgia”.

Marta Sanz se muestra partidaria de la memoria frente a lo que llama “utilización publicitaria de la nostalgia”

Irene Vallejo ha tenido un éxito fulminante con su libro El infinito en un junco, fenómeno de librerías auspiciado por un boca a boca inusual en la literatura ensayística. La obra de esta doctora en filología clásica, un verdadero festín de palabras, constata que desde la antigüedad los libros son una interminable lucha contra el olvido. “Las palabras –comenta- están en un duelo permanente contra el tiempo, que las erosiona. Hacer sobrevivir los relatos a lo largo de los siglos es algo que a priori parece imposible y que es un logro enorme”.

“Las palabras –comenta irene Vallejo- están en un duelo permanente contra el tiempo, que las erosiona. Hacer sobrevivir los relatos a lo largo de los siglos es algo que a priori parece imposible y que es un logro enorme”.

La literatura es un pozo sin fondo y un río subterráneo que discurre entre el olvido y la memoria: palabras esenciales en el tiempo que se mantienen milagrosamente vivas en un amplio surtido de libros clásicos cuyas páginas no dejan de renovarse. Estas cuatro escritoras son exploradoras en el largo viaje de las metáforas.