Se aplaza el juicio por los seis mineros fallecidos en León hace ocho años: "Era un accidente anunciado"
“Un amigo de mi hijo salió del turno de noche y le dijo que por favor tuviera cuidado que eso estaba muy mal”
La vista se ha suspendido porque los acusados han presentado ocho años después seguros privados que cubrirían su responsabilidad civil
Siete años, cinco meses y diez días han pasado desde que los mineros Carlos Pérez, Manuel Moure, Antonio Blanco, Orlando González, José Luis Arias y Roberto Álvarez fallecieran mientras trabajaban en el pozo Emilio del Valle en Llombera de Gordón (León). El suyo, fue uno de los mayores accidentes en la minería de la región. Hoy ha comenzado el juicio -que se prevé dure un mes y medio-, y cuya primera vista ha sido suspendida a la espera de que se compruebe si los acusados tenían seguro de responsabilidad civil como han alegado durante la jornada. En ‘La Hora de La 1’, nuestra compañera Maitane Bermejo, ha hablado con algunos de los familiares que han insistido, desde la puerta del juzgado, en que “La correcta colocación de los sistemas de ventilación hubieran evitado la privación de oxígeno y, en consecuencia, que perdieran el conocimiento en poco más de un minuto”.
28 de octubre de 2013: “un accidente anunciado”
El hundimiento de una bóveda cargada de carbón en una zona con gas metano que provocó un escape de gas grisú, causó la muerte por asfixia de los trabajadores en poco más de un minuto. Entre ellos estaba Roberto Álvarez, que era el más joven de todos. Vivía a unos escasos 20 minutos de la mina. Su hermano, Jesús Álvarez, era vigilante de la explotación en ese momento por lo que dice recordar a la perfección todo lo que pasó. “Nadie me va a contar lo que ocurrió porque yo estaba allí”, ha asegurado a TVE y ha añadido que: “fue una imprudencia total”. El padre de Manuel Moure, otro de los mineros, ha contado por su parte que han sido años muy duros y que “perder a un hijo no se puede explicar. Más de la forma que fue. Si cada uno se hubiese preocupado de su función, esto no habría pasado”.
Antonio Blanco, a sus 42 años, estaba a punto de prejubilarse. Francisco, un amigo suyo, ha comentado que “ellos sabían que era muy peligroso porque se quejaban todos los días”. Todo este tiempo también pesa para la familia de Orlando González que murió a los 44 años. Su hermano Mannuel ha recordado que, a pesar de ser uno de los primeros fallecidos, fue el último cuerpo que encontraron tras el rescate.
16 personas acusadas en un juicio que empieza con un aplazamiento
Fiscalía y acusaciones particulares piden unas penas de entre tres años y medio y siete años de prisión por delitos de imprudencia grave y lesiones. Entre los dieciséis acusados está la familia Del Valle, los principales responsables de la entonces Hullera Vasco Leonesa, una de las primeras compañías mineras que explotaba el lugar donde tuvo lugar el accidente.
La Fiscalía entiende que el accidente tuvo su origen en el “incumplimiento” por parte de los acusados de las normas de seguridad en la forma de explotación del taller, que se estaban realizando bajo “condiciones muy peligrosas y sin las adecuadas medidas de seguridad”. Las conclusiones de la empresa no se corresponden con las causas recogidas en los otros dos informes existentes -el de Minas y el de un experto independiente- que señalan a la caída de la bóveda donde se encontraban los mineros y un error en la ventilación como causas probables del fatal siniestro.
“Nos encontramos como raros después de todo tiempo esperando” ha dicho Manuel Moure a las puertas del juzgado de León. “Una vez acabe esto, tendremos que empezar de nuevo”, ha añadido. Para Toñi, madre del minero fallecido y mujer de Moure, se trataba de un accidente anunciado: “Todos decían que algo iba a pasar. Un chico que es amigo de mi hijo salió del turno de noche y le dijo que por favor tuviera cuidado que eso estaba muy mal”. Manuel respondió, según cuenta su madre, con un: “Bueno, no seáis tan alarmistas”.
“Todos decían que algo iba a pasar. Un chico que es amigo de mi hijo salió del turno de noche y le dijo que por favor tuviera cuidado que eso estaba muy mal“
Manuel insiste en que fue “una negligencia” y que había medios para garantizar unas buenas condiciones de seguridad pero que no se pusieron. “Ya hablaremos dentro de un mes y medio cuando acabe el juicio”, ha dicho. Un tiempo que no contemplaba que, en la primera jornada, la titular del juzgado decidiera suspender la vista ya que “los ingenieros y técnicos acusados en el proceso se han acordado ahora de que disponían de seguros privados que cubrirían su responsabilidad civil”, según ha confirmado la agencia EFE.