'Pulp', un homenaje a los escritores de novela popular española
- Partiendo de su amistad con Frank Caudett, Jordi Pastor habla del fenómeno de los 'Bolsilibros'
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Posiblemente nunca se ha leído más en España que entre los años 50 y 80 del Siglo XX gracias al fenómeno de la literatura popular y a autores tan famosos como Marcial Lafuente Estefanía, José Mallorquí o Corín Tellado. Pero hubo otros que fueron igual de importantes en su momento y a los que hoy prácticamente hemos olvidado, quizá porque tuvieron que escribir con seudónimos, como Juan Gallardo (Curtis Garland), Rafael Barberán (Ralph Barby), Pedro Víctor Debrigode (Peter Debry), Luis García Lecha (Clark Carrados), Francisco Javier Miguel Gómez (Lem Ryan)...
Partiendo de su amistad con uno de esos escritores, Frances Caudet (Frank Caudett), el dibujante Jordi Pastor (Transcrepuscular, Padre, Reacción, Máculas, Vaquero, Catálogo de Bunkers) homenajea a esos autores de serie negra, que triunfaron con los Bolsilibros de Bruguera (y títulos similares de otras editoriales), en el cómic Pulp. Los tiempos heroicos (Planeta Cómic)
Hasta el título del cómic es un homenaje a esa generación de escritores, como nos cuenta Jordi Pastor: "Los tiempos heroicos fue un término acuñado por Juan Gallardo (Curtis Garland) para definir el periodo de máxima productividad de los escritores de Bolsilibros. Esa generación escondida con seudónimos americanizados que eran leída por miles de personas".
Los escritores de los mil nombres
Frank Caudett, Frankie Cauyarz, Kyle Brown, Michael Bannister, Montana Blake, Ariel Sinclair, Winston McNeil... todos esos son seudónimos de Frances Caudet (1939-2018), autor de unas dos mil novelas de género negro pero también de otros temas, desde el oeste americano la ciencia ficción, pasando por el esoterismo, la sexualidad, el cine... Antes de su muerte, Caudet donó más de 4.000 títulos de libros populares a las bibliotecas de L'Hospitalet, muchos de ellos de su autoría.
El cómic mezcla realidad y ficción para contarnos el encuentro entre un escritor de éxito y un Caudet casi olvidado por los lectores, lo que dará la idea al joven autor para escribir un libro sobre esa generación. "He escogido a Caudet como protagonista por la relación que mantuve con él desde que le regalé mi primer cómic publicado, donde había un personaje inspirado en su persona. A partir de entonces nos fuimos viendo a través de los años, alimentando nuestra amistad, incluso colaborando a nivel profesional (ilustré varias de sus últimas novelas) hasta su muerte, hace unos pocos años".
Sobre los seudónimos que utilizaron estos escritores, Jordi nos comenta que: "Era una imposición de la editorial, de esa manera parecía que les aportaba un plus de notoriedad".
Pero... ¿Por qué algunos como Corin Tellado o José Mallorquí podían firmar con sus nombres reales? "Normalmente cuando un escritor empezaba a destacar, al cambiar de editorial (y dependiendo de lo informado que estuviera de sus derechos) tenía más poder para poder negociar" -asegura Jordi-.
Por eso el protagonista del cómic duda si firmar el libro que quiere dedicar a esos escritores: "El personaje de la novela también se debate en sí dar su nombre a conocer o seguir en el anonimato bajo seudónimo. Al menos él puede elegir, ya que ellos no pudieron hacerlo" -asegura Jordi-.
El tebeo también es una interesante reflexión sobre la relación entre la alta literatura y la literatura popular (algunos de estos escritores no solo fueron superventas, sino que también ganaron importantes premios literarios como Francisco González Ledesma, que ganó el Premio Planeta en 1984. "Por eso creo que los escritores de Bolsilibros deberían tener un merecido reconocimiento, incluyéndoles en las aulas de estudio, por ejemplo", asegura Jordi.
Un cómic que nace de la pasión
Corín Tellado tiene el récord de títulos publicados (4.000 novelas y más de 400 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo), pero lo normal es que estos autores escribiesen uno o dos de estos Bolsilibros (de entre 90 y 130 páginas) a la semana, acumulando centenares (e incluso miles) de títulos durante sus carreras.
Preguntamos a Jordi si cree que tenían algún secreto para ser tan productivos: "La fórmula de tener pasión por lo que hacían y la de cobrar por ello, por supuesto, aunque les estafaran mucho dinero".
El cómic también se contagia de esa pasión que tenían estas novelas: "Comparte con ellas el espíritu de buscar el entretenimiento, el jugar con los géneros y la pasión con la que lo hacemos -confiesa Jordi-. El cómic es un arte que nace de la pasión, la misma que motivaba a estos escritores".
"En cuanto al estilo que ha elegido para este cómic, el dibujante asegura que: "Me cuesta definir mi estilo, en este caso creo que parto de un cierto realismo que tiende a deformarse, a buscar un estilismo más grotesco. El color es algo fundamental en mis obras y siempre intento que tenga su peso narrativo. El tema de ilustrar la contraportada buscando un referente gráfico más evidente ya lo hice con mi primer cómic "Padre".
"Mucha gente aprendió a leer con esas novelas"
Jordi también destaca la importancia que tuvieron esas novelas para que la gente aprendiese a leer: "Es una literatura que quedó impregnada en varias generaciones, mucho más de lo que parece. La cultura popular tiene ese peso. Mucha gente aprendió a leer con esas novelas".
"En cuanto a las más vendidas, Jordi nos comenta que "Creo que los temas más populares fueron el western y el romántico".
Otra de las razones del éxito de estas novelas son sus impactantes portadas. "Me parecen maravillosas, bellas y sugerentes" -asegura Jordi-.
Como señala el escritor Hernán Migoya, en su interesante epílogo del cómic, es curioso que los temas fueran más propios del pulp norteamericano que de la cultura española. "Siempre se ha tenido mucho miedo en explorar nuestras raíces, se tiende a absorber los referentes de otras culturas. El cine ha contribuido mucho a ello. Por ejemplo, la decisión de los seudónimos americanos, de esa manera parecían más interesantes que si eran novelas escritas por escritores nacionales".
El cierre de Bruguera precipitó la desaparición de estas novelas
En esos "Tiempos heroicos" todas las semanas se lanzaban decenas de esas novelas con tiradas iniciales de unos 15.000 ejemplares; aunque solían reeditarse rápidamente. Al principio del fenómeno solían llamarse "novelas de a duro" (por su precio), pero el éxito de la colección Bolsilibro de Bruguera hizo que recibiesen ese nombre. Aunque, desgraciadamente, la desaparición de la editorial en 1986 también precipitó el ocaso de estas novelas.
Jordi Pastor lo explica así: "Fueron varios motivos, la gran debacle de Bruguera, la mala gestión económica... La tendencia a hacer olvidar todo lo que tenga que ver con cultura popular, debido a infravalorar el peso de ella hace que poco a poco se pierda..."
Por eso Jordi reivindica a estos autores y a su obra: "Estoy a favor de reeditar, por supuesto, aunque estoy más a favor a que se apueste por valorar a nivel teórico toda esa generación. Primero, en las escuelas y universidades y después en festivales, convenciones y charlas".
"En cuanto al estilo que ha elegido para este cómic, el dibujante asegura que: "Me cuesta definir mi estilo, en este caso creo que parto de un cierto realismo que tiende a deformarse, a buscar un estilismo más grotesco. El color es algo fundamental en mis obras y siempre intento que tenga su peso narrativo. El tema de ilustrar la contraportada buscando un referente gráfico más evidente ya lo hice con mi primer cómic "Padre"
Pero qué pasa en la actualidad... ¿La literatura se ha vuelto demasiado elitista? "Aún existe literatura popular, muchas veces fagocitada por grandes marcas, no creo que se haya perdido. Lo que ya no existe es la manera de vender eso" -asegura Jordi-.
Y también nos quedan los cómics. Por eso preguntamos a Jordi en qué está trabajando actualmente: "Ahora estoy empezando a dibujar Antisolar, el segundo volumen de la adaptación de las novelas de Emilio Bueso, con Gigamesh. Además estoy preparando varios proyectos a la vez, esperando que alguno de ellos (ojalá todos) vean la luz".