El Teatro Real niega que ocultase un brote de COVID-19 y defiende "un escrupuloso cumplimiento del protocolo"
- La institución da por "controlado" el brote que el pasado mes de marzo provocó "15 positivos"
Peter Grimes, el primer gran estreno del Teatro Real en 2021, está ya listo para levantar el telón aunque los focos todavía apunten el brote de COVID-19 del pasado marzo que dejo 15 positivos durante la preparación de la ópera compuesta por Benjamin Britten.
Arropados por el comité médico constituido desde su reapertura en plena pandemia, el Real ha defendido que no hubo ocultación de datos sobre el "brote" notificado por la Comunidad de Madrid, sino "un escrupuloso cumplimiento del protocolo y un continuo control sanitario mediante pruebas".
"Honestamente, en todo este tiempo que les hemos asesorado no ha habido ningún problema; entre nosotros hemos comentado incluso lo exagerado de las medidas que tomaban, porque extralimitaban todo lo que pudiéramos proponer", ha asegurado a este respecto el doctor Santiago Moreno, jefe del servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Ramón y Cajal, en calidad de presidente del comité que les asesora desde la reapertura en 2020 para La Traviata, durante una rueda de prensa junto al presidente del Patronato del Real, Gregorio Marañón y el director artístico, Joan Matabosch.
La institución da por "controlado" el brote que el pasado mes de marzo provocó "15 positivos" por COVID-19 entre su personal directo y otros 9 en el coro, que está formado por empleados de una empresa externa, Intermezzo.
El Real asegura que la Comunidad de Madrid nunca ha planteado el cierre
"El Teatro Real a día de hoy es un teatro seguro, para sus trabajadores y para el público, con todas las garantías a pesar de lo que se ha podido decir. Porque hemos trabajado en ello, porque contamos con el asesoramiento de un magnífico comité médico y porque la Comunidad de Madrid no ha planteado en ningún momento la inseguridad o el cierre", ha reafirmado el director general de la institución, Ignacio García-Belenguer
Para acreditarlo ha presentado las últimas 121 pruebas realizadas este mismo sábado a su equipo, todas con resultados negativos, a las que esta misma tarde se sumarán otras 72 a fin de tenerlo todo listo para el estreno el 19 de abril de su próximo montaje, Peter Grimes.
Se han exhibido asimismo las facturas de los tests realizados tanto a los miembros del coro como a la plantilla y elenco artístico del Teatro Real desde el pasado mes de agosto, análisis que han ido en aumento "a medida que ha cambiado el contexto general" y por ejemplo dejó de ser necesaria una prescripción médica para su realización.
"Ha habido pruebas suficientes", ha insistido García-Belenguer al cifrar en 1.194 las realizadas a miembros del coro y en 4.882 las de la plantilla del Real, pruebas que se han hecho sobre todo tras los períodos vacacionales y que, entre PCR y antígenos, se han vuelto más abundantes en las últimas semanas. Solo en abril se han realizado ya 212 (a las que se sumarán las 72 de hoy), cuyos resultados han defendido que conoce la Comunidad de Madrid en tiempo real.
El teatro niega ocultación de datos
"En ningún caso ha habido ocultación de datos. La coordinación ha sido absoluta con la CAM y esta misma lo ha dicho en su comunicado", ha subrayado el director general.
En todo caso, han precisado, la disparidad del número de positivos entre el coliseo operístico madrileño y los que manejaba la Consejería de Sanidad correspondiente a marzo, el mes del brote, se debió a que "el Real hizo una labor deductiva equivocada" con algunos de ellos, por ejemplo en el caso de dos personas ya vacunadas que dieron positivo.
"Sea como fuere, la CAM recibió los datos, inició su rastreo y se nos transmitió sensación de tranquilidad", ha insistido García-Belenguer sobre una situación en la que, por sus datos, los casos no se entendían "como contagio laboral, sino probablemente familiar".
El doctor Moreno ha querido matizar la importancia de la declaración de un brote: "Lo utilizamos para referirnos a la necesidad de investigar qué está pasando en un sitio concreto porque se supera la media esperable, lo que no significa una situación peculiarmente peligrosa; si no, tendríamos que haber hablado de brotes todos los días en los hospitales hasta que nos vacunaron al personal médico".
En su defensa de las medidas aplicadas por el Real, ha recordado que la distancia mantenida entre el personal es de dos metros (y no metro y medio), que la mayoría de los positivos fueron asintomáticos y detectados por los controles y que en cada caso se ha procedido a aislar a esa persona hasta la negatividad de la PCR (y no hasta 10 días después del positivo, como se hace en otros casos).
En este sentido, Marañón ha contrastado la decisión del Real, "más difícil y costosa económicamente", con la tomada por la Ópera de Estocolmo, que cerrará sus puertas un mes tras descubrir 15 personas infectadas.