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Japón

¿Es peligroso el vertido de agua de Fukushima al mar?

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Protesta de activistas surcoreanos frente a la embajada de Japón en Seúl, contra el vertido al mar de agua contaminada de Fukushima. Foto: Jung Yeon-je / AFP
Protesta de activistas surcoreanos frente a la embajada de Japón en Seúl, contra el vertido al mar de agua contaminada de Fukushima.

El Gobierno de Japón ha anunciado este martes que verterá al mar el agua contaminada que se almacena en la central nuclear de Fukushima. Son 1,25 millones de toneladas de agua usada para refrigerar los reactores nucleares dañados y contaminada con tritio, que ahora acabará en el Océano Pacífico.

El gobierno asegura que la operación no reviste riesgo, pero la industria pesquera local y los países vecinos se oponen. Aseguran que es un peligro para la salud humana y para el medio ambiente.

Agua usada para refrigerar los reactores tras el accidente

En 2011, la central nuclear de Fukushima Daiichi fue golpeada por el terremoto y el posterior tsunami que causó miles de muertos. Cuatro de sus reactores resultaron muy dañados, el sistema de refrigeración dejó de funcionar y se produjeron fusiones parciales del núcleo.

Para refrigerarlos, desde entonces y de forma continua se utiliza agua marina, que queda contaminada de isótopos radiactivos.

El agua contaminada se procesa en circuitos llamados ALPS (Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos) que consigue retirar hasta 62 tipos de materiales radiactivos, pero que no puede eliminar el tritio.

A esta agua usada para la refrigeración se añade la que se filtra de manera natural desde el subsuelo hacia las instalaciones nucleares, y que también resulta contaminada.

Hasta ahora, el agua se almacena en bidones dentro de las instalaciones de la propia central nuclear, pero a mediados de 2022 ya no habrá suficiente espacio.

En total, actualmente hay más de 1,25 millones de toneladas de agua almacenada, una cantidad que se incrementa al ritmo de unas 140 toneladas por día, informa Efe.

La central se encuentra en la primera fase de un largo y complejo proceso de desmantelamiento, que incluye la descontaminación de la zona y la retirada del combustible nuclear de los reactores menos dañados. Se prevé que el desmantelamiento se complete entre 2041 y 2051.

El desastre de Fukushima, diez años después

Contaminación con tritio

Como hemos visto, el agua usada en Fukushima se descontamina, pero no se puede eliminar el tritio. Este es un isótopo radiactivo del hidrógeno generado como subproducto de los reactores nucleares de fisión.

También se genera de forma natural en la atmósfera, y va a parar al agua de lluvia o al agua potable. El tritio en concentraciones bajas, similares a las existentes en la naturaleza, no representa un peligro.

El gobierno japonés asegura que los niveles de tritio en el agua que se verterá al mar serán cuarenta veces inferiores al tope legal establecido por el Gobierno de Japón para el agua potable, y 1/7 del máximo fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Alega también que las alternativas (evaporar el agua o inyectarla en depósitos en el subsuelo) son técnicamente más complejas y tienen un coste más elevado.

Japón decide verter al Pacífico el agua procesada de la central nuclear de Fukushima

Vertido autorizado por la OIEA pero criticado por los vecinos

La operación cuenta además con el beneplácito de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Los vertidos de este tipo son una práctica habitual en la industria de la energía atómica, ha recordado su director general, Rafael Mariano Grossi. No obstante, Grossi ha reconocido que "la gran cantidad de agua almacenada en Fukushima" lo convierte en un caso "único y complejo".

En la última década, países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, así como China y Corea del Sur han realizado estos vertidos, en ocasiones con concentraciones de tritio mayores que las que se dan en Fukushima, informa Efe.

Sin embargo, ahora los países vecinos, entre ellos la propia China y Corea del Sur, además de Taiwan, consideran que el vertido es un riesgo para la salud humana y para el medio ambiente.

Seúl ha citado al embajador japonés para exigir explicaciones y mostrar su enfado, mientras China y Taiwan han emitido comunicados criticando la "irresponsabilidad" de su vecino.

Por el contrario, Estados Unidos ha afirmado que Tokio ha sido "transparente" y ha adoptado medidas "aparentemente acordes a los estándares de seguridad en materia nuclear a nivel global".

Por su parte, Greenpeace Japón ha acusado a las autoridades de elegir la opción "más barata" en lugar de almacenar y tratar el agua a largo plazo. "El Gobierno ha tomado la decisión totalmente injustificada de contaminar deliberadamente el Océano Pacífico con residuos radioactivos", ha señalado su portavoz, Kazue Suzuki, informa Reuters.

También se oponen los pescadores de la zona. Desde el accidente, el sector pesquero de Fukushima ha visto reducidas sus capturas y sus ventas: los japoneses desconfían del producto de la región, por el miedo a la contaminación.