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Acoso callejero: solo un 10% de las chicas que lo sufren denuncia

  • El programa Objetivo Igualdad analiza este problema que sufren especialmente chicas adolescentes y mujeres jóvenes
  • Iniciativas como 'Safer cities for girls' de PLAN Internacional y 'Stand up' de Fundación Mujeres intentan luchar contra este problema
  • Ya puedes ver "Calles peligrosas" en RTVE.es y a las 23.50 en La 2 de TVE

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Objetivo Igualdad - Programa 10 preview
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El acoso callejero no es nada nuevo. A las groserías, las persecuciones o los acercamientos indeseados se han visto sometidas nuestras madres y abuelas y también sus madres y abuelas. Y no es cosa de un país o una ciudad. Es un problema mundial que afecta en mayor medida a las más vulnerables, las jóvenes y adolescentes. Del 11 al 17 de abril, activistas locales y ONGs han lanzado la Semana Internacional contra el Acoso Callejero para sensibilizar a la población. Son campañas que ayudan, como la que hicieron en 2019 en Güéjar Sierra en Granada; con el título "Al revés tú también te asustarías" mostraron a los hombres lo que siente una mujer al enfrentarse a los mal llamados "piropos".

Un proyecto de PLAN Internacional sistematizó su estudio hace unos años. El informe "Inseguras en la ciudad" utilizaba los datos recogidos en cinco ciudades del mundo: Kampala, Nueva Delhi, Sidney, Madrid y Lima: en total 21.000 experiencias de adolescentes y mujeres jóvenes que señalaban los puntos de la ciudad donde se sentían inseguras, explicaban por qué y relataban sus experiencias.

Ir por la calle con miedo

En cualquier país, en cualquier lugar público

"Cada vez más personas viven en entornos urbanos. Para las niñas y adolescentes la experiencia de la ciudad es diferente a cómo la vivimos las personas adultas. Para nosotros es muy importante conocer qué les pasa a las chicas y esto es un fenómeno global. Aunque estas ciudades son distintas entre sí y tienen diferentes niveles de violencia, la sensación de inseguridad de las chicas es compartida. Al final son ellas las que tienen miedo y activan mecanismos de autodefensa para sentirse más seguras", explica Julia López, portavoz de PLAN Internacional.

Cualquier lugar puede ser escenario de acoso: el transporte público, una calle oscura, un aparcamiento o un parque a plena luz del día. Las mujeres tienen mapas mentales de por dónde es más seguro pasar y cambian sus comportamientos en función de ello; en definitiva, su libertad de movimientos está restringida. Y aun así, pueden sufrir rozamientos con intención sexual en un autobús o encontrarse con lo que comúnmente se llama un "exhibicionista" en un parque.

Comportamientos que se suelen normalizar

Una de las circunstancias que más actitudes de acoso concentra es el ocio nocturno. La Federación de Mujeres Jóvenes ha realizado el estudio "Noches seguras para todas", en el que entrevista a chicos y chicas en grupos utilizando un método triangular. Una de sus conclusiones más llamativa es la normalización que parecen seguir teniendo estos comportamientos. "Parece que la noche llevara implícitos este tipo de actitudes por parte de los hombres. Aunque ellos tengan una cierta conciencia de género no identifican que lo que hacen está mal hasta que la chica no hace ver que le molesta; no saben medir si su comportamiento es violento o no", afirma la coordinadora de la investigación, Mónica Saiz. Otro dato a tener en cuenta es el estereotipo que sufren las mujeres afrodescendientes o latinas que, según estos datos, suelen ser interpeladas por los hombres de forma más agresiva o grosera.

Ellos no identifican que lo que hacen está mal hasta que la chica no les muestra su rechazo

"Exista violencia sexual cuando hay una intromisión no deseada en el cuerpo, en el tiempo o en el espacio de las mujeres, aunque solo tenemos asumido el caso extremo, el de la violación. Hay un arco desde comportamientos sutiles en el que entran la insistencia, los comentarios indeseados, el contacto físico o los acercamientos, acorralamientos, seguimientos...", enumera Mónica Saiz.

El acoso callejero, una mala experiencia sufrida por muchas jóvenes

'Stand up': ir más allá de la autoprotección

"Es un fenómeno que se transmite de generación en generación. El acoso callejero sería esa primera manifestación del miedo, de la incomodidad que hace, según nos dicen las encuestas, que más de la mitad de la población femenina siga modificando su comportamiento cuando va por la calle", afirma Marisa Soleto, presidenta de la Fundación Mujeres. Va más allá: "Hay que hacer un llamamiento a la sociedad para romper esta dicotomía. La autoprotección es una práctica ancestral de las mujeres, pero hay que exigir a las autoridades públicas que se ocupen de la seguridad. Hay que decir que no se trata de galanterías, que los hombres no pueden ejercer determinados comportamientos".

Hay que hacer un llamamiento a la sociedad para acabar con esos comportamientos

¿Qué hacer si presenciamos un comportamiento de acoso? La Fundación Mujeres es la encargada de poner en marcha en España el proyecto 'Stand Up', de L'Oréal Paris y la ONG Hollaback. Se trata de un programa de formación para que sepamos distinguir el acoso y luchar contra él: "Se trata de interpelar a la sociedad y enseñarnos a intervenir de una forma segura y eficaz: hay que documentar el caso, apoyar a la víctima, distraer al agresor, no provocar situaciones de mayor violencia...", explica Soleto. Tienen previsto atender a cerca de 10.000 personas hasta finales de año en sus talleres y se pueden consultar sus piezas informativas en las páginas web de Fundación Mujeres y L'Oréal.

Ciudades más seguras para las chicas

PLAN Internacional ha dado un nuevo paso y ha puesto en marcha el proyecto "Safer cities for girls", en tres ciudades españolas (Barcelona, Madrid y Sevilla) y otras tres ciudades belgas. A través de una encuesta se están recogiendo las impresiones de las chicas y esto se complementará con un estudio en el que participarán personas expertas para determinar cómo está afectando el acoso callejero a la vida de las adolescentes y jóvenes. Se cuenta también con la colaboración de los Ayuntamientos de estas ciudades.

Sólo un 10% de las chicas lo denuncia porque no hay mecanismos adecuados para hacerlo

En febrero, cerca de 500 chicas y chicos de estas ciudades y representantes municipales han participado en debates para determinar qué iniciativas podrían contribuir a erradicar estas prácticas de acoso en lugares públicos. Desde la implantación de asignaturas de igualdad de género en las escuelas hasta la puesta en marcha de puntos seguros en los lugares de ocio o en los institutos de secundaria, la batería de medidas es amplia e incluye también la creación de un mecanismo de alerta ante el acoso en trasporte público. El objetivo es que las ciudades donde se realiza el estudio las apliquen y lo deseable, afirman desde PLAN Internacional, es que se adoptasen compromisos en toda la Unión Europea.

Uno de los elementos que señalan como más preocupante es la falta de sanciones o procedimientos para denunciar estos comportamientos. Julia López subraya: "Solo un 10% de las chicas que sufren acoso lo denuncia, pero es porque ahora no existen los mecanismos adecuados. Las sanciones envían el mensaje de que estas actitudes no son tolerables".