Mónica García, la médica que saltó a la política con la bandera de la Sanidad Pública
- La candidata de Más Madrid, el azote de Ayuso en la Asamblea, apuesta por un Gobierno alternativo con PSOE y Unidas Podemos
- Especial: Elecciones en Madrid 2021
BIOGRAFÍA:
Lugar y fecha de nacimiento: Madrid, 1974
Formación: Licenciada en Medicina y Cirugía por la UCM y especializada en Anestesiología.
Años en política: Diputada en la Asamblea de Madrid desde 2015, primero con Podemos (hasta 2019) y luego con Más Madrid, donde es coordinadora general desde junio de 2020.
Mónica García (Madrid, 1974) es una firme defensora de la Sanidad Pública y una de las voces más críticas en la Asamblea de Madrid contra la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. La candidata de Más Madrid a las elecciones del 4M compagina su labor parlamentaria con su trabajo como anestesista en el Hospital 12 de Octubre, donde ha vivido en primera línea los momentos más críticos de la crisis del coronavirus. Activista y feminista, no le gustan las “tutelas” ni el exceso de “testosterona” en la política y, precisamente porque las mujeres están cansadas “de hacer el trabajo sucio” y “apartarse en los momentos históricos”, rechazó ir desdibujada en una lista conjunta con el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, a las elecciones de este 4M.
Muy desconocida hace dos años, cuando iba de número diez en la lista de Íñigo Errejón a las autonómicas del 26M, García ha ido ganándose cierto protagonismo y relevancia política gracias a su carácter combativo contra la gestión de Ayuso en Madrid. Durante los plenos, le ha llegado a acusar de “aprovechar la pandemia y contratos de emergencias” para “poner la maquinaria de contratación opaca y corrupta”, y ha afirmado que el Hospital Enfermera Isabel Zendal es “el photocall más caro del mundo” por la falta, a su juicio, de especialidades, urgencias, sanitarios y quirófanos. También ha aventurado que Ayuso acabaría “poniendo nombre a un módulo” de la cárcel de Soto del Real y ha sido muy crítica con la buena sintonía de la presidenta con Vox, el partido “al que le sobran 26 millones de españoles”.
Pero si de alguien ha sido azote Mónica García ha sido del actual consejero de Hacienda y exconsejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, a quien lleva combatiendo como diputada en la Asamblea regional desde 2015, antes desde Podemos y ahora desde Más Madrid. García le responsabiliza de “destruir” la Sanidad Pública madrileña con “privatizaciones” durante el mandato de Ignacio González y cree que Ayuso le ha “rescatado” en su Ejecutivo para “finiquitar el trabajo que le fue encomendado en 2012”. Muy polémico fue un pleno en la Asamblea en el que García hizo un gesto, señalando a Lasquetty, que algunos interpretaron como un disparo con pistola, aunque ella matizó que la forma de su mano, con el pulgar levantado mientras señalaba, se debía a la “artrosis” que padece.
Precisamente Lasquetty ha sido el némesis que le motivó a entrar en el activismo cuando, en 2012, se unió a la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid, desde donde plantó cara al entonces consejero de Sanidad y a su Plan de Medidas de Garantía de la Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de la Comunidad. Comenzó poco después a participar, como portavoz de la Asociación, en las movilizaciones de la Marea Blanca para denunciar los "recortes" y la "precariedad" de la Sanidad Pública y, en las autonómicas de 2015, se presentó como la número 26 de la lista de Podemos, convirtiéndose en diputada y luego en portavoz de esta formación. Afín al líder de Más País, tomó parte a favor de él en la ruptura de Podemos entre su líder, Pablo Iglesias, e Íñigo Errejón, concurriendo en 2019 en la lista de Más Madrid, partido del que es coordinadora general junto con Pablo Gómez Perpinyà y Manuela Bergerot.
Más Madrid tiene mucho más respaldo entre los madrileños que Unidas Podemos, es actualmente el cuarto partido de la Asamblea con 20 escaños, frente a los siete del partido morado. También las encuestas sitúan al partido de García muy por delante de la candidatura de Pablo Iglesias, que se mantendría como última fuerza en la cámara regional, pese a que mejorarían sus resultados respecto a 2019. En este contexto, García ha rechazado una candidatura conjunta en la que quedar ensombrecida por el liderazgo del que fuera hasta marzo vicepresidente segundo del Gobierno de España. Sin embargo, se muestra consciente de que una alternativa a Ayuso en el Ejecutivo autonómico pasa por el entendimiento entre el PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos tras el 4M. Así, ha advertido al candidato socialista, Ángel Gabilondo, quien en principio rechaza pactar con Iglesias, de que “la izquierda no está para vetos”.
Mónica García, en tres frases:
"Isabel Díaz Ayuso ha seguido el perfecto manual ‘trumpista’, el perfecto manual populista y el perfecto manual de quien utilizan las instituciones para hacer campaña propia. No lo ha dejado de hacer en ningún momento y es seguramente la política con más propaganda y menos política de hechos reales".
"No estamos para vetos entre las fuerzas progresistas que queremos un gobierno decente. Nosotros no vamos a ponerle una línea roja a los que quieran reconstruir la Comunidad tras la gestión de Ayuso”
"Los sanitarios hemos vivido la pandemia del COVID desde el abandono y la frustración (...) la Sanidad en la Comunidad de Madrid no es una prioridad”.
Expectativas electorales:
El CIS preelectoral del 4M mantiene a Más Madrid con los 20 escaños que tiene actualmente con una estimación de voto similar del 14,8%, aunque pasaría de ser cuarta a tercera fuerza ante el hundimiento de Ciudadanos, que no obtendría representación. La candidatura de García sería la segunda más votada entre los partidos de la izquierda, bloque en el que el candidato socialista, Ángel Gabilondo, sería el único con opciones de presidir un Ejecutivo alternativo al de Ayuso.
En un escenario de empate técnico entre los bloques de izquierda y derecha y con los 38 diputados que le otorga el CIS (a falta de 31 para la mayoría absoluta), Gabilondo necesita a Más Madrid y a otro partido para formar un Ejecutivo progresista. Pero aunque García no ve imposible explorar posibles pactos con Ciudadanos, no cree factible pactar con ellos un Gobierno, como pretende el candidato socialista, e insiste en sumar con Pablo Iglesias pese al rechazo de Gabilondo. Si el pronóstico del CIS se cumple, parece que la única opción del PSOE para gobernar es hacerlo en coalición con Más Madrid y con la incorporación o el apoyo de Unidas Podemos, lo que supondría un salto de gigante para la formación de Mónica García, quien lograría mucho más poder en la política autonómica.