La paella valenciana quiere ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
- El primer paso es conseguir la calificación como Bien de Interés Cultural, que ya está en tramitación
- La paella es una señal de identidad propia de los valencianos, un símbolo distintivo de su idiosincrasia
La paella es mucho más que un plato. Para los valencianos se convierte en un acto social y cultural. Ya tiene su día internacional, el 20 de septiembre, y hasta su emoji. Ahora, además, podría convertirse en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. El primer paso hacia ese objetivo es obtener la calificación como BIC (Bien de Interés Cultural) que debe validar la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana, un expediente que ya está incoado, y según su máximo responsable, Vicent Marzà, se hará efectivo antes de que finalice la presente legislatura.
A los italianos les costó más de 8 años de intenso trabajo que la UNESCO aprobara el expediente de la pizza napolitana, o más exactamente el “arte de los pizzeros napolitanos” como patrimonio de la humanidad. Los responsables de esta iniciativa en Valencia saben que no será fácil y, por eso, están trabajando en armar una candidatura sólida.
Más allá de los ingredientes
La propuesta BIC del Ayuntamiento de Valencia no entra en la eterna discusión, que siempre se plantea en los medios y redes sociales, sobre los ingredientes del plato más internacional de la cocina española: - Si lleva chorizo, gambas y guisantes… o si “Esto no es paella, es arroz con cosas”… Paellicidios y arrocidades que en definitiva sirven para enervar a los ciudadanos de esta Comunidad. La propuesta concretamente gira en torno a la gastronomía como uno de los elementos tangibles que componen la cultura de una sociedad como la valenciana, que además nos permite aproximarnos a ella de una forma vivencial y participativa.
El alimento es cultura cuando se produce: el hombre no utiliza lo que se encuentra en la naturaleza, como hacen todas las especies animales, sino que ambiciona crear su propio alimento, sobreponiendo la actividad de producción a la de captura. El alimento es cultura cuando se prepara, porque, una vez adquiridos los productos básicos de su alimentación, el hombre los transforma mediante el uso del fuego y una elaborada tecnología que se expresa en la práctica de la cocina. El alimento es cultura cuando se consume, porque el hombre puede comer de todo pero elige lo que come, atendiendo a unos criterios ligados a la dimensión económica y nutritiva del gesto, o atendiendo a valores simbólicos del propio alimento. Por todo esto, alimentarse se configura como un elemento decisivo de la identidad humana y como uno de los instrumentos más eficaces para comunicarla. La paella es cultura, porque es una señal de identidad propia de los valencianos, es un símbolo distintivo de su idiosincrasia. Además, la paella proyecta internacionalmente la imagen de la ciudad de Valencia, y por ende de toda la Comunidad Valenciana.
“La paella valenciana: el arte de unir y compartir“
En el proceso de solicitud de la paella como Bien de Interés Cultural han conseguido un amplio consenso, al que se han sumado todas las instituciones públicas, académicas y entidades profesionales vinculadas de alguna manera con la cultura agroalimentaria. Bajo el eslogan “La paella valenciana, el arte de unir y compartir” se han activado los mecanismos oportunos para conducir a la salvaguarda y protección como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
El plato por excelencia
Un estudio reciente sobre hábitos de consumo en el sector turístico valora muy favorablemente la gastronomía valenciana, especialmente la paella valenciana. Un 97% la considera muy buena o buena. Aproximadamente un 99,6% de los turistas conocen la paella antes de visitar la ciudad, un 97,5% la consume durante la visita y a un 98% le gusta. A pesar de estos datos la paella no es un plato turístico, es mucho más. Es tradición, es arte y es cultura. La paella está presente en el día a día de cada familia, en los menús tradicionales y festivos de los restaurantes, en las fiestas de cada pueblo, en cada manifestación de alegría y en cada celebración que se produce en la Comunidad Valenciana. La paella es, por encima de todo, un acto social en el que se reúnen familiares y amigos, principalmente los domingos, en el que todos, alrededor del fuego, participan en su elaboración de una forma u otra, al aire libre, en un ambiente festivo.
“Un 99,6% de turistas conoce la paella valenciana“
Esta iniciativa también busca preservar la paella y su tradición, salvaguardando su esencia, sus valores y principios. Alejando la paella de todo lo que representa el Fast food y los productos precocinados, concienciando a la ciudadanía de la importancia y los valores que representa como paradigma de la propia dieta mediterránea (Patrimonio Inmaterial de Humanidad desde 2010). El valor nutricional donde destacan una serie de ingredientes básicos, como el aceite de oliva virgen, el cereal, las legumbres y hortalizas, además de una cantidad moderada de proteína animal, que convierte la paella en un alimento equilibrado y saludable. Sin olvidar algo tan importante como la temporalidad y la proximidad de los productos con los que se elabora.
El primer texto que se refiere a la paella como un ritual festivo y social data de 1845 en la prensa madrileña donde cita: “Nuestras autoridades, después de tantas zozobras y fatigas que les hicieron pasar los conspiradores, han estado de gira por la Albufera, y mientras duró la paella, parece que se sosegaron los ánimos” – A partir de ese momento - “ir de paella” equivale a disfrutar de un día festivo en compañía de amigos y familiares.
“Todas las paellas son arroz pero no todos los arroces son paella“
La paella a lo largo de la historia también ha tenido un papel destacado como herramienta política y diplomática. Grandes pactos y contubernios se han forjado alrededor de una paella. Al margen de los ingredientes que intervienen, según Wikipaella 10 son comunes, y el resto oscila dependiendo de la comarca o temporalidad de los productos, aunque lo verdaderamente importante de la paella es el resultado final del arroz. Ha de estar entero, suelto y sabroso. Y como refleja el saberpopular, todas las paellas son arroz, pero no todos los arroces son paella.