Biden califica de "totalmente injusta" la situación del opositor ruso Alexéi Navalny
- Navalny ha denunciado que su salud se ha deteriorado durante su estancia en prisión
- Las autoridades penitenciarias amenazan con comenzar a alimentarle ya de forma forzada si no cesa su huelga de hambre
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha calificado este sábado de "totalmente injusta" la situación del opositor ruso Alexéi Navalny, que ha denunciado que su salud se ha deteriorado durante su estancia en prisión.
Biden ha hecho estas declaraciones a los periodistas a su salida de un club de golf en Wilmington (Delaware, EE.UU.), donde tiene su residencia privada y adonde se trasladó para pasar el fin de semana.
Preguntado sobre las noticias de un empeoramiento de la salud de Navalny, Biden ha indicado que "es totalmente injusto, totalmente inadecuado".
Navalny dijo el viernes que las autoridades de la cárcel donde cumple condena han reconocido su "grave" deterioro de la salud y amenazan con comenzar a alimentarle ya de forma forzada si no cesa su huelga de hambre.
Según un mensaje del opositor publicado en su cuenta de Instagram, los funcionarios de la prisión admitieron que su estado de salud ha empeorado "gravemente" a juzgar por los análisis de sangre que le fueron practicados.
Navalny ha perdido 16 kilos desde que ingresó en prisión
Navalny agregó que las autoridades penitenciarias siguen sin permitir que le vea un médico de confianza y opinó que el deterioro de su salud podría estar relacionado con el envenenamiento que sufrió en agosto pasado.
El opositor, de 44 años, ha perdido dieciséis kilos desde que ingresó en prisión, y nueve desde que comenzó su huelga de hambre, el 31 de marzo, en protesta por la negativa de los servicios penitenciarios a ser examinado por un médico de confianza.
Los aliados de Navalny denuncian que las autoridades penitenciarias están "matando lentamente" al político, que cumple una condena de dos años y medio de prisión por un antiguo caso penal.
La tensión entre Estados Unidos y Rusia se ha elevado esta semana después de que Washington impusiera una batería de sanciones empresas e individuos rusos, además de expulsar a diez diplomáticos de ese país, tras acusar a Moscú de ciberespionaje y de injerencia en las elecciones estadounidenses de 2020, entre otros.
En represalia, Rusia reaccionó el viernes con la expulsión de diez diplomáticos estadounidenses, sanciones por injerencia en sus asuntos y una lista negra de altos funcionarios.