Fotógrafas andaluzas escondidas tras el objetivo
- Un libro del Centro Andaluz de Fotografía intenta rescatar el nombre de las andaluzas tras las cámaras
- Visibilizar el papel de las mujeres en todos los ámbitos es todavía un reto y, más aún, si se quiere hacer con perspectiva histórica
Fotógrafas escondidas detrás del objetivo y por una sociedad que las relegaba al papel de esposas y madres. 'Andaluzas tras la cámara. Fotógrafas en Andalucía 1844-1939,' del fotoperiodista cordobés Antonio J. González es un libro editado por el Centro Andaluz de la Fotografía que pretende ahora sacarlas a la luz. "Fueron totalmente invisibles ya que firmaban con nombre de padre o marido, con lo que eran completamente desconocidas. Éste fue el caso de la malagueña Joaquina Mayor que, durante mucho tiempo firmaba como “viuda de Lorichón” y estuvo activa desde la década de 1850 hasta bien avanzada la de 1860 en su Málaga natal”, nos cuenta González.
“Fueron totalmente invisibles ya que firmaban con nombre de padre o marido“
Con este fotoperiodista cordobés e investigador visitamos el que fuera el primer estudio fotográfico de Córdoba capital. Lo llevaron siempre la mujer e hija de un fotógrafo, dos artistas tras la cámara cuyo trabajo se revela ahora en estudios de retratos de la época. "Durante décadas casi hasta la década de 1980 en el letrero de la casa sólo aparecía “Señal fotógrafo”. Ellas eran las que hacían el trabajo, pero no daban la cara porque la sociedad de la época no veía con buenos ojos esta actividad laboral de la mujer", nos detalla.
Fotógrafas invisibles durante décadas
Aunque hay cosas que han cambiado desde entonces, aún quedan muchas mujeres por rescatar del olvido. Nombres como Madama Fritz, la almeriense Amalia López de López o la sevillana Pastora Escudero así lo atestiguan.
Una invisibilidad social que comienza a remitir en el periodo de entre siglos, aunque, eso sí, en la mayoría de casos tras la marca comercial de “Viuda de”, que solo saca a la luz la función profesional de las fotógrafas de forma parcial y sin el reconocimiento social personal. Un protagonismo que, curiosamente, se hace mas patente durante el siglo XX en los pueblos andaluces de tamaño medio o pequeño, donde las fotógrafas asumen públicamente con más naturalidad su papel profesional.
En otros ámbitos, como el artístico, este siglo normalizara la participación de las fotógrafas aficionadas en certámenes y concursos, con fotógrafas como la egabrense Elvira Ruiz, que es galardonada con el gran premio Kodak del año 1930.
Dentro del campo periodístico, Andalucía acoge a las primeras experiencias femeninas en el campo del fotoperiodismo de guerra con figuras como Sabina Muchart o Gerda Taro. Logros que primero la guerra paralizo y después la dictadura adormeció hasta hacer olvidar los nombres de estas fotógrafas. En todos los frentes siempre hubo mujeres. Puede que ellos escribieran la historia, pero ellas también la protagonizaron