Seis de cada diez médicos sufren síndrome de desgaste profesional y uno de cada cuatro ha estado de baja por COVID

• El impacto en la salud es transversal, pero empeora en mujeres, profesionales de Atención Primaria y con contratos temporales
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Un médico fatigado a las puertas del hospital, en una imagen de archivo.

La salud física y mental de los médicos y médicas de España ha empeorado por culpa de la pandemia de coronavirus. Un estudio refleja que seis de cada diez sufren el síndrome de desgaste profesional por la pandemia y uno de cada cuatro ha estado de baja en algún momento por motivos relacionados con la COVID-19.

“"Las mujeres, los profesionales de atención primaria y con contratos interinos o temporales son los que presentan peores indicadores de salud"“

La Organización Médica Colegial, Mutual Medica e investigadores de la Fundación Galatea han presentado este miércoles el informe, a partir de encuestas a más de 4.500 facultativos en activo de nuestro país, que constata cómo el citado síndrome -conocido también como burnout o síndrome del trabajador quemado- ha pasado de aquejar al 30 % de los profesionales antes de la pandemia al 60 %. Se trata de "una forma de estrés que se cronifica y que cursa en forma de hartazgo y de agotamiento personal, profesional o en la relación con los pacientes".

También seis de cada diez entrevistados presentan algún indicador de fatiga, dolor o estrés "incluso después de finalizado el momento álgido de la crisis", lo que supone el doble de los que había antes.

"En la mayoría de los casos, las mujeres, los profesionales que trabajan en atención primaria y los que tienen contratos interinos o temporales son los que presentan peores indicadores de salud aunque en general son situaciones muy transversales", reza el resumen del estudio.

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Problemas de descanso, fatiga y estrés

Los profesionales con un estado de salud regular o malo se han triplicado al pasar de estar en torno al 7 % al 23 %, según el "Estudio sobre la repercusión de la covid sobre la salud y el ejercicio de la profesión de los médicos y médicas de España".

También han aumentado los médicos y médicas que duermen menos de seis horas diarias (de un 14 % al 27 %) y los que reconocen tener problemas para conciliar el sueño o que se despiertan durante la noche, especialmente durante los peores momentos de la pandemia. En el caso de las dificultades para descansar, se pasó del 9,4 % inicial al 33 % en el momento de contestar las preguntas, aunque lo sufrieron hasta el 45 % de los encuestados durante los picos de la crisis.

Todo ello, ha ido acompañado de un aumento del consumo de tranquilizantes e hipnóticos. Las personas consumidoras, que son en su mayoría mujeres, han pasado del 19 % a rozar el 30 %.

Los hábitos de vida durante el período pandémico también han tendido a empeorar. Aunque no varían las cifras de fumadores, han aumentado los que consumen bastante o mucho alcohol (aunque partían de cifras muy bajas, del 4% al 7%) y los que realizan poca actividad física o deportiva. Antes de la COVID, la mitad de profesionales practicaba bastante o mucha actividad física pero después ha bajado al 28%.

Sobrecarga de trabajo y nuevos problemas

La pandemia ha supuesto para los profesionales médicos un aumento de la carga de trabajo, que partía ya de cifras elevadas: antes de la crisis sanitaria, hasta un 44 % de los encuestados trabajaba ya más de 40 horas semanales. Así, quienes trabajaban más de 50 horas semanales han pasado del 24 % al 35 % con la irrupción de la COVID-19, según el estudio.

Además, las circunstancias no han estado exentas de nuevas vicisitudes: una tercera parte de los profesionales ha tenido que enfrentarse a menudo a conflictos o dilemas éticos en este período, uno de cada cuatro ha estado de baja por causa de la COVID-19, el 20 % han tenido a algún compañero hospitalizado y el 40 % se ha tenido que aislar de su familia.

Con estas situaciones, el 20 % se ha planteado adelantar la jubilación cuando llegue el momento, y hasta el 34 % ha pensado en abandonar la profesión, aunque también han reconocido que no lo harán. No obstante, aún son pocos los que acuden a servicios de apoyo a la salud mental para hacer frente al su malestar emocional y agotamiento mental.

Respaldados en los peores momentos

A pesar de todo ello, los médicos se han sentido "masivamente" apoyados por sus compañeros y equipos en los peores momentos de la crisis (83 %) y también por los pacientes (82 %), pero solo uno de cada tres médicos ha percibido el apoyo de su organización y de los gerentes y directivos de sus centros de trabajo.

El reconocimiento social partía, según los profesionales, de niveles bajos (un 40%) que aumenta notablemente (72%) durante los momentos más duros de la crisis, pero que vuelve al punto inicial (42%) cuando los picos de carga asistencial bajan.

En Madrid y las dos Castillas, los más desbordados

Por lo general, los médicos y médicas de Castilla-La Mancha, Castilla y León y Madrid son los que tienen peores indicadores de salud y se encuentran más desbordados, según la encuesta realizada entre octubre y diciembre en todo el territorio, excepto en Cataluña, donde se inició en julio.

Por su parte, los datos de las comunidades de Andalucía y Murcia reflejan patrones diferentes al resto, con "peores" indicadores de salud en el momento de realizar la encuesta que, en lo que se ha considerado por el estudio, como el periodo "de mayor incidencia del virus". Pero la evolución del virus no ha sido homogénea en toda España. Por ello, de acuerdo con los investigadores, las diferencias se deberían "probablemente" a que estas dos autonomías se encontraban entonces en su pico de la pandemia, mientras el resto estaban en momentos de mayor control.