La realidad de la ciberdelincuencia: "Cualquier conexión a la red es una puerta abierta"
- Robos, timos, suplantaciones de identidad… los delitos informáticos han aumentado exponencialmente tras la pandemia
- Silvia Sánchez investiga la realidad de los ciberdelitos con policías expertos: “Solo un 3% de los ciberdelincuentes son condenados”
- El jueves a partir de las 23:55 en La 1: “Ladrones invisibles”
El robo a través de las pantallas está a la orden del día. Antes tenían que ir a tu casa para robarte, sin embargo, con las nuevas tecnologías, los estafadores, ladrones y criminales actúan a través de los ordenadores. Con la pandemia, los ciberataques han crecido de forma exponencial. El año pasado se pusieron en España 260.000 denuncias por delitos informáticos, sin embargo, la mayoría no se atreve a denunciar por vergüenza o miedo… En Comando Actualidad investigamos la realidad del cibercrimen: Silvia Sánchez nos relata su experiencia en la investigación.
La mirada de Silvia Sánchez
Entró en comisaría con el casco pegado a la frente, con las piernas apretadas en mallas color chillón, con las pantorrillas brillantes y afeitadas, con la camiseta pegada a la piel, con la tensión en las manos al sacar los guantes. Entró en comisaría acompañando a un hombre mucho mayor que él. Subió las escaleras rápidamente, guiando a la víctima. Llamó a la puerta de la inspectora de policía escoltando a su padre...
Abrir un mensaje “desconocido” le costó 70.000 euros
Pudo haber sucedido en cualquier comisaría de España, pero sucedió en Logroño, un 18 de marzo de 2021, a las 13:33 de la tarde. El hombre al que acompaña el ciclista es un jubilado de 73 años al que han robado 70.000 euros. Llegan para contarle a la inspectora jefe de la Policía Nacional que pasó una tarde en la que el teléfono móvil se volvió loco; vibró, se apagó y se calentó tanto que llegó a quemar en las manos. Llegan para contarle que el aparato volvió a encenderse justo antes de que el hombre de 73 años hiciera clic en un mensaje entrante sin remitente conocido.
"Solo un 3% de los ciberdelincuentes son condenados”, lo dice Silvia Barrera, policía experta en delitos informáticos. Me lo cuenta en su despacho, frente a la pantalla de su ordenador, entre pilas de denuncias, recortes de prensa y papeles blancos pinchados en la pared abarrotados de círculos rojos, flechas, números, fotos.
Me lo cuenta mientras maneja el ratón y hace bailar miles de cifras sobre el fondo blanco del monitor. Las pantallas de las computadoras son la nueva escena del crimen, y en el último año se han producido 216.000. Es la cifra oficial que camufla la realidad: “muchas víctimas no denuncian por miedo o por vergüenza. Está cambiando la manera de cometer crímenes. Todo empezó en 1995, llevamos 26 años viendo cómo crece la delincuencia en Internet, pero no se han destinado recursos. No es una moda. Es en la mensajería instantánea donde captan a las víctimas, en los mensajes directos de las redes sociales, en las páginas que ofrecen chollos en la red, en las aplicaciones de compra y venta entre particulares”, me cuenta Barrera, que es una máquina de dar respuestas.
"¿De todos los delitos que investigan, cuántos se podrían evitar?", acierto a preguntarle. "El 90 % si la gente supiera detectar…”, me contesta y prosigue: “solo de los pagos por adelantado que se hacen por internet se podría escribir una enciclopedia”.
Lleva el pelo negro recogido en una coleta, los ojos sin apenas maquillar, la mascarilla quirúrgica (también negra) le oculta el rostro. Tiene 47 años, dirige un grupo de seis policías especialistas en ladrones que ya no necesitan entrar en casa, ni burlar la alarma, ni tironearte del bolso, ni sacar la navaja… Los cacos, carteristas, rateros, descuideros, chorizos, mangantes, saqueadores, timadores, atracadores, usureros, maleantes, estafadores se ocultan ahora en la red.
Los casos se repiten
Entonces descubro que lo que le sucedió al hombre de 73 años en Logroño, le ha pasado también a Javier. Perdió 60.000 euros al descargarse una aplicación que encriptó el trabajo de 18 años de la empresa que dirige. Además, le robaron las claves del banco y 900 euros comprando en la red. Y a Rafa: secuestraron los datos de su sombrerería y le han duplicado su página web. Y a Esteban: le suplantaron la identidad para que abonara en nombre del ayuntamiento donde trabaja una factura de 83.000 euros. Y a Amaia: los ladrones la llamaron por teléfono haciéndose pasar por técnicos de la empresa Microsoft para acceder a sus claves personales.
Cualquier conexión a la red es una puerta abierta…
Entonces pienso en las claves de mis cuentas bancarias, en las del correo, en la de la tarjeta de crédito, en que he dejado abiertas las aplicaciones en mi ordenador en casa, en el pin del teléfono móvil apuntado a boli en la agenda. Entonces me doy cuenta de que cualquier conexión a la red es una puerta abierta, de que he llegado hasta aquí con un desconocimiento inconsciente: no sé nada. Y ni siquiera sé que no sé.
Te contamos más sobre los delitos informáticos el jueves a las 23:55 en La 1 de RTVE: "Ladrones invisibles". Y si quieres saber cómo navegar de manera segura por Internet entra en la serie documental del Lab de RTVE sobre ciberdelitos ‘BackUp’.