Datos sobre el estado ambiental de España: ¿qué retos se deben conseguir antes del 2030?
- DatosRTVE toma el pulso al estado ambiental de España con motivo del Día de la Tierra
- El objetivo pasa por reducir emisiones, aumentar renovables, reducir residuos y mejorar la calidad del agua
Este jueves, Día Mundial de la Tierra, se cumplen 15 meses desde que España declaró la emergencia climática. Aunque difuminada por la pandemia del coronavirus, la lucha no ha desaparecido del todo de la agenda política.
Hace tan solo unas semanas el Consejo de Ministros aprobó la primera Ley de Cambio Climático, dando forma a los retos ambientales para la próxima década, enmarcados en el Acuerdo de París. Entre ellos, se encuentran la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero un 23 % o que el 74 % de la energía sea renovable en 2030.
Pero, ¿desde qué nivel partimos? En DatosRTVE.es analizamos el estado ambiental de España y las metas de los próximos años respecto a emisiones, energías renovables, residuos y calidad del agua.
Reducir las emisiones sin confinamiento
La nueva Ley de Cambio Climático fija que las emisiones se reduzcan un 23% con respecto a las de 1990. En aquel momento fueron 289, 4 millones de toneladas (Mt), según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, por lo que el objetivo es conseguir emitir un máximo de 222,8 Mt de Co2 para 2030.
La crisis del coronavirus y el confinamiento han hecho disminuir las emisiones. Fuentes como el Observatorio de la Sostenibilidad cifra en una caída histórica de casi el 18% de las emisiones en España durante 2020 hasta situarse por debajo de 1990. Sin embargo, los datos oficiales dibujan un escenario más alejado de los objetivos.
En 2018 -último año con para el que el Ministerio publica datos - España emitió 334,3 Mt. La cifra supone una disminución con respecto a los últimos diez años, pero es un 15,51 % más que en 1990. Si tomamos este dato como referencia de la normalidad a la que España podría volver tras la pandemia, habría que disminuir casi un 40 % las emisiones para llegar a la cifra proyectada para 2030.
Duplicar las renovables en una década
De las emisiones de España a la atmósfera, un 29 % corresponde al transporte, por lo que el Gobierno ha estipulado que no podrán venderse vehículos que emitan dióxido de carbono a partir de 2040. Le sigue la industria (20,6%) y la generación de electricidad (13,5%) para el cual la ley de Cambio Climático apunta a un impulso de las renovables que reduzca también las emisiones de los transportes.
Concretamente, las fuentes de energía renovables de la generación eléctrica en 2020, lo que supone 6.1 puntos más que el año anterior y su mayor cuota desde que existen registros, según los datos de la Red Eléctrica de España (REE). La eólica fue la responsable de algo más de la quinta parte de la producción total de energía (21,7%), liderada por poco por la nuclear ( 22,2%).
En una década la presencia de las renovables, sin embargo, la nueva ley aspira a que se duplique el crecimiento y llegue a un 74% en 2030 y al 100% en 2050. Esta proyección, en cambio, ha hecho resurgir el debate sobre los grandes parques solares y eólicos en el mundo rural y sus efectos en la biodiversidad.
Producir un 15% menos de residuos
Otro de los parámetros para medir el estado ambiental de España es el tratamiento de los residuos. España cuenta desde junio de 2020 con la Estrategia Española de Economía Circular y uno de sus objetivos es disminuir la producción de residuos un 15% respecto de lo generado en 2010. En aquel momento, se superaron los 137 millones de toneladas, según datos de Eurostat, una cifra que se volvió a alcanzar en 2018.
Si se siguen estos datos, el objetivo es que en 2030 la producción de residuos en España no supere las 116 millones de toneladas, una meta que solo se ha conseguido en 2014. Con la pandemia, este reto es aún mayor debido al aumento de las mascarillas y guantes de plástico tanto en las ciudades como en los entornos naturales.
Alcanzar un 72 % de ríos, lagos y costas en buen estado
El agua es también uno de los retos pendientes en nuestro país. Solo el 58,7 % de masas de agua superficiales (ríos, lagos y costas) alcanzan la calificación de bueno o potencial ecológico y químico necesarios, según un informe provisional sobre el seguimiento de los planes hidrológicos del Ministerio para la Transición Ecológica.
El dato, referente a 2019, supone una mejoría con respecto a 2014, cuando solo el 46 % de las masas se declaraban en buen estado, sin embargo, aún queda lejos del objetivo del 72% fijado por el Ministerio de Teresa Ribera en 2021. En lo que respecta a las aguas subterráneas, en el año 2019, el porcentaje de masas en las que suspendían en calidad fue del 45 % frente al 33,5 % mínimo establecido para 2021.
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