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Aumenta el hábito de lectura tras el confinamiento

  • El incremento de lectores se traduce en una subida en la venta de libros
  • Los españoles siguen apostando por el libro en papel y por las librerías de barrio

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Librería Toro Ibérico de la ciudad de Cuenca
Librería Toro Ibérico de la ciudad de Cuenca

A propósito del Día del Libro que se celebra hoy, 23 de abril, nos hemos preguntado cuál es el hábito de lectura en nuestro país y, por ende, cómo se encuentra el sector de las librerías desde que comenzó la pandemia.

Los meses de confinamiento marcaron un máximo histórico de lectores frecuentes y de tiempo dedicado a la lectura. Unos datos que, lejos de disminuir una vez finalizado el aislamiento, se han mantenido en el tiempo según ha revelado el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros. El sector de las librerías ha notado este auge y algunas tiendas aseguran haber duplicado sus ventas en este comienzo de 2021.

Más lectores, más horas de lectura

En la calle hemos encontrado testimonios de todo tipo. Desde personas que leen uno o dos libros al mes hasta otras que confiesan que habitualmente no lo hacen mucho. En España, según el citado Barómetro de 2020, el 64% de la población lee en su tiempo libre. Esto supone un incremento respecto al año anterior, donde la media se situaba en el 62,2%.

Cogí el hábito de leer y he seguido leyendo más

Y es que lo cierto es que el libro fue en el año de la pandemia el compañero de viaje perfecto para muchos ciudadanos que buscaban serenidad y entretenimiento entre tanta incertidumbre. “Teníamos tanto tiempo que lo he dedicado sobre todo a aumentar mi tiempo de lectura”, “cogí el hábito de leer y he seguido leyendo más”, nos comentaban en la calle.

Si en 2019 la media de horas de lectura era de 6 horas y 55 minutos a la semana, en el confinamiento aumentó a 8 horas y 25 minutos. Pero lo destacable es lo que ocurrió después: la estadística no ha vuelto a retroceder, sino que, después del aislamiento, se ha mantenido en 7 horas y 25 minutos; es decir, casi media hora más que el año anterior.

El sector de las librerías respira

Los profesionales del sector han percibido este aumento de lectores. “Nosotros estamos muy contentos porque los clientes nos comentan que, gracias al confinamiento, han descubierto o retomado el hábito a la lectura”, se alegra Julián Saiz Garrote, Presidente de la Asociación de Libreros y Papeleros de Cuenca.

Las ventas se han duplicado. La gente tiene más tiempo y no gasta tanto dinero

Las ventas en 2020, a pesar del cierre temporal de los establecimientos, aumentaron un 10%. Ahora, en el presente año, librerías como El Toro Ibérico de Cuenca aseguran haber duplicado incluso su facturación. “Se ha doblado, sí. La gente tiene más tiempo, no viaja, no gasta tanto dinero… Al fin y al cabo, tienen que entretenerse… Qué mejor que con la lectura y la cultura”, apunta su propietaria Verónica Rojas.

Preferencia por el papel y las librerías tradicionales

La pandemia ha fidelizado más lectores y, además, lo ha hecho en papel. Muchas personas, después de pasar horas tras la pantalla por teletrabajo o entretenimiento, parecen preferir un libro físico. Y es que, según el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros, solo un 30% de la población de más de 14 años lee libros en formato digital. Entre los motivos expresados en la calle: “prefiero un libro físico porque a mí me gusta abrirlo y olerlo”, “te da la sensación de que estás leyendo de verdad”, “sé por qué página voy, si me queda un tercio, la mitad… me gusta más”.

Colas para comprar libros en Cuenca

Colas para comprar libros en Cuenca RTVE CASTILLA-LA MANCHA

Además, cabe destacar que la librería tradicional se mantiene como el principal canal de compra de libros no de texto. Un 71% de los compradores en 2020 eligieron estos establecimientos para la adquisición de algún ejemplar.

Se sigue confiando en la atención personalizada

En la librería El Toro Ibérico aprecian esta tendencia: “la gente me pregunta por libros incluso por Whatsapp y espera a que nos llegue a la tienda. Se sigue confiando en la atención personalizada, por lo menos aquí en Cuenca”, asegura Verónica Rojas.

Con todo ello, la fidelidad a la tienda de barrio, unida a la preferencia por el papel y sumada al aumento de lectores, hace que el sector de las librerías respire y pueda combatir la crisis económica derivada de la pandemia.