El libro sale inmune de la pandemia: "Nos sentimos privilegiados dentro del sector cultural"
- Editoriales y librerías confirman los buenos datos de ventas en el último año
- El aumento de tiempo de ocio en el hogar se ha traducido en mayor tiempo de lectura
Al libro no le queda ya ningún rival que superar en el siglo XXI. Se mantuvo impertérrito mientras internet fue aniquilando cada uno de los soportes físicos de la cultura, supo capear la piratería que arrasó la música, y ninguna de las hipotéticas ventajas del e-book ha logrado evitar que las librerías de los domicilios sigan creciendo. ¿Qué aparece una pandemia que nos encierra dos meses en casa y obliga al cierre de comercios? Ningún problema: 2020 cierra con crecimiento de lectores y ventas. Hasta han abierto nuevas librerías.
¿Cuál es la causa? Hace exactamente un año, el panorama del Día del libro auguraba un futuro sombrío. Librerías cerradas durante dos meses, editoriales en ERTE, ni Sant Jordi en Cataluña ni Feria del Libro en Madrid y dudas sobre cómo afectaría a los hábitos de lectura de los ciudadanos. Con todas esas trabas, las editoriales han vendido en 2020 en libros de ficción y no ficción un 1% más que en 2019. Y las librerías dan por bueno el 8% de pérdidas teniendo en cuenta el cerrojazo.
“Nos sentimos privilegiados dentro del sector cultural”, resume Álvaro Manso, portavoz de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal). “Hemos tenido una afluencia de público importante y una buena campaña navideña. Y la tendencia sigue siendo al alza”.
Los editores señalan además a la estabilidad del sector. “El libro de ocio (ficción, no ficción, literatura infantil y juvenil) tiene un comportamiento acíclico que hemos comprobado en otras crisis. Si la economía va muy bien no crecemos en tasas muy espectaculares, pero sí va mal, tampoco caemos mucho”, explica Patrici Tixis, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España.
El tiempo de lectura se dispara en pandemia
La primera conclusión es que la pandemia ha estimulado la lectura. Más tiempo de ocio en casa se ha traducido en más tiempo de lectura. El Barómetro de lectura reflejó que, durante los meses de confinamiento, la lectura de libros por ocio se disparó hasta las 8 horas y media semanales, récord histórico de lectura. Y que eso afectó al total del año hasta acumular media hora más semanal que 2019.
Pero la inercia, como la pandemia, no ha detenido. Con el toque de queda aún vigente, el tiempo de ocio casero sigue siendo superior al de la antigua normalidad. Según Cegal, en el primer trimestre de 2021 las librerías han facturado 87 millones, dos más que el primer trimestre de 2019 (los datos de 2020 no sirven porque incluyen semanas de confinamiento). La tarta se reparte así: 25 millones para la no ficción, 24 para la narrativa y 17 para la literatura infantil y juvenil.
Las librerías siguen reinando en la era de la distancia social
“A finales de abril de 2020 nos empezamos a dar cuenta de que algo estaba pasando. A pesar de que las librerías estaban cerradas, los libreros nos contaban que los lectores les pedían que les metieran libros en bolsas y se los dejasen en cualquier local esencial abierto. Parecía como la ley seca en EE.UU.”, recuerda Tixis. “Se ha demostrado que los libros son un bien esencial, tanto como una lechuga o una patata, para la supervivencia emocional de las personas. Los libreros son la farmacia de guardia del mundo del libro y hay que cuidarlos”.
Esa demanda se tradujo en una respuesta importante de los lectores, cuya primera opción sigue siendo la librería. Desde CEGAL celebran el idilio: “Hemos tenido muchos correos de apoyo. Los lectores han vuelto a su refugio y han comprado más a la vuelta. Y eso que no hemos podido organizar presentaciones o actos, que también son generadores de ventas. En Barcelona se han abierto nuevas librerías y no ha habido cierres debido a la crisis. Y el concepto de libro como regalo valioso se ha extendido”
Auge del comercio online
Pese a la importancia de las librerías, el sector editorial no es ajeno a una tendencia mundial: el crecimiento del comercio online. Antes de la pandemia de cada 100 libros que se vendían en España, 80 eran una librería, 15 por comercio electrónico y 5 eran e-books. Ahora, las librerías son 70%, comercio electrónico un 23% y el resto e-books. La brecha ahí es generacional: el 49% de la población entre 25 y 44 años prefieren este canal, lo que supone una amenaza en el medio y largo plaza para las librerías.
Para competir con Amazon, CEGAL impulsó en noviembre todostuslibros.com. Pasó de 30.000 usuarios a 190.000 actuales, vendiendo 58.000 ejemplares. “No es la más rápida, pero es algo más que un ‘carrito de la compra’. Es más cercana, asesora y recomienda, y la gente lo está valorando”.
El talón de Aquiles de la piratería
Tras las históricas bajas cifras de implantación del e-book se esconde también una disonancia que también refleja el Barómetro de lectura. Pese a que las ventas de e-book suponen un 6%, un 20% de lectores dicen que lo hacen en formato digital, lo que puede dar una idea del alcance de la piratería en el sector editorial.
“Antes estaba más localizada en página webs, pero este año las estrellas son las plataformas de mensajería, como whatsapp o telegram, y Facebook, donde los lectores se agrupan y comparten archivos”, explican los editores.
Con todo, el libro tiene mucho que celebrar en su día. Aunque tal vez, como decía Umberto Eco, sea un objeto tan perfecto que no necesita ni quien le defienda: “El libro es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez se han inventado, no se puede hacer nada mejor”.