Correos pide la "retirada inmediata" del vigilante que no detectó las cartas con balas a Marlaska, Iglesias y Gámez
- La compañía ha abierto un expediente a la empresa encargada de clasificar y escanear la correspondencia
- Los sobres fueron matasellados e inspeccionados el día 19 a las 17:48 horas, sin que el operador fuera capaz de detectarlos
Correos ha solicitado la "retirada inmediata" del servicio del vigilante de seguridad que no detectó en el escáner las tres cartas con amenazas, que contenían munición de diferente calibre sin percutir, dirigidas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; a la directora de la Guardia Civil, María Gámez; y al candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias.
En un escrito, la compañía señala que ha recuperado las imágenes grabadas en sus equipos de inspección, instalados en el Centro de Tratamiento Automatizado de Madrid (Vallecas), y que se ha comprobado que los tres sobres anteriormente citados fueron matasellados e inspeccionados el día 19 a las 17:48 horas, sin que el operador de servicio fuera capaz de detectarlos.
Ante una circunstancia que se encuentra tipificada como un "incumplimiento muy grave", Correos ha decidido abrir un expediente a la empresa encargada de escanear la correspondencia. La empresa ha notificado la apertura del mencionado expediente y apercibimiento "más severo", por el incumplimiento en el que se ha incurrido y por "el daño a la imagen, al prestigio y al buen nombre" de Correos.
Asimismo, ha solicitado la retirada "inmediata" del servicio de Correos del vigilante de seguridad por ser la persona que operaba el equipo reseñado, en el momento en el que las tres misivas pasaron por la inspección radiológica que determinan los procedimientos de seguridad de Correos, "sin que fuera capaz de identificar los proyectiles que portaban".
La policía apunta a un mismo autor
La policía y la Guardia Civil ya están investigando la procedencia de las cartas, tras la denuncia de los afectados. Según han explicado fuentes policiales a TVE, todo apunta a que una misma persona fue quien las escribió.
En las tres misivas coincide la letra, el sobre, el matasellos y el tipo de munición, según fuentes cercanas a la investigación. Se trata de balas de del calibre 7,62, las que utilizaba el antiguo fusil de asalto CETME del Ejército y que también tenían las Fuerzas de Seguridad. Actualmente se usa en menor medida en algunas ametralladoras y es posible comprarlas a través de Internet.
El caso de las cartas amenazantes ha agitado la campaña electoral en Madrid después que el viernes pasado Iglesias abandonara un debate electoral en la Cadena Ser cuando la candidata de Vox a presidir la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, expresara sus dudas sobre la veracidad de las cartas amenazantes.
Posteriormente, Vox anunció que se personará como acusación popular en el caso de las cartas. "Queremos que la investigación policial y judicial determine quién o quiénes son los autores de estas cartas", señaló en un mensaje en Twitter.
CSIF defiende a los trabajadores pero pide investigar el envío
El sindicato CSIF ha defendido la profesionalidad de los trabajadores de Correos, pero reclama llegar hasta el final para verificar si ha habido un error que haya podido comprometer la seguridad de las tres personas que recibieron las cartas con balas y amenazas.
CSIF indica que "nunca había pasado esto", justifica que todos los envíos están sometidos a unos controles exhaustivos y recuerda que Correos llega a diario a 25 millones de hogares y a tres millones de empresas e instituciones de España, pero exige un examen del protocolo de Correos que permita "llegar hasta el final y verificar si en esta ocasión hubo algún error que comprometiese la seguridad de la ciudadanía".
Por su parte, el sindicato profesional de seguridad privada Alternativa Sindical ha puesto en duda que fuera por un error del vigilante de seguridad el que hubieran llegado a sus destinatarios estas cartas.
En un comunicado, el sindicato "exige a Correos y a al Jefe de Seguridad que ha responsabilizado al vigilante, que investigue las causas que supuestamente han llevado a concluir que ha sido error del vigilante de seguridad y no del buen funcionamiento o calidad de sus propios sistemas de escáneres automatizados, antes de poner en duda el buen nombre de los profesionales de seguridad".
Mientras, UGT pide al Gobierno que reflexione sobre el modelo de contratación pública de la seguridad privada, "basado en el factor precio y no en la calidad de los servicios".
El sindicato cree que lo ocurrido en Correos merece un análisis "en mayor profundidad" por parte del Ejecutivo "que culpabilizar al vigilante que presuntamente no detectó los sobres en el escáner".