Beriain, en 2017: "El miedo más profundo que siente alguien en este trabajo no tiene que ver con que te disparen"
- El periodista navarro, asesinado en Burkina Faso, explicó su oficio en el programa semanal de TVE
- David se consideraba "un privilegiado" porque le podía dedicar más tiempo al periodismo que otros compañeros
"El miedo más profundo que siente alguien en este trabajo no tiene que ver con que te disparen o te secuestren, que también, sino con que cuando te acercas a ese sicario, traficante o guerrillero, que es una persona que mata, que secuestra, que trafica..., a uno casi le gustaría sentir que hay una distancia sideral, pero te das cuenta de que es muy parecido a ti, y eso asusta". Son palabras de David Beriain en mayo de 2017 sobre su visión del periodismo, su profesión grabada a fuego. Fue durante una entrevista en el programa Cámara Abierta de TVE en la que relataba la posición que adquiere el reportero en los escenarios de conflicto.
Desde la selva de las FARC a la guerra en Mozambique
Localizaciones remotas a las que llegaba con su productora "93 metros", creada en 2012 junto a su colega Adriano Morán y a la que Beriain, según contaba en el programa, puso nombre: "93 metros es la distancia que hay entre la casa en la que vivía mi abuela Juanita y el banco de la iglesia en la que siempre rezaba", relataba Beriain, asesinado este lunes por hombres armados en Burkina Faso donde trabajaba en un reportaje sobre la caza furtiva.
“A veces, la historia más grande está en el lugar más pequeño“
"Esos 93 metros es el trozo de mundo que ella habitaba. No salía de ahí prácticamente. Nosotros nos llamamos 93 metros porque queremos recordarnos que a pesar de hacer historias que son grandes, épicas, exóticas... de esas que supuestamente importan, no nos olvidamos nunca de que, a veces, la historia más grande está en el lugar más pequeño y que, en este caso, a mi abuela le sobraron 93 metros para contar el relato más grande de todos: para encontrar su verdad", explicaba Beriain sobre el origen del nombre de su productora.
David se sentía un "privilegiado"
En aquel momento, el reportero navarro contaba en el espacio de RTVE su trabajo en una trilogía sobre el Cártel de Sinaloa, donde estuvieron sobre el terreno cuatro meses y, posteriormente, año y medio finalizando el proyecto. "Yo soy un privilegiado -reconocía David-, como documentalista tengo el tiempo para hacer la inversión en realidades que no están al alcance de la mayoría de periodistas porque no tienen ese tiempo".
“No creemos en la manipulación“
Su compañero de andadura en "93 metros", Adriano Morán, también relató los principios innegociables de su proyecto: "No creemos en la manipulación, no nos casamos con nadie, no creemos en signos políticos... Creemos en las libertades sociales, en la creatividad, en la libertad, en la virtud. Creemos en la emoción, que es información pura. No creemos en las cosas blancas y negras, y esto no significa vivir en la indefinición, nos mojamos mucho. No es tomar partido, es encontrar la verdad pese a quien le pese y cueste lo que cueste".
Cámara Abierta, detrás de la historia
Esta es la filosofía de trabajo de estos dos periodistas inquietos con la que se topó Dani Seseña, director de Cámara Abierta y que decidió plasmar en el programa. "Fue muy impactante, porque no todos los días te encuentras a una persona como David que cree por encima de todo en su oficio e incluso arriesgando su vida", explica Seseña, quien gestionó el reportaje tras conocer su proyecto en un congreso de periodismo. "Sobre todo, en esta entrevista se cuenta lo que desgraciadamente ya ha pasado; él ya está diciendo... que en cualquier momento".