Detección automática y doble aviso de seguridad: así es el protocolo de Correos ante los envíos sospechosos
- Los sindicatos UGT y CC.OO. denuncian que la compañía no actualiza los protocolos de seguridad desde 2009
- El servicio postal sostiene que ha reforzado la seguridad y ha elevado el nivel de alerta en todas las operaciones
Las cartas con amenazas de muerte recibidas en los últimos días por varios representantes políticos han puesto en el punto de mira los protocolos de seguridad en Correos, más si cabe después de que los sindicatos UGT y CC.OO. hayan denunciado que la compañía no los actualiza desde 2009, es decir, desde hace 12 años, y que, de los 22 millones de envíos diarios, solo pasan por los escáneres de seguridad un 4 % del total. O lo que es lo mismo: de los más de 6.600 millones de envíos al año, solo se revisan 300 millones.
Correos, sin embargo, ha desmentido “rotundamente” estas cifras, añadiendo que el volumen de admisión diario de envíos en el momento actual está en torno a los 5 millones y el 100 % de los considerados de “riesgo” pasan por los escáneres del servicio postal. Al respecto de los proyectiles registrados, la compañía ha aclarado que "desgraciadamente y por un error" ajeno a sus protocolos siguieron su curso hasta su destino, si bien se ha procedido al refuerzo de la seguridad y a elevar el nivel de alerta en todas las operaciones.
Una medida que también estudia el Gobierno, según adelantó su portavoz, María Jesús Montero, en la habitual rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Tras la llegada a dependencias de Interior y de la Guardia Civil de tres sobres con balas y amenazas para Fernando Grande-Marlaska, Pablo Iglesias y María Gámez, Montero señaló que el Ministerio del Interior revisará dichos protocolos de seguridad a fin de determinar si es conveniente reforzar los mecanismos de control de paquetería.
Precisamente las últimas cartas enviadas este martes, dirigidas a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y a la directora de la Guardia Civil, María Gámez, han sido detectadas en el centro de distribución de Correos en Sant Cugat (Barcelona) y en el centro de tratamiento de Vallecas (Madrid), respectivamente.
Pero, ¿cuáles son estos protocolos?
Toda la correspondencia que llega diariamente a una provincia o comunidad uniprovincial en España pasa por la Central de Correos de dicho territorio para someterse a unos determinados controles de seguridad. En el caso de los tres sobres dirigidos a Marlaska, Iglesias y Gámez fueron matasellados e inspeccionados el día 19 de abril a las 17:48 horas en el Centro de Tratamiento Automatizado de Madrid, en el barrio de Vallecas, apunta Correos.
Una vez llegan a dichos centros, los envíos se distribuyen en función de su volumen: los sobres pasan por un circuito de clasificación y los paquetes por las llamadas máquinas de radioscopia, que son las que ha causado la polémica. Esta normativa cambió en 2019 para su “relajación”, subrayan UGT y CC.OO.: desde entonces, solo los envíos postales de más de 100 gramos de peso están obligados a pasar por los escáneres de seguridad.
Las cartas dirigidas a los líderes políticos, explica a RTVE.es la portavoz del sindicato de seguridad privada Alternativa Sindical, Aurora Vaquero, pasaron directamente al escáner de paquetes debido a su tamaño. “Un sobre acolchado y voluminoso”, más aún si contenía balas en su interior, explica Vaquero, “no cabe por la ranura de clasificación porque es muy fina, casi milimétrica”.
Una vez en el escáner, los paquetes son visualizados por un vigilante de seguridad, que tiene acreditado un curso de radioscopia. Según señala la portavoz sindical, especialista a su vez en equipos de estas características, estos aparatos tienen un sistema de detección automática de acumulación de masa, generalmente metálica, y emiten un doble aviso de seguridad cuando encuentran un objeto que no se sitúa dentro de los parámetros estipulados: una señal acústica en forma de pitido y un aviso en pantalla.
“Este sistema de alerta sirve de apoyo para que el vigilante preste atención cuando la máquina detecta esta acumulación de masa anormal, para que se examine de manera mucho más exhaustiva por parte del personal de seguridad”, asegura Vaquero. Así, si el vigilante observa una amenaza, avisa al responsable de seguridad del organismo oficial. En este caso, es el jefe de seguridad de Correos, que a su vez eleva la denuncia a la Policía Nacional. Si no se detecta nada, el sobre o paquete sigue su curso; en este caso a un Ministerio o a la Dirección General de la Guardia Civil.
¿Y qué pasa en el Ministerio?
El proceso es prácticamente el mismo en un organismo como el Ministerio del Interior. En este caso, "todos los paquetes que entran son escaneados”, asegura el inspector de Policía y presidente de H50, Serafín Giraldo. “De hecho, las cartas al ministro Marlaska se escanearon y fueron detectadas antes de que llegasen a su destino. Lo mismo que sucedió con el sobre con la navaja dirigido a la ministra Reyes Maroto”, apunta.
Giraldo confirma que el escáner en el Ministerio funciona de la misma manera que en Correos, ya que emite un doble aviso de seguridad, si bien a cargo del escáner no está un vigilante de seguridad, sino un agente de la Policía Nacional o la Guardia Civil. “De esta forma, para que llegue una carta al Ministerio tiene que pasar dos filtros: primero el filtro de Correos y después el del Ministerio. Y los dos tienen similares escáneres que dan imagen y sonido”, recalca.
El inspector apunta a que la persona que envió las tres cartas con balas “no es un profesional” ya que ha enviado el cartucho entero, lo cual facilita la labor de la Policía. Según nos explica Giraldo, un cartucho se compone de un proyectil y de una vaina; precisamente en la vaina lleva una numeración, la cual indica la fábrica, el origen, incluso el destino. “Un experto en armas no envía un cartucho entero, envía solo el proyectil”, asegura, ya que “el efecto intimidatorio es el mismo y, al mismo tiempo, no facilita la labor de los agentes”.
Además, insiste en la idea de que los sobres deben abrirlos los técnicos y el personal especializado, pues cualquier elemento que haya en su interior, sobre todo al tratarse de amenazas de gravedad, “son pruebas y forman parte de un procedimiento judicial”. De lo contrario, apunta, “se pueden destrozar elementos indiciarios de un delito”.
Correos señala al vigilante de seguridad
A raíz de la polémica, Correos ha abierto un expediente a la empresa de seguridad que el pasado 19 de abril no detectó las tres cartas con balas y ha solicitado la "retirada inmediata" del servicio del vigilante de seguridad al “no ser capaz de identificar los proyectiles que portaban" dichos sobres en su interior. A juicio de la empresa de servicio postal, se trata de una circunstancia que se encuentra tipificada como un "incumplimiento muy grave".
Para la portavoz de Alternativa Sindical “no es justo" cargar la responsabilidad sobre el vigilante. “Antes de pedir que se despida a un trabajador, lo primero que se tiene que hacer es abrir un expediente e iniciar las investigaciones oportunas. No se puede pedir con tanta alegría que cesen a una persona como el que busca un cabeza de turco”, señala Vaquero, al tiempo que insta a que la investigación se extienda a la empresa de seguridad y al propio Correos.
“No queremos que se siga estigmatizando a una persona trabajadora y menos teniendo en cuenta que este trabajador está realizando jornadas de 8 o 10 horas continuadas de visualización de imágenes”, añade.
También el sindicato CSIF ha defendido la profesionalidad de los trabajadores de los centros de clasificación de Correos: "Mueven millones de envíos a lo largo de cada día y nunca ha pasado lo que ha ocurrido esta vez (…) Recorren a diario cerca de 600.000 kilómetros, que es el equivalente a dar 15 veces la vuelta al mundo. Y es la primera vez que pasa esto", aseguran en un comunicado. De hecho, el servicio postal sí ha detectado las cartas con amenazas enviadas esta semana a Ayuso y Gámez.
El Ministerio del Interior reforzará los protocolos
Ante este contexto, tal como ha anunciado Montero, el Ministerio del Interior revisará sus protocolos de seguridad a fin de determinar si es conveniente reforzar los mecanismos de control de paquetería tras la llegada de dichos sobres a sus dependencias y a las de la Guardia Civil. Correos, por su parte, ha destacado que se ha procedido al refuerzo de la seguridad y a elevar el nivel de alerta en todas las operaciones de la compañía.
En este sentido, Vaquero cree que es “necesario” invertir en personal de seguridad, ya que en su opinión “una persona no puede cargar con todo el trabajo”, pero también en medios. “Hay que ver qué tipo de máquinas tienen instaladas porque a lo mejor es una maquina deficiente o antigua”, subraya, a la vez que destaca que actualmente existen máquinas de radioscopia en el mercado que “ofrecen características muchísimo más avanzadas”.
Mientras que Giraldo reconoce que no sabe cómo van a llevar a cabo esta labor desde el Ministerio, ya que hasta ahora no ha habido fallos: “Sinceramente no sé cómo se puede reforzar si no es metiendo más máquinas. Si en vez de un filtro pasa cuatro, me parece bien, pero realmente el sistema ha funcionado hasta el momento”, sentencia.