El Gobierno empeora la previsión de déficit público hasta el 8,4% del PIB para este año y la deuda alcanzará el 119,5 %
- Lo sitúa siete décimas por encima de la estimación de otoño por la rebaja del crecimiento económico
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El Gobierno estima que el impacto de la COVID-19 en las cuentas públicas españolas en 2021 será “menos severo” que en el primer año de pandemia, cuando cerró con un déficit público cercano al 11 %, el segundo más alto de la Unión Europea (UE), si bien empeorará con respecto a su anterior previsión en siete décimas, ascendiendo hasta el 8,4 % este año. En la misma línea, la deuda pública descenderá hasta el 119,5 % del Producto Interior Bruto (PIB) este año, desde el 120 % de 2020, para continuar reduciéndose hasta el 112,1 % en 2024.
Así lo ha anunciado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el marco de la presentación del Programa de Estabilidad para el periodo 2021-2024 y la actualización del cuadro macroeconómico que el Ejecutivo remitirá a Bruselas este viernes, junto con el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia, y que contempla ahora un crecimiento del PIB del 6,5 % para este año ante el impacto de la tercera ola de la COVID-19 y el retraso de los fondos europeos.
La última estimación del Gobierno es que el déficit público cerraría este año en el 7,7 % del PIB, una cifra que ahora se ve modificada al alza, según ha explicado Montero, al retraso de la recuperación hasta 2022. Las estimaciones del Ejecutivo de Pedro Sánchez son más optimistas que las del Fondo Monetario Internacional (FMI), que hace dos semanas avanzaba que el déficit subirá al 9 % en 2021, esto es, ocho décimas más que en su anterior pronóstico.
Así, el Gobierno prevé que que el déficit público se eleve este año hasta el 8,4 % y que progresivamente se vaya reduciendo, pasando del 5 % en 2022, el 4 % en 2023 y hasta el 3,2 % en 2024. Según Montero, la reducción del déficit este año respecto al anterior será "la segunda mayor de la serie histórica en nuestro país", mientras que la corrección en más de tres puntos del déficit en 2022 está relacionada con la mejora de la actividad ante el fin de la emergencia sanitaria y la consiguiente reducción de los estímulos.
"Demostramos que la responsabilidad fiscal del Gobierno se mantiene intacta a pesar de que las reglas fiscales se mantienen suspendidas en 2022", ha apuntado la ministra, quien ha reiterado su confianza en que Bruselas mantenga también para el año que viene la suspensión de las reglas fiscales para poder seguir revitalizando la economía sin recurrir a políticas de ajuste que retraigan el consumo y la inversión pública, una decisión que el Eurogrupo se ha comprometido a tomar antes de que finalice junio.
La deuda se situará en el 119,5 % este año
En lo que se refiere a la deuda pública, la previsión del Gobierno es que descienda al 119,5 % en 2021, desde el 120 % de 2020, y siga la senda bajista hasta alcanzar el 112,1 % en 2024. De esta forma y siempre que se cumplan estos pronósticos, la ratio de deuda sobre PIB seguirá situándose durante el próximo lustro por encima del umbral del 110 % y muy lejos del 60 % que marca el Pacto de Estabilidad del euro.
En las anteriores proyecciones de otoño, presentadas junto a los Presupuestos Generales del Estado, el Ejecutivo estimaba que la deuda descendiese hasta el 117,4 % del PIB tras cerrar el pasado año en un máximo histórico del 120 % del PIB, casi 25 puntos más que un año antes, en parte por el impacto de la consolidación de la Sareb -el conocido como banco malo- dentro del sector público.
La ministra ha explicado que las cifras avanzadas este viernes corresponden a “un escenario inercial” que no incorpora el impacto de las reformas pendientes, que tendrán sin duda un importante efecto sobre las cuentas públicas. Según Montero, dichas reformas, como la del mercado laboral o las pensiones, deben dejarse para el diálogo social. "Una reforma no es un papel que se manda a Bruselas", ha insistido la ministra, al tiempo que ha señalado que todas ellas estarán "encaminadas a aumentar el crecimiento y eso mejorará el saldo fiscal”.
Prevé una recaudación un 7,6 % mayor
La ministra también ha adelantado que el Gobierno prevé finalizar el año con una recaudación de 275.243 millones de euros, un 7,6 % más que el año anterior. "Es una cifra similar a la que se registró en 2019, es decir, en época previa a la pandemia", ha apuntado, destacando que habrá avances en todos los impuestos. El grueso de esa recaudación saldrá del IRPF, más de 100.000 millones, pero la mayor subida de ingresos se espera en el impuesto de sociedades, casi un 14 %. Además, las arcas del Estado percibirán cerca de un 8 % más por el IVA y más de un 4 % por otros impuestos.
Según Montero, la mejor evolución de la recaudación tributaria respecto al PIB permite que el impacto de la peor previsión de PIB sea menor. "Es la primera vez en la serie histórica que la recaudación es mejor que la previsión de crecimiento", ha explicado, recordando que en 2020 el PIB cayó un 9,9 %, mientras que la recaudación lo hizo un 8,8 %.
La ministra también ha señalado que la caída del PIB en un 0,5 % avanzada este viernes para el primer trimestre está en línea con las proyecciones del Ejecutivo y "no compromete" su previsión de crecimiento para este año. Asimismo, ha subrayado que se están conociendo ahora datos referentes al mes de marzo que apuntan a un cambio de tendencia, como las ventas del comercio minorista o los datos de empleo, donde 190.000 personas han salido de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) desde el 1 de marzo, reduciéndose la cifra de personas protegidas mediante este mecanismo hasta las 640.000.
Ante este contexto, Montero ha señalado que la senda prevista es "coherente" con el cuadro macroeconómico presentado hace unas semanas por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que incluye los datos de crecimiento de PIB y las cifras de empleo desempleo previstas para los próximos años. La propia Calviño avanzó entonces que la situación sanitaria y el retraso en la llegada de los fondos europeos han obligado a recortar las estimaciones de crecimiento para este año en más de tres puntos, si bien el Ejecutivo confía en que se recupere en 2022, con un avance de la actividad del 7 %. Unas estimaciones que se sitúan en línea con las proyectadas por los organismos nacionales e internacionales en las últimas semanas.