Sesgos de género en el sector financiero: "El techo de cristal no es una cosa explícita"
- La directora de Desarrollo Corporativo en Triodos Bank España, Castañeda afirma que todavía quedan muchos sesgos de género
- Ya puedes ver Objetivo Igualdad, 'Igualdad y empresa' en la web de RTVE.es y en Canal 24 Horas a las 00.30 horas
Hemos quedado con Sandra Castañeda en la Residencia de Señoritas. No es casual la elección de este escenario para entrevistar a una mujer que trabaja en un mundo tradicionalmente masculinizado como el sector financiero. Desde su fundación en 1915 hasta su cierre en 1939, este lugar fue el equivalente femenino de la Residencia de Estudiantes. Igual que allí se dio el caldo de cultivo que hizo crecer a genios de la talla de Buñuel, Dalí o García Lorca, el edificio de la calle Fortuny acogió a las jóvenes más avanzadas e intelectualmente valiosas de la época. Bajo la dirección de María de Maeztu, el eleco de profesoras y colaboradoras es impresionante: María Zambrano, María Goyri, Zenobia Camprubí, Maruja Mallo, Clara Campoamor, María Lejárraga, Gabriela Mistral...
Sandra Castañeda, agradable y cercana, nos espera en el jardín del edificio, en el que hoy se ubica la Fundación Ortega y Gasset. Viste un traje de chaqueta pantalón y unas deportivas que se cambia por unos zapatos para la entrevista. Sandra es directora de Desarrollo Corporativo en Triodos Bank, una banca ética. La banca en Europa, como el resto de grandes empresas tiene todavía muy pocas mujeres en sus órganos directivos.
-¿Por qué sentiste una vocación por esta profesión?
-Realmente no fue por esta profesión. Lo que estaba buscando era lo que he buscado durante toda mi vida profesional: cuáles eran las claves para cambiar el mundo que no me gustaba. Yo empecé en cooperación para el desarrollo, estudié Derecho, soy jurista por estudios, pero realmente no he ejercido. En cooperación me di cuenta de que aquello que estábamos haciendo en países empobrecidos era algo hipócrita. Luchábamos por ese 0,7 % cuando el 99,3 % del presupuesto se estaba yendo a políticas de explotación, de abuso, de destrucción.
“Es muy poderoso el uso consciente del dinero“
Me parecía un mundo que no era una de las claves que yo estaba buscando. Ahí encontré casi por casualidad el germen de Triodos Bank en España y fue un descubrimiento. Era una forma de utilizar el dinero para cambiar el mundo, para mejorar la vida de las personas en este mundo occidental que nos tocaba vivir. Ahí empecé y me enganchó y luego me desenganché y luego me volví a enganchar, con lo cual algo tendrá de poderoso el uso consciente del dinero para mejorar el mundo.
“Cuando empezamos hacíamos de todo: lo que sabíamos hacer y lo que no“
-¿Por qué te desenganchaste?
-Porque llegó un punto en el que estaba quemada, estaba trabajando más de lo que podía. La verdad es que también he sido muy afortunada porque en mi vida laboral me han dado oportunidades que van más allá de lo que pensaba que podía hacer. En ese momento, yo también era muy joven. Mi primera etapa en el banco fue entre 2001 y 2005, cuando se inició el banco en España y yo llevaba los temas jurídicos y además llevaba los temas de comunicación y marketing. Estábamos en una "startup". Todos hacíamos de todo, lo que sabíamos hacer y lo que no sabíamos hacer también. Fue un momento impresionante a nivel profesional de aprender un montón de cosas, pero sin saber gestionar bien las presiones, los límites que tenía en ese momento. Ví que no podía más. También el banco necesitaba a gente nueva, gente más especialista, más profesional de lo que yo era en ese momento para seguir en la siguiente fase.
-¿En qué se concreta la banca solidaria?
-La banca ética, con valores, la que nosotros practicamos trata de potenciar la política de inversión, la política que utilizamos no va dirigida a cualquier sector, sino que va dirigida a sectores específicos: sector social, ambiental y cultural. Por ejemplo, financiamos energía, pero solo energía renovable, financiamos agricultura pero solo agricultura ecológica. Ese es el corazón de la banca ética. Luego obviamente esos principios se distribuyen y se ejercen a lo largo de toda la actividad del banco. A nivel de plantilla trabajamos sin bonus, algo bastante extraño en el sector. No creemos en ellos. También en la forma con la que trabajamos con nuestros clientes, con máxima transparencia. Nuestros clientes saben en qué se invierte el dinero.
“Financiamos los sectores culturales, sociales y medioambientales“
-El mundo financiero, más allá de la banca ética, ¿por qué es un universo donde hay tan pocas mujeres?
-Creo que es un mundo tradicionalmente masculinizado, que está cambiando poco a poco, está cambiando al ritmo al que están cambiando otros sectores en la sociedad. Justo estos días estaba escuchando una entrevista, una conversación entre Christine Lagarde, que es presidenta del Banco Central Europeo y Ursula Von der Leyen que es la Presidenta de la Comisión Europea y hablaban de qué era los que les había empujado a tomar decisiones profesionales que habían tomado. T hablaban de la importancia que tuvo para ellas el amor de sus hijos, de sus parejas, de sus familiares y yo me preguntaba: ¿En qué otro momento se ha visto que dos hombres con ese poder dialoguen entre ellos sobre el amor en sus vidas? Y estas dos mujeres lo estaban haciendo, con lo cual yo creo que se señala un cambio respecto a que las mujeres están ocupando posiciones de poder y también ellas están cambiando el sector, están cambiando las reglas de como se hacen los negocios y cómo se hace la política.
“¿Cuándo van a dialogar dos hombres con ese poder sobre el sentido del amor? “
-¿Has notado que hay un techo de cristal?
-Yo, personalmente, no lo he notado en sentido explícito y estricto. Considero que he tenido mucha suerte en como me he criado, en la familia en la que he nacido. Mis padres son funcionarios de vocación, con servicio público, y eso es lo que me han inculcado, me han educado en un montón de posibilidades de formación, igual que a mi hermano. Y luego también he tenido a gente a mi alrededor, compañeros y compañeras, en mi labor profesional que me han dado muchas oportunidades, provocándome a ir más allá de lo que yo pensaba que podía. Creo que específicamente no, pero, por ejemplo, yo he decidido no tener hijos, entonces me pregunto: ¿Esa decisión a qué se debe? ¿Es una decisión estrictamente mía? ¿Como decisión mía...está influenciada por el contexto, por la sociedad, por la cultura? Pues posiblemente sí. No es algo de lo que me arrepienta, pero sí soy consciente de que el techo de cristal no es una cosa explícita, que alguien te diga que no en un momento dado, sino que también viene de los estereotipos, de los sesgos inconscientes que todavía viven en la sociedad y en sector financiero también.
“El techo de cristal no es explícito, sino que viene de los estereotipos y sesgos inconscientes“
-¿Has vivido situaciones de machismo en tu trabajo?
-(Suspira) Que yo recuerde claramente no. Creo que también al haberme dedicado a sectores ligados a la sostenibilidad y valores, en organizaciones sociales creo que eso también puede influir en cómo nos tratamos los hombres y las mujeres. También hay que tener en cuenta la cultura relacional que existe en esas organizaciones, los horarios que aplicamos. Cuestiones que van más allá de los techos de cristal y que favorecen que haya un trato equitativo entre hombres y mujeres. Si pensamos en las empresas con propósito social, hay 4.000 en todo el mundo, y tienen un ratio del 63% de mujeres en la dirección y esto supera otros ratios en la empresa convencional.
“Los sesgos a nivel estereotipo funcionan a la hora de dar créditos“
-¿Hay sesgos de género a la hora de otorgarles créditos a la gente?
Creo que los sesgos a nivel estereotipo, a nivel consciente o inconsciente, funcionan. Nosotros, por ejemplo, tenemos una política de trato igual a mujeres y hombres que vienen a pedirnos créditos. Sin embargo sabemos que hay más hombres emprendedores que mujeres emprendedoras. Nos llegan más solicitudes de iniciativas lideradas por hombres que de iniciativas lideradas por mujeres. Yo quiero pensar que nuestros analistas de créditos no operan por estereotipos, pero pueden operar estereotipos, pueden operar sesgos y creo que es uno de los aspectos en los que tenemos que seguir trabajando.
-En Bangladesh, Muhammad Yunus dijo que daba sus microcréditos a las mujeres que sabía que harían lo imposible para devolver el dinero.
-Es verdad. Hay estudios que demuestran que las mujeres, aún cuando estén en peores condiciones que los hombres, devuelven los créditos.