Enlaces accesibilidad
Elecciones Madrid 2021

Bloque ganador, suma de mayorías y 'sorpassos': en qué hay que fijarse en las elecciones del 4M

Por
Elecciones Madrid: Este 4 de mayo los madrileños eligen a los 136 diputados que formarán la Asamblea de Madrid y su futuro gobierno
Este 4 de mayo los madrileños eligen a los 136 diputados que formarán la Asamblea de Madrid y su futuro gobierno.

Las elecciones en la Comunidad de Madrid de este 4 de mayo no estaban previstas en el guion político de 2021. Pero la fallida moción de censura en Murcia de Ciudadanos al gobierno que compartía con el PP desató una catarata de acontecimientos que desembocaron en la convocatoria anticipada de comicios por parte de Isabel Díaz Ayuso, que rompió con sus socios de Cs para plantear un órdago político, aunque para una legislatura limitada hasta 2023.

Las elecciones en Madrid no evalúan solo la gestión autonómica en un año de pandemia. Se han planteado como una disyuntiva entre "comunismo y libertad", entre "fascismo y democracia" y son, sobre todo, un pulso entre derecha e izquierda en el que se han involucrado los líderes nacionales.

Las lecturas políticas tras el escrutinio se prolongarán durante días. Las electorales, más concretas e inmediatas, nos llevan a fijarnos en unas cuantas claves y datos:

Madrid, ¿de derechas o de izquierdas?

El eje político de los últimos años de nuevos partidos frente a viejos ha vuelto a los orígenes, a la confrontación ideológica clásica entre la izquierda y la derecha, con un PP hegemónico en los gobiernos de la Comunidad de Madrid desde 1995, y que ha hecho de la región su principal bastión territorial. Madrid es una plaza clave por ser la comunidad más rica, la que más aporta al PIB (casi un 20 % de la riqueza del país) y el principal foco de inversión extranjera, además de por su visibilidad mediática.

Desde que el PP se hizo con el gobierno de la Comunidad de Madrid con Alberto Ruiz Gallardón como presidente, la derecha es la fuerza dominante en la Asamblea de Madrid, salvo en el breve lapso de las elecciones de mayo de 2003 que condujeron al 'tamayazo'.

Y salvo un vuelco de última hora, todo apunta a que así va a seguir siendo. Las encuestas previas, que dejaron de publicarse hace cinco días, señalaban que la suma de PP y Vox superaría el 50 % de los votos, con un Ciudadanos que no superaría el umbral del 5 % y que se quedaría sin representación. Pero la izquierda, con los líderes de PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos volcados en la campaña -hasta el punto de que el líder 'morado' dejó el Gobierno para ser candidato autonómico- también ha hecho una fuerte apuesta por provocar un "giro de guion", superando anteriores disensiones.

Mayoría más probable, para PP y Vox. ¿Acertarán las encuestas?

La recta final de la campaña para las elecciones del 4M ha estado teñida por el choque entre los candidatos tras el último debate, y este a su vez motivado por el envío de cartas amenazantes a líderes políticos, entre ellos los candidatos Pablo Iglesias e Isabel Díaz Ayuso.

Sin embargo, y en lo que permitieron ver las últimas encuestas que conocerán antes del día de las elecciones, esta polémica no parecía haber cambiado la intención de voto de los madrileños.

Las estimaciones para estos comicios coincidían en apuntar una clara victoria del PP, en torno a los 59 escaños, y una mayoría absoluta con el apoyo de Vox (13 escaños, según el promedio de encuestas de DatosRTVE). Es decir, una victoria del bloque de la derecha, de unos 72 escaños, frente al de la izquierda, que llegaría a los 64.

En este balance general el pronóstico más divergente lo hizo el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), cuya encuesta "flash", realizada sin incluir el efecto de los dos debates, mostraba mayor probabilidad de una mayoría de izquierdas (67-73 escaños) que de derechas (65-69).

Habrá una última encuesta, la del sondeo que RTVE dará a conocer el propio 4M en cuanto se cierren los colegios electorales, realizado días antes de la jornada electoral. Después del escrutinio, se verá si fue más certero el CIS, presidido por el exdirigente socialista José Félix Tezanos, o todos los demás.

Partido a partido, qué hay en juego

Una advertencia antes de los discursos oficiales de la noche electoral. En estas elecciones autonómicas en Madrid se eligen 136 escaños, cuatro más que en 2019, de tal modo que algún partido podría obtener más diputados en la Asamblea de Madrid con un porcentaje menor de voto que en las elecciones anteriores. Además, el censo de Madrid también ha crecido -podrán votar 5.112.658 electores, 53.000 más que en las últimas elecciones-.

¿Tener menos porcentaje de votos pero un mayor número de diputados es realmente mejorar el resultado? Los éxitos y fracasos, como los números, también son relativos.

Resultados de las elecciones en la Comunidad de Madrid de 2019

PSOE: Ángel Gabilondo, el candidato más votado en 2019 (27,35 % de los votos, 37 escaños) tiene lejana la victoria y tan siquiera mantener su actual representación. Pese a encontrarse a bastante distancia en un primer momento, la amenaza de 'sorpasso' de Más Madrid pone en juego su primacía en la izquierda para liderar una eventual alternativa al PP. El PSOE nunca ha bajado del 25 % de los votos en las elecciones madrileñas; precisamente, su porcentaje más bajo lo cosechó el propio Gabilondo en 2015. Las encuestas previas le situaban en el 22 % y a la baja. Los socialistas fueron en las últimas autonómicas el partido más votado en la mayoría de municipios de la Comunidad, destacando la capital y las poblaciones del cinturón sur (Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Alcorcón…). ¿Mantendrán en sus feudos el color rojo por encima del azul del PP y el verde de Más Madrid?

PP: Isabel Díaz Ayuso está en condiciones de doblar su representación en la Asamblea de Madrid (30 escaños, 22,21 % de los votos), si se cumplen los pronósticos, y pintar masivamente de azul el mapa político de la región. Los resultados del PP en solitario podrían ser casi iguales a la suma de toda la izquierda. ¿Medirá eso el éxito del llamado 'efecto Ayuso'? La candidata a la reelección está siendo el aglutinante principal del voto de la derecha, con una capacidad para atraer votantes de Vox que no ha mostrado su partido a nivel nacional, según los últimos barómetros del CIS. Ese podría ser su éxito diferencial; en cualquier caso, podrá considerar un triunfo cualquier porcentaje por encima del 40 %, porque contando con Vox tendría garantizado el 50 % de los votos y la mayoría absoluta.

Ciudadanos: Directamente, el partido naranja se juega el ser o no ser. La ley electoral fija que en Madrid se necesita al menos un 5 % de los votos para poder optar a escaños, y muy pocos sondeos sitúan a la lista de Edmundo Bal por encima del 4 %. Los 26 escaños obtenidos de los 625.000 votos de las últimas elecciones podrían desvanecerse, y con ello el proyecto de Inés Arrimadas sufrir un nuevo revés. Ciudadanos perdió el 60 % de los votos y cuatro de cada cinco escaños en las generales de 2019; en las gallegas de 2020 y catalanas de 2021 perdió el 80 % de los votos y cinco de cada seis diputados (cayó de 36 a seis). En las elecciones madrileñas, Ciudadanos podría convertirse en el partido con más votos que no sirvieron para nada. El listón lo puso en 2015 Izquierda Unida.

Más Madrid: En la izquierda, puede haber un 'efecto Mónica García'. La candidata que tenía menor foco al principio ha crecido junto a las expectativas de su partido, que han aumentado sobre todo a costa del apoyo al PSOE. Un 'sorpasso' sería una auténtica sorpresa, pero hay bastantes posibilidades de que mejore sensiblemente el 14,65 % de los votos y 20 escaños de las últimas elecciones. En 2019, Más Madrid solo quedó por delante del PSOE en el distrito de Centro, en Madrid capital, y en un pequeño pueblo del norte de Madrid, Berzosa del Lozoya, y por un solo voto. La campaña de García, que ha querido situarse al margen de la bronca política, ha buscado sobre todo la movilización de la izquierda indecisa y abstencionista, pero terminó haciéndose con una voz propia. Está por ver hasta dónde se alza.

Vox: El partido de Santiago Abascal ha visto en las encuestas cómo sus votantes viraban a un PP donde veían a una candidata que valoraban más que a la suya propia, Rocío Monasterio. Pese a esta rivalidad, acentuada en la campaña con polémicas en asuntos como la inmigración y la seguridad, Vox tiene margen de crecimiento respecto a sus resultados de 2019 (8,86 % de los votos y 12 escaños). La posibilidad de quedar por debajo del 5 %, que llegó a apuntar el CIS, quedó pronto conjurada porque su suelo electoral parece firme. La magnitud de su resultado será también la de su influencia en la formación de un eventual gobierno conservador.

Unidas Podemos: Pablo Iglesias dejó el Gobierno en Moncloa para salir al rescate de su formación en la Comunidad de Madrid: de vicepresidente a candidato. El 5,6 % los votos en 2019 -le reportaron 7 escaños- amenazaba con dejar a la coalición morada fuera del tablero en la región que les vio nacer y en la que son más visibles. La capacidad de Unidas Podemos para crecer marcará el nivel del 'efecto Iglesias' en estas elecciones y el resultado de una apuesta política tan elevada. El Iglesias candidato a la Moncloa ya vio caer su voto en Madrid del 16 % al 13 % en las generales de 2019, y a los seis meses, al 5,6% en las autonómicas. El Iglesias candidato a la Asamblea de Madrid espera remontar y ser de nuevo actor determinante en un gobierno progresista; de lo contrario, se abre la incertidumbre en su trayectoria.

La incógnita de la participación en martes y en pandemia

La participación en estas elecciones, los cuartos comicios autonómicos durante la pandemia de la COVID-19, presentan una nueva incógnita, que será quizá la clave principal en unas elecciones marcadas por la polarización política.

En 2019, votó el 64,27 % de los madrileños, un listón que muchos analistas creen que se superará con creces en estas elecciones. Cualquier porcentaje de participación por encima del 71 % ya será un récord histórico. La movilización se da casi por supuesta, resta ver hacia qué lado hace inclinar la balanza. Dependerá de qué ocurra en los municipios y distritos donde se concentra el voto a la derecha o a la izquierda: ganará el bloque que tenga más feudos que se movilicen por encima de la media de participación.

Por un lado, votar en martes se presenta como un incentivo teórico para la desmovilización, por más que los trabajadores tengan hasta cuatro horas para ejercer su derecho al voto. Que el día sea no lectivo en los colegios puede también añadir problemas. Por otro lado, la activación del electorado madrileño es muy alta, según las encuestas. En la derecha, desde el principio, y también ha ido creciendo en la izquierda. En general, los expertos creen que la polarización contrarrestará la posible desmovilización del día laborable.

Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - Andrés Medina (Metroscopia): "Votar en día laborable dificulta la participación de la izquierda, pero no va a ser un factor decisivo" - Escuchar ahora

¿Pesará votar en pandemia? La Comunidad de Madrid va a votar con en torno al 60 % de sus municipios con una incidencia acumulada en nivel de riesgo extremo (por encima de los 250 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días), según los últimos datos disponibles, del 27 de abril.

Para tratar de conjurar este último aspecto, y como ocurrió en las elecciones catalanas, se ha potenciado la posibilidad de ejercer el derecho al voto por correo, y las solicitudes para votar por correo en Madrid aumentaron un 43% respecto a 2019 y superan las 235.000.

En las elecciones gallegas y vascas del verano pasado, con la incidencia acumulada de la COVID-19 en mínimos tras inaugurar la llamada "nueva normalidad", la participación subió cinco puntos en Galicia y alcanzó un mínimo histórico en Euskadi. En las primeras se produjo una movilización extra para apuntalar la mayoría absoluta de Alberto Núñez Feijóo. En el País Vasco hubo menos incertidumbre por el resultado, que condujo a revalidar la mayoría del PNV apoyado por los socialistas.

En Cataluña, que celebró sus elecciones el pasado 14 de febrero con una tasa de incidencia similar a la actual en Madrid, la participación también cayó a su mínimo histórico, cifras más propias de los años anteriores al desafío independentista, que hizo crecer en la última década el número de votantes a niveles sin precedentes. Habrá que ver qué tendencia se da en la Comunidad de Madrid.