Jóvenes y mujeres, los más afectados laboralmente por la pandemia
- Cinco millones de trabajadores se verán empujados a cambiar de ocupación
- La inestabilidad sigue siendo una constante en el mercado laboral
- Analizamos todos los detalles en La Hora De La 1
ERTES, casas convertidas en despachos, jornadas maratonianas y casas convertidas en despachosconciliación inexistente. El mercado del trabajo durante la pandemia nos ha traído un escenario lleno de secuelas que puede que no desaparezcan. Inestabilidad y sectores heridos se dan de la mano en un futuro marcado por los beneficios de las tecnológicas y la precariedad de mujeres y jóvenes. Analizamos el trabajo que vendrá tras la pandemia con el periodista económico Rafa Bernardo en La Hora De La1.
La inestabilidad aumenta
Además del teletrabajo, hay otro aspecto significativo que ha arrastrado la pandemia: el aumento de la inestabilidad. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en los últimos meses,hasta un 44% de los trabajadores han experimentado algún tipo de alteración en su vida laboral: ERTE, reducción salarial, reducción de horas de trabajo o, directamente, pérdida del empleo. En España este porcentaje aumenta hasta llegar al 50 %.
Además, según el periodista económico Rafa Bernardo, comprobamos que la inestabilidad aumenta hasta tal punto que las categorías habituales del mercado de trabajo han dejado de servir para medir el mercado de trabajo actual. En la última EPA publicada la semana pasada, podíamos comprobar una bajada de paro y de empleo del empleo. Esto es porque ha aumentado mucho la categoría de inactivos, y singularmente en un epígrafe muy relacionado con la pandemia: las personas que no pueden buscar trabajo porque su sector se ha visto afectado, como puede ser el sector cultural, turismo o la restauración. Son más de un millón de personas, y han aumentado en el último año en más de 300.000.
Jóvenes y mujeres, los más precarios
El patrón de la precariedad se sigue repitiendo pese a la pandemia: los más afectados siguen siendo las mujeres, los jóvenes y las personas con los empleos menos estables. Según la última EPA, la destrucción de empleo ha sido mucho más acusada entre los trabajadores temporales que entre los indefinidos, entre las personas que tenían empleo a tiempo parcial que entre los contratados a jornada completa, y entre los jóvenes frente a los mayores. En cuanto al paro, ha subido de forma más intensa entre las mujeres que entre los hombres en este año de pandemia, y eso no sólo en España: la ONG Oxfam Intermon calcula una pérdida del 5% del empleo de las mujeres en todo el mundo, frente al 3,9% de la población masculina.
Y mientras vemos que los trabajos se vuelven más inseguros, de la pandemia emergen unos claros ganadores por los efectos de los confinamientos y el cambio de hábitos que han traído: las grandes tecnológicas. Si nos detenemos en los los resultados económicos del primer trimestre de 2021 de las grandes empresas, y las cinco grandes tecnológicas estadounidenses (Apple, Amazon, Microsoft, Google y Facebook) han disparado sus ingresos (son un 41% superiores a los del primer trimestre de 2020) y sus beneficios (+106%)
Las razones: el aumento del comercio electrónico (y el consiguiente repunte de la publicidad online, el precio de los anuncios en Facebook ha subido un 30%), de la compra de dispositivos para estar conectados (Apple ha anunciado un aumento del 66% en la venta de iPhones), y del consumo de entretenimiento digital.
Este contraste entre los muchos perdedores, y los pocos ganadores de los efectos económicos de la pandemia están volviendo a focalizar la mirada sobre las prácticas dudosas de estas grandes tecnológicas: sus contrataciones en precario, su ingeniería fiscal y sus prácticas anticompetitivas.
Cinco millones de trabajadores se verán empujados a cambiar de ocupación
Según el estudio ‘El futuro del trabajo después de la Covid-19', realizado por McKinsey Global Institute (MGI), alrededor de cinco millones de empleos en España corren el peligro de ser desplazados a lo largo de la próxima década por distintos factores, entre los que destaca la automatización. De este modo, la firma ha revisado sustancialmente al alza sus anteriores estimaciones, ya que antes de la pandemia calculaba que en España podrían desaparecer para 2030 alrededor de 4,1 millones de empleos, de los que la práctica totalidad estaban relacionados con la automatización del trabajo.
Los autores calculan que en España alrededor de 1,6 millones de trabajadores se verán empujados para 2030 a cambiar de ocupación, incluyendo 1,4 millones obligados a un cambio total de ocupación y categoría, mientras que 0,2 millones deberán mudar de trabajo sin cambiar su categoría ocupacional, una cifra que supone una revisión al alza del 7% o de 100.000 personas, respecto de las estimaciones anteriores a la pandemia.
El impacto de la Covid-19 y de las tendencias aceleradas por la pandemia tendrá un efecto desproporcionado sobre las mujeres, lo que en el caso de España supone que soportarán más de la mitad del desplazamiento laboral desencadenado por la crisis, a pesar de representar menos del 50% de la fuerza laboral.
En concreto, a pesar de representar en 2018 un 46% de la fuerza laboral, la consultora estima que las mujeres supondrán el 54% del empleo desplazado por las tendencias aceleradas por la Covid-19, como la automatización, el comercio electrónico, el teletrabajo o la reducción de los viajes de negocios.
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