Ciudadanos desaparece de la Asamblea de Madrid y ahonda su crisis nacional
- El partido de Inés Arrimadas reconoce su "mal resultado", con un 3,5% de los votos y la pérdida de sus 26 diputados
- Sigue en directo toda la información de la jornada electoral del 4M | Resultados elecciones en Madrid
Enlaces relacionados
No ha habido un vuelco en las encuestas y Edmundo Bal no ha conseguido dar la sorpresa: Ciudadanos no llega al 5% de los votos en las elecciones a la Comunidad de Madrid, pierde sus 26 diputados y se queda sin representación en la Asamblea. Aunque prácticamente todos los sondeos situaban a la formación naranja fuera de la cámara autonómica, el partido de Inés Arrimadas se ha aferrado durante la campaña a la esperanza de obtener representación y condicionar un futuro Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.
Con un 3,57% de los votos, la lista encabezada por el exabogado del Estado Edmundo Bal no ha superado uno de los mínimos más exigentes en España. Los resultados ahondan en la crisis de Ciudadanos, que ve crecer el fantasma de su desaparición al quedarse fuera de la comunidad más importante donde gobernaba. El declive del partido ya comenzó con el desplome en las elecciones generales de noviembre de 2019, cuando perdió 47 diputados y tres millones de votos, y se consumó con la caída en las elecciones catalanas del año pasado, donde pasó de primera a séptima fuerza.
Bal, un prestigioso jurista curtido en mediáticos casos como el Procés o la trama Gürtel, fue la apuesta personal de Arrimadas para reflotar a un partido Albert Rivera lo fichó en 2019 y más tarde, como portavoz en el Congreso, se convertiría en una pieza fundamental del Ciudadanos refundado de la nueva líder del partido.
Con el escrutinio casi culminado, Bal no ha dudado en calificar de "mal resultado" el obtenido por su partido, aunque ha advertido de que es malo también "para los madrileños y para los españoles" y para el "proyecto de unión y concordia" que ha defendido en campaña.
"No hemos sabido convencer a la gente", ha reconocido el candidato. "Nos han robado los debates, las propuestas y la oportunidad de tratarnos como compatriotas, como vecinos", ha denunciado. Sin embargo, ha advertido de que no dan por terminada la andadura de la formación y que seguirán trabajando desde este próximo miércoles para volver a estar presentes en las elecciones autonómicas de 2023.
Arrimadas quiso recurrir a una figura independiente en lugar de al líder regional del partido, Ignacio Aguado, vicepresidente con Ayuso, en un contexto en el que Ciudadanos se descompone y pierde sus caras más reconocibles. La moción de censura en Murcia desató la marcha de cargos destacados del partido, como Fran Hervías o Toni Cantó, dos senadores y varios diputados autonómicos, lo que dejó a la formación muy débil a las puertas de una de las campañas electorales más importantes en su breve vida.
La presidenta del partido ha agradecido los votos recibidos "en un escenario de enorme polarización". "Seguiremos trabajando juntos por una España sin bandos", ha escrito en Twitter.
Apuesta por la moderación
Durante toda la campaña, Ciudadanos apeló a la moderación y a huir de los extremos. Según ha repetido en múltiples ocasiones Bal, él se encuentra tan alejado de Vox como Unidas Podemos. "No vamos a tener un Gobierno de Vox con los votos de Ciudadanos. Frente a uno de los polos no podemos responder con el otro polo", afirmó Bal.
Ciudadanos se vio aislado en una campaña polarizada desde el inicio. Ayuso, ante la irrupción de Pablo Iglesias en el terreno electoral, planteó los comicios en términos de "comunismo o libertad" y la izquierda pidió votar para defender la democracia y hacer frente al fascismo. El segundo debate electoral, en la Cadena SER, supuso un punto de inflexión.
Los candidatos de la izquierda se negaron a seguir en el encuentro tras la negativa de Vox a condenar las amenazas contra Pablo Iglesias, y dejaron a Bal en una incómoda posición. Defendió no levantarse de la mesa y aseguró que "en democracia no hay nada tan grave como para irse de un debate".
Ciudadanos, en el origen de la convocatoria electoral
El partido naranja tuvo un papel fundamental en la convocatoria de elecciones anticipadas, que en último término se produjo por la moción de censura presentada en la Región de Murcia por parte de Ciudadanos y el PSOE contra el Gobierno de coalición que compartían con el PP. La presidenta madrileña reaccionó con rapidez y poco después del anuncio de esta moción convocó elecciones porque, según dijo, se había "sentido obligada por el bien de Madrid y de España".
Su Ejecutivo llevaba acumulados meses de tensión con los consejeros de Ciudadanos, liderados por Aguado. Las diferencias llegaron a su máximo exponente durante la pandemia, con el polémico protocolo que impedía derivar ancianos de las residencias a los hospitales, que enfrentó a las consejerías de Políticas Sociales, de Ciudadanos, y de Sanidad, del PP.
Ayuso absorbe los votos de Ciudadanos
El PP ya no se podrá apoyar en Ciudadanos para gobernar, como ha hecho en la última legislatura, y sus únicas opciones para revalidar el Gobierno de la Comunidad pasan por pactar con Vox, que ha mantenido su representación respecto a los últimos comicios. La presidenta madrileña ha absorbido buena parte de los votos perdidos por el partido de Inés Arrimadas, ha doblado sus resultados y ha afianzado su dominio sobre la derecha en Madrid.
El partido se enfrenta ahora al dilema que le ha perseguido en los últimos años: privilegiar los pactos con el PP, como hizo Rivera a partir de las elecciones autonómicas de 2019, o mirar hacia el PSOE y pactar a dos bandas. Bal descartó desde el inicio llegar a un hipotético pacto que incluyera a Podemos y tendió la mano en múltiples ocasiones a Ayuso para evitar que Vox entrara en el Gobierno regional.
Mientras, Ciudadanos ve por el retrovisor el fantasma de UPyD, otro partido de centro que llegó con la intención de regenerar la política española y acabó desapareciendo, y la maldición del centro en España se consuma. La formación de Arrimadas se suma a la lista de UCD, CDS y de UPyD y ve su futuro cada vez más oscuro, aunque Bal no tira la toalla. "Nos emplazamos para dentro de un año y medio estar en el Gobierno de Madrid", ha confiado tras conocer los resultados.