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Sueños de Senegal: que migrar no sea la única salida

  • Mamadou Dia es un senegalés que quiere crear en su comunidad El Dorado que no encontró en Europa
  • “Me podía imaginar todo excepto ser mirado como una persona ilegal”, asegura Mamadou
  • Ya puedes ver "Sueños de Senegal" en RTVE.es y a las 23.50 en La 2 de TVE

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Mamadou Dia habla sin pelos en la lengua. Sabe bien lo que significa jugarse la vida en una patera: llegó a Canarias en la “crisis de los cayucos” de 2006 y apenas lograba mantenerse en pie cuando Salvamento Marítimo los rescató cerca de La Gomera. Una vez en la península, apenas tardó en descubrir que Europa no es El Dorado: “Me podía imaginar todo excepto dormir en la calle en Europa, excepto conocer el hambre en Europa. Me podía imaginar todo excepto ser mirado como una persona ilegal”, nos confiesa, con dolor y rabia contenida.

El derecho a viajar dignamente

Si el sufrimiento es un maestro de la vida, Mamadou es un libro abierto; pero en sus palabras no hay un ápice de victimismo. Cree que todos debemos comprometernos con cambiar un mundo que considera desigual e injusto. Cuando le pregunto qué le diría a los senegaleses que quieren coger un cayuco, me espeta: “Primero, qué les diría yo a las autoridades senegalesas por esos jóvenes que viajan en un cayuco. Yo creo que nuestros hermanos y hermanas merecen dignidad. Esos jóvenes tienen derecho de viajar y deben viajar.” A las autoridades europeas, les pide “que dejen de financiar Frontex, que dejen de financiar esas fronteras que matan a las personas. La única manera de luchar contra las muertes es favorecer vías seguras de viaje.”

Las relaciones entre Europa y África tienen que cambiar

De los senegaleses migrantes en otoño de 2020, dos tercios eran pescadores

Con él y con otros senegaleses, abordamos las causas que han llevado al aumento del flujo migratorio a través de la llamada “ruta canaria” o atlántica, desde el pasado mes de septiembre. De los senegaleses que intentaron migrar a España en otoño de 2020, dos de cada tres eran pescadores. “Los acuerdos de pesca que países como España, Francia, Alemania y muchos países europeos y China tienen con Senegal obligan a esa juventud a meterse en un cayuco, a coger caminos desesperadísimos para poder dar dignidad a su vida”, denuncia Dia. Y nos pide que reflexionemos como consumidores sobre el origen del pescado que compramos. “Las relaciones entre Europa y África tienen que cambiar”, concluye.

Mamadou pasa de las palabras a los hechos. Donde otros ven obstáculos, él ve desafíos. Contagia su energía y su entusiasmo a cada paso. Tras varios años en España, decidió volver a su pueblo, Gandiol, en el norte de Senegal, para crear allí El Dorado que no encontró en Europa. Fundó la ONG Hahatay, que significa carcajada en wólof. Gracias a sus proyectos, más de 60 mujeres y jóvenes tienen un empleo digno y burlan al destino.

Desarrollo local para construir un futuro

Su modelo de desarrollo se basa en la autorrealización comunitaria: “Es un desarrollo pensado desde aquí y hecho con la gente de aquí. No formamos a la gente para que se vayan sino para que puedan responder a necesidades locales”, nos explica sobre el terreno, entre las obras más grandes que se están construyendo en Gandiol. La mayoría de albañiles son mujeres jóvenes. Son construcciones sostenibles, con materiales de la zona para promover la economía local, respetuosas con el medio ambiente. Y ante todo, ofrecen un camino, una oportunidad para quienes hasta ahora no la tenían. Se trata de construir un futuro en el lugar de origen, para que migrar no sea la única salida.