El PP saca pecho y se lanza a recuperar La Moncloa: ¿Madrid es España?
- Casado ya ve a su formación como la “primera fuerza” política de España y a él mismo muy cerca de La Moncloa
- Consulta los resultados | Especial: Elecciones Madrid 2021
La victoria incontestable de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid ha supuesto un espaldarazo para el presidente del Partido Popular (PP), Pablo Casado, quien ya ve a su formación como la “primera fuerza” política de España y a él mismo muy cerca de ocupar La Moncloa, a costa de la derrota y la práctica desaparición de Ciudadanos.
"Hoy ya somos la primera fuerza y eso ha sido porque hemos conseguido lo que nos propusimos, unir en el PP a la mayoría del centroderecha y abrirnos a votantes de otros partidos sin renunciar a nuestros principios y nuestros valores", señalaba este miércoles un Casado exultante ante la Ejecutiva Nacional del partido, después de que Ayuso haya logrado restituir la hegemonía de la derecha en Madrid a cotas propias de hace una década, cuando gobernaba Esperanza Aguirre.
Lejos quedó ya el batacazo de las elecciones catalanas en febrero, donde el PP se hundió hasta los tres escaños, fue ‘sorpassado’ ampliamente por Vox y cosechó su peor resultado histórico. Fue entonces cuando dio por amortizados los casos de corrupción, ante los que dejó de responder, y decidió cambiar su sede nacional de ubicación, actualmente en la calle Génova, como una forma de romper con el pasado y abrir una nueva etapa de “regeneración” en el partido.
Entre aquella jornada y este martes de urnas en Madrid se gestó una operación en Murcia que, si bien tenía la intención de desbancar al PP de uno de sus feudos regionales, propició consolidar su poder y facilitó a Isabel Díaz Ayuso la excusa para adelantar las elecciones. A pesar de sus "riesgos", la jugada le ha salido redonda a los ‘populares’: con su triunfo, la presidenta madrileña ha proporcionado a Casado el “punto de inflexión” que necesitaba para rearmar emocionalmente al partido y ha sentado las bases de la ansiada reunificación del centroderecha en torno a sus siglas.
"Hemos recuperado todo el voto de Ciudadanos y abierto una vía de agua en el PSOE", añadió Casado respecto a los resultados en Madrid. A su juicio, las elecciones han supuesto “un paso de gigante” en el partido y han puesto de manifiesto una senda clara: “Si nos unimos, ganamos”, recalcó el presidente, porque “el PP es la casa común del centro derecha” y tiene “la puerta ancha para que entren los socialdemócratas defraudados con Sánchez”.
¿Unos resultados extrapolables?
Una de las consecuencias más evidentes y positivas para el PP en las elecciones de Madrid ha sido la desaparición de Ciudadanos en la Asamblea. La formación que lidera Inés Arrimadas no ha conseguido al 5 % de votos exigidos para tener representación, por lo que queda fuera prácticamente de la vida política a nivel regional. El electorado ha recogido el mensaje de Casado y ha visto la verdadera fuerza del centro derecha en la unidad, optando por dar al PP ese voto útil que le ha hecho vencer al bloque de izquierdas.
Pero, ¿se pueden extrapolar los resultados en Madrid al resto de España? Los expertos consultados por RTVE.es ven “complicado” e, incluso, “peligroso” elevar la victoria en Madrid a la esfera nacional, sobre todo por su singularidad. “Estas elecciones están marcadas por la pandemia, por la polarización y también por un bajo margen de maniobra para partidos como Ciudadanos o Podemos, que de repente tienen que dar un giro de efecto porque no tienen un candidato que pudiese ser solvente para participar”, asegura la politóloga Irune Ariño.
Ariño coincide con el planteamiento de Ayuso, quien aseguraba este miércoles que su victoria se ha valido de "mucho voto prestado" de personas de "todas las ideologías". “En cierta medida son unos votos prestados, por lo que hacer extrapolaciones a nivel de unas posibles generales o una posible reconquista o reunificación del PP de una serie de votos o espacios que le permitan llegar a gobernar a nivel nacional, me parece peligroso y, además, no me parece ajustado”, señala la experta.
Para el doctor en Periodismo y profesor de la UDIMA, Álvaro de Diego, es “difícil” extrapolar al resto del país los resultados ya que se trata de unas elecciones “muy particulares” que cuentan con “una líder muy singular”. Su tirón llega más allá de sus propios electores y de las siglas de su partido. En la encuesta preelectoral del CIS, los votantes de Vox otorgaban a Ayuso un 7,9 de nota frente al 7,4 de su propia candidata, Rocío Monasterio. Y a la pregunta de quién preferirían que presidiera la Comunidad de Madrid, un 64,6 % de los votantes de Vox en las autonómicas de 2019 señalaban a la líder ‘popular’ frente al 25 % que apuntaba a Monasterio.
En su opinión, la clave de su triunfo está más relacionada con “la iniciativa del mensaje” y con “la comunicación”, más que con una ideología determinada. El profesor cree que Ayuso “acertó” a la hora de convocar las elecciones y anticiparlas, pues pasó a “liderar el mensaje”: “pilló con el pie cambiado al resto de partidos, en especial a los tres partidos de izquierda, y pudo colocar su mensaje liderándolo, no reaccionando ni a remolque de lo que podían decir otras formaciones”, nos cuenta.
A pesar de que ve “lógico” que el PP trate de capitalizar el triunfo “porque es una victoria muy clara y la primera que tienen desde algún tiempo”, De Diego cree que el escenario en Madrid es “muy distinto” al nacional. “Se trata de una comunidad autónoma donde hay un modelo aparentemente diferente de gestión sanitaria y económica frente al gobierno central y que además tiene una líder clara con una forma de actuar claramente distinta”, explica.
El sistema de partidos, un lastre para el PP
Ante este contexto, y aunque Casado pudiese armar en torno a las siglas del PP una elevada mayoría, un posible lastre en su objetivo de llegar a La Moncloa puede ser el sistema de partidos que hay en España. El profesor de Ciencia Política en la URJC Javier Lorente se muestra convencido de que, en unos futuros comicios a nivel nacional, las formaciones de derecha podrían ganar, tanto en escaños como en votos, al bloque de izquierdas porque "el sistema electoral lo hizo la UCD y es más conservador: beneficia más al que gana en aquellas provincias más rurales, menos industrializadas y más conservadora".
No obstante, el problema está en si podrá llegar a la mayoría absoluta o tener más 'síes' que 'noes'. “El pactar con Vox significa que es muy difícil que, por ejemplo, el PNV te diga que sí. Será difícil que el PP diga a quien más va a sumar, más allá de Foro Asturias o UPN", destaca. Además, subraya el experto, Casado tiene otro reto que es Cataluña, donde se reparten más de 40 escaños, de los cuales apenas consigue un puñado de diputados. "Ahí se está dejando un porcentaje de escaños bastante importante solo en una autonomía", añade, por lo que cree que el líder 'popular "lo tiene muy complicado para gobernar".
Los expertos consultados auguran un futuro poco prometedor a la formación de Inés Arrimadas, algo de lo que sí se podría beneficiar Casado, pero advierten al mismo tiempo de la posición de Vox que, a pesar de que estará dispuesto a hacer pactos poselectorales, como ya ha señalado en Madrid, Abascal "no le va a perdonar determinadas cosas a Pablo Casado después del duro discurso de la moción de censura en octubre", explica la doctora en Ciencia Política Victoria Rodríguez-Blanco.
A su juicio, lo que vamos a ver en los próximos años es una "resituación del bipartidismo", lo cual le podría dar alas a Casado para volver a reunificar al votante de centro derecha en torno a sus siglas o bien podría hacerle perder apoyos si se consolida la estrategia de Abascal. "Todo está abierto", señala, ya que en Ciencia Política las cosas "a veces las cosas no son tan fáciles", como ha quedado demostrado en estos últimos meses, "y dos y dos no suman cuatro", sentencia.