Cerca de 180 heridos en los choques entre palestinos e israelíes en la Explanada de las Mezquitas
- Mientras, continúa el desalojo de familias palestinas de sus viviendas en el distrito de Sheij Jarrá
- Estados Unidos cuestiona la violencia y los desalojos en Jerusalén Este
Al menos 178 personas han resultado heridas este viernes en nuevos enfrentamientos entre civiles palestinos y militares israelíes en Jerusalén Este, según ha informado la organización Media Luna Roja, en medio de una nueva escalada de violencia tras el anuncio del Gobierno de Israel de ampliar los asentamientos situados sobre territorios ocupados.
La Policía israelí ha irrumpido en el Monte del Templo en una noche más de enfrentamientos generalizados en Jerusalén, que han tenido lugar cerca de la mezquita Al Aqsa, en el distrito de Sheij Jarrá, en donde se han estado desalojando a muchas familias palestinas de sus hogares en las últimas semanas.
El cuerpo, que ha informado de seis agentes heridos, ha indicado que "las fuerzas han comenzado a restablecer el orden (...) luego de violentos disturbios, durante los cuales cientos de sospechosos comenzaron a arrojar piedras, botellas y objetos" a los agentes, informa The Times of Israel.
"No permitiremos disturbios, violencia e intentos de dar a los agentes de Policía aprovechando la libertad de culto o religión y convirtiéndola en una incidente violento", ha agregado la Policía, que ha advertido de que responderá "con mano dura".
Este nuevo altercado se ha saldado con al menos 178 heridos, según Media Luna Roja Palestina, que ha precisado que unos 88 palestinos han sido trasladados a hospitales, la mayoría con heridas de balas de acero recubiertas de goma.
El Hospital Al Makassed ha sido al que se ha derivado a la mayoría de los afectados, mientras el equipo del centro ha pedido a la gente que acuda a donar sangre frente al elevado número de heridos.
Temor a que los enfrentamientos alcancen un punto crítico el domingo
Se ha instalado también un hospital de campaña para atender al resto de afectados en la inmediaciones de la mezquita, en la que se estaban llevando a las últimas oraciones del viernes de Ramadán.
Por otro lado, Media Luna Roja Palestina ha señalado que ha intentado enviar refuerzos desde Cisjordania a Jerusalén para prestar atención a los heridos, pero que los equipos han sido bloqueados por las fuerzas israelíes.
Este nuevo incidente se ha producido en medio del aumento de las tensiones en Jerusalén Este, que llevaron al brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), las Brigadas de Ezeldín al Qassam, a advertir a Israel de que "pagará un alto precio" si continúan los ataques contra residentes en la ciudad.
Asimismo, las alas militares de Yihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) han emitido advertencias similares este viernes.
Yihad Islámica ha señalado que Israel será responsable "de cada gota de sangre derramada en Palestina", mientras que el FPLP ha pedido a Israel que "no ponga a prueba la paciencia" de sus milicianos.
El barrio de Sheij Jarrá y otras zonas de Jerusalén Este han sido escenario de este repunte de las tensiones durante los últimos días después de que un tribunal israelí ha determinado que cerca de 50 residentes palestinos han de abandonar sus viviendas en el barrio argumentando que las mismas pertenecieron a judíos antes de 1948.
Durante la noche del jueves fueron detenidos 15 palestinos tras unos nuevos enfrentamientos entre palestinos e israelíes en Sheij Jarrá.
EE.UU. cuestiona la violencia y desalojos en Jerusalén Este
En este contexto, existe temor a que los enfrentamientos alcancen un punto crítico el domingo por la noche, cuando se celebra la 'Noche del Destino', la más sagrada del Ramadán y que reunirá en la mezquita de Al Aqsa a cientos de fieles.
En ese momento, comenzará también el Día de Jerusalén, una fiesta nacional en la que Israel festeja la unificación de la ciudad y en la que se realizan desfiles y celebraciones.
Por otro lado, el Gobierno de Estados Unidos ha cuestionado este viernes la violencia ocurrida en la Explanada de las Mezquitas, así como los posibles desalojos de familias palestinas en Jerusalén Este por parte de las fuerzas israelíes.
"No hay excusa para la violencia, pero ese derramamiento de sangre es especialmente perturbador ahora, ya que se produce en los últimos días del Ramadán", ha apuntado en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
En su comunicado, Washington, el mayor aliado de Israel, ha recordado que "los servicios de seguridad deben garantizar la seguridad de todos los residentes de Jerusalén y hacer que rindan cuentas todos los responsables" de la violencia.
Por otro lado, el Gobierno de Joe Biden ha mostrado su "profunda preocupación por el posible desalojo de familias palestinas en los barrios de Seij Yarrah y Silwán de Jerusalén, muchas de las cuales han vivido en sus hogares durante generaciones".
"Como hemos dicho constantemente, es fundamental evitar actos que exacerben las tensiones o nos alejen más de la paz. Esto incluye desalojos en Jerusalén Este, actividad de asentamientos, demoliciones de viviendas y actos de terrorismo", ha dicho Washington.