Los epidemiólogos alertan del peligro de las celebraciones: "Va a haber una explosión de casos"
- Los expertos advierten de que la incidencia sigue siendo alta y la cobertura de vacunación, insuficiente
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Las imágenes del pasado fin de semana en diferentes ciudades españolas, con cientos de jóvenes celebrando el final del estado de alarma, han hecho que salte la alarma entre los epidemiólogos, que no ocultan su temor a que este tipo de aglomeraciones con escasas o ninguna medida preventiva puedan suponer un incremento de contagios de COVID-19 en los próximos días. Los especialistas alertan de un doble factor que hace que este tipo de conductas sean especialmente peligrosas: la incidencia sigue siendo alta y la cobertura de vacunación, insuficiente.
Más allá de si se ha tratado de hechos puntuales que no representan la situación real, y si se puede generalizar a partir de estas escenas que se repitieron en algunas de las principales ciudades españolas, los expertos alertan del peligro de esa falsa sensación de euforia, especialmente para un sector poblacional que hasta ahora no ha sido especialmente golpeado por el virus. "No hay ninguna duda de que va a haber una explosión de casos en los próximos días, porque precisamente los grupos que más se han involucrado en este tipo de actividades son los que menos protegidos están: los que menos enfermedad han tenido y no están vacunados todavía", ha asegurado en el Canal 24 Horas el epidemiólogo Quique Bassat.
Los jóvenes, tal y como explica, no son inmunes en ningún caso a la COVID-19. "Llevamos mucho tiempo repitiendo ese mensaje, y debería entrar como un mantra, aunque no hemos conseguido que cale en este grupo de edad", ha asegurado, insistiendo en que "los niños son los que están menos a riesgo de la enfermedad, pero muchos de los adolescentes y los adultos jóvenes, por desgracia, acaban teniendo enfermedad grave, necesitan UCI y pueden morir".
“Daniel López Acuña: Corremos el riesgo de una ola o un repunte en verano de población más joven. “
Este es precisamente uno de los escenarios más temidos por los epidemiólogos a partir del final del estado de alarma: el repunte de casos entre la población joven. Daniel López Acuña, exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS, ha afirmado en RTVE.es que uno de los fenómenos que se podrá ver en las próximas semanas será "un grupo más protegido de personas mayores que pueden experimentar en todo caso infección asintomática, o poco severa que no requiera hospitalización, y un grupo de personas más jóvenes que van a tener un alto riesgo de infección porque no están todavía protegidos con la vacuna, y van a estar interactuando". "Corremos el riesgo de una ola o un repunte en verano de población más joven", advierte, recordando que "la única manera de reducirlo es el uso de la mascarilla, la distancia física y el no incurrir en agrupaciones o reuniones sociales".
En este mismo sentido, el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García Rojas, ha considerado preocupante que se confunda el cese del estado de alarma con el fin de la pandemia, al mismo tiempo que ha expresado que hubiera sido preferible continuar las restricciones hasta tener un porcentaje de población vacunada "mucho más elevado".
Este experto en epidemiología ha subrayado que hay que acudir a vacunarse cuando las autoridades sanitarias "nos llamen", así como conservar las medidas de prevención. "El uso de mascarilla, lavado de manos y distancia social han caracterizado la estabilidad en esta pandemia”, ha valorado.
6.000 positivos diarios
El 21 de junio de 2020, cuando se puso fin al primer estado de alarma, las cifras epidemiológicas eran mucho mas favorables que las actuales. La incidencia española rozaba los 8 casos por cada 100.000 habitantes, con aproximadamente 140 nuevos positivos al día. Ahora se registran 6.000 diarios, con una incidencia cercana a los 200 casos por cada 100.000 habitantes. "No es el momento de parar. Al revés, es el momento de intentar aprovechar e incrementar las medidas de prevención más que relajarlas", recalca Quique Bassat, quien recuerda que además "solo tenemos un 25-27% de la población protegida con una dosis, lo cual es insuficiente todavía".
“Quique Bassat: No es el momento de parar, es el momento de incrementar las medidas de prevención más que relajarlas. “
Esa incidencia cercana a los 200 casos por cada 100.000 habitantes puede convertirse en las próximas semanas en una losa demasiado pesada. "El primer error es intentar una desescalada con los niveles que tenemos de incidencia acumulada", opina Elena Vanessa Martínez, presidenta de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), quien aclara que "hay comunidades autónomas que tienen una incidencia que puede permitirles empezar a hacer muchas cosas más, pero hay otras que deberían estar con suficientes restricciones como para poder llegar a unos niveles que permitan hacer una desescalada en condiciones". Por eso, considera que es un error que estas últimas comunidades autónomas hayan comenzado ya a relajar medidas, como han hecho.
“Deberíamos intentar llegar al verano como el año pasado”, ha asegurado en RNE esta epidemióloga, que cree que las imágenes que se vieron en algunas ciudades españolas el sábado por la noche son anecdóticas, protagonizadas por una minoría, aunque espera que no acaben pasando factura.
“Elena Vanessa Martínez (SEE): El primer error es intentar una desescalada con los niveles que tenemos de incidencia acumulada. “
Elena Vanessa Martínez recuerda que la mortalidad entre los contagiados aún es importante, que sigue habiendo muchos casos diarios y que "debemos tener cuidado en las semanas que quedan por delante hasta que la vacunación se complete". Igualmente, cree que hemos entrado en una etapa en la que, más que controlar el aumento de la movilidad, hay que ser "especialmente cuidadosos" con las reuniones sociales en casas o en los interiores de la hostelería.
"Debemos intentar esperar, teniendo en cuenta que todavía nos queda un poquito para el verano y vamos a intentar tener el mejor verano posible, que además las coberturas de vacunación serán mucho mejores", insiste.
Con el verano en el punto de mira
La llegada del buen tiempo y una mayor vida social al aire libre, sumado al efecto de las vacunas, pueden reducir el impacto del virus hasta niveles mínimos. Pero aún queda mes y medio para que llegue el verano, y mucha campaña de vacunación por delante, por lo que los expertos recalcan la importancia, especialmente entre las personas más jóvenes, de controlar la transmisión del virus en este esprín final.
"Creo que vamos a tener una nueva ola. De eso no hay ninguna duda", vaticina Quique Bassat, al mismo tiempo que matiza que "lo importante es ver cuál es la magnitud de esta nueva ola, porque podemos tener muchas infecciones nuevas cuya traducción clínica sea más limitada que las olas previas". Aunque advierte que "si las cifras vuelven a empeorar, si la incidencia vuelve a empeorar, podremos tener que reinstaurar algunas medidas". "No podemos convivir con un virus que siga causando un centenar de muertes diarias", determina.
Para terminar, este epidemiólogo lanza un mensaje a los jóvenes: "Que aunque no lo hagan por ellos mismos, que lo hagan por los demás". "Estamos muy lejos de controlar la transmisión y les necesitamos para que contribuyan a hacerlo. Con las celebraciones, fiestas, con la euforia que ahora mismo tienen no vamos a ir a ningún sitio. Vamos a retroceder de nuevo".