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El Rey del cachopo se declara inocente del asesinato de su exnovia: "No la volví a ver. No pude ni matarla, ni besarla"

  • Niega que Heidi Paz fuera a su casa el día que desapareció y afirma que sigue viva en Honduras
  • Manifiesta que le encañonaron con una pistola tras la desaparición de la joven porque ella traficaba con droga

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El 'Rey del Cachopo' niega en el juicio que matara a su expareja

César Roman Viruete, conocido como el 'Rey del cachopo', ha negado este martes haber matado a Heidi Paz, así como también ha negado que fuera su novia en el momento de los hechos, pues solo eran "amigos con derecho a roce". "Yo no la volví a ver, lo he dicho un millón de veces. No pude ni matarla, ni besarla", ha insistido en el juicio que se celebra contra él en la Audiencia Provincial de Madrid por presuntamente haber asesinado y descuartizado a su pareja en agosto de 2018.

En respuesta a las preguntas de la Fiscalía, Román ha explicado que la última vez que tuvo contacto con la víctima fue a las 6.00 horas del 5 de agosto, cuando ella le llamó por teléfono estando con un amigo en la plaza de Legazpi, en Madrid, y hablaron por menos de 30 segundos porque él estaba durmiendo, pero ha negado que a continuación Heidi Paz fuera a su casa.

"Si hubiera venido, el posicionamiento de su móvil lo hubiera señalado. Eso refrenda lo que digo. Heidi nunca vino a mi casa", ha aseverado, al tiempo que ha resaltado que no se ha encontrado ni una gota de sangre en la vivienda. "Yo no la volví a ver, lo he dicho un millón de veces. No pude ni matarla, ni besarla", ha insistido.

El Rey del cachopo llega al juicio por el asesinato de su novia: "Tengo ganas de demostrar mi inocencia"

También ha afirmado que después de ese día, Heidi Paz estuvo en su casa el 9 de agosto, aunque no se vieron porque él no estaba en el domicilio, y que accedió porque tenía llaves de la vivienda. Román ha asegurado que supo que estuvo en su casa aunque no la viera porque utilizó una sartén y unos platos, que dejó en el fregadero, y que además le dejó una nota. También, en esa visita, según Román, la víctima le cogió un móvil, y le dejó otro que usaba ella habitualmente y que fue con el que hizo la última llamada que tuvieron días antes.

Una relación sentimental breve

Durante su declaración, ha detallado cómo fue la relación que mantuvo con Heidi Paz desde que la conoció en mayo de 2018. Así, ha relatado que conoció a la joven hondureña, cuando se presentó a un anuncio de trabajo para una de sus sidrerías, en la que estuvo trabajando por tres semanas. El Rey del cachopo ha explicado que al poco de conocerse iniciaron una relación y alquilaron un piso en Vallecas, pero el 20 de junio cortaron.

Según Román, fue la joven quien puso punto y final a la relación y fue tras un aborto fortuito que había sufrido de un embarazo no buscado. Sin embargo, ha reconocido que después de dejarlo, quedaban "de vez en cuando" y echaban "cuatro polvos". "Teníamos una relación de tomarmos cuatro copas de vez en cuando y a veces acabábamos en la cama", ha reiterado.

Ante el jurado popular que decidirá si es culpable de matar a su Heidi Paz, descuartizarla y hacer desaparecer parte del cadáver, a Román solo se le ha roto la voz cuando se ha mencionado la maleta donde apareció parte de cuerpo de la que fuera su novia.

Manifiesta que le encañonaron con una pistola

En su declaración, al igual que hizo en la investigación, ha sostenido que Heidi Paz podría tener deudas con algún grupo colombiano por temas de narcotráfico. De hecho, ha afirmado que la mujer le confesó después de dejar la relación que realizaba 'vuelcos de droga' -robos a narcotraficantes-, que vino a España huyendo de "un jefe de una mara que se habia encaprichado de ella", y que también se tuvo que dedicar a ser prostituta.

Román ha explicado que el 12 de agosto, se encontró con "Matías", un amigo de Heidi Paz que que le habían prestado 9.000 euros para traer a sus hijos de Honduras, y que le preguntó por ella, pero que le dijo que no sabía porque ya no eran pareja. Segidamente, ha afirmado que se citó un día después en un bar cercano a la calle Antonio López, y que Matías se presentó con un comisario de policía, que le empezó a preguntar por la chica y por unos "doce kilos de cocaína".

Asimismo ha afirmado que ante su sorpresa, esta persona le encañona en el estómago con una pistola y le amenaza con vaciarle el cargador a él y a toda su familia. Tras ello, le da 48 horas para que localice a Heidi y los doce kilos de drogas.

Tras este incidente, Román ha contado que decidió irse a Zaragoza, para apartarse de ese grupo de personas y porque, ha dicho, a veces es mejor desaparecer para que pasen los problemas. "Estuve recapacitando y decidí huir porque tenía miedo de que hicieran algo a mi hija", ha reconocido.

Rechaza que Heidi Paz esté muerta

A preguntas de la acusación particular que ha subrayado que César Román se ha referido a Heidi Paz en presente, y al contrario que en la instrucción, que dijo que podía haber sido asesinada por esas supuestas deudas, en esta ocasión, el Rey del Cachopo ha sostenido que la joven está viva, porque cree que el torso que apareció "no es el de Heidi". "En el sumario hay una prueba de ADN que dan por definitiva, y la conclusión del informe no dice que sea Heidi", ha señalado durante el juicio.

Además, ha resaltado que el torso que apareció no tiene las "marcas" propias de haber pasado por dos embarazos, como es el caso de Heidi Paz, y que por eso, él ha defendido que puede estar viva.

En su opinión, Heidi Paz regresó a Honduras, donde, ha supuesto, está viviendo en la actualidad. Para confirmar este hecho, Román ha argumentado que la madre de la joven hizo un "crowfunding" para recaudar dinero para supuestamente trasladar el cadáver a Honduras, pero ha subrayado que"tres años después" el torso que apareció en la nave que tenia alquilada sigue en el Anatómico Forense. En este sentido, ha considerado que con el dinero recaudado, Heidi Paz pudo volver a su país de origen.

Los "errores" del sumario

Por otro lado, Román se ha referido en muchas ocasiones al sumario, que ha tenido encima de la mesa mientras declaraba, y ha aludido a los "errores" que él considera tuvo la investigación de la presunta muerte de Heide Paz.

Entre los "errores" está, según él, que no se citó en la instrucción a declarar al hombre que acompañaba a Heidi Paz en la Plaza de Legazpi el 5 de agosto, cuando se pierde el posicionamiento de su teléfono móvil.

Otros de los supuestos errores que ha mencionado es que nunca se ha analizado las huellas del taxista que le llevó a sus oficinas de la avenida de Andalucía, donde apareció la maleta con el torso de una mujer.

Román ha explicado que en ese viaje en taxi, llevaba una maleta cargada de documentos a la nave, que el taxista cogió en un momento dado. También ha sostenido que esta persona mintió al afirmar que le llevó hasta una calle estrecha próxima a la nave donde se encontró la maleta con el torso de la mujer, pues ha insistido en que Teletaxi le dio las coordenadas del punto exacto donde le dejó y confirma que se apeó en la citada avenida, y no donde el taxista manifestó.

La Fiscalía pide 15 años para él

La Fiscalía pide 15 años y cinco meses de prisión para el acudado por homicidio y profanación de cadáver con las agravantes de parentesco y motivos de género, mientras que la acusación particular ejercida por la familia de Heidi pide 25 años por asesinato con alevosía y agravante de parentesco y género, más otro año por maltrato habitual.

Las acusaciones coinciden en que el procesado, que en el momento del crimen tenía 45 años, mató y descuartizó a su pareja, de 25 años y origen hondureño, a principios de agosto de 2018 y trasladó el cadáver a una nave que tenía alquilada en el barrio de Usera. Tras separar del tronco la cabeza y las extremidades hizo de desaparecer todo salvo el tronco y luego roció parte del cuerpo con sosa cáustica. También quemó algunas pertenencias y sus prótesis mamarias, presumiblemente para evitar la identificación de la víctima.

Luego se trasladó a Zaragoza, donde fue estuvo trabajando en un restaurante con una identidad falsa y el aspecto cambiado, hasta que fue detenido. La víctima tenía dos hijos menores que residían en Honduras para los que la Fiscalía reclama una indemnización de 300.000 euros, así como otra indemnización para su madre de 100.000.