Diez años de los terremotos de Lorca: "La ciudad no ha vuelto a ser la misma"

• Nueve personas fallecieron y 360 resultaron heridas
• Los vecinos recuerdan aquellos días en un reportaje de RNE

Reportajes RNE - Lorca: 10 años desde que la tierra tembló

Hace diez años Lorca tembló. Los vecinos no olvidan la tarde del 11 de mayo de 2011 en la que dos terremotos consecutivos, el segundo de una magnitud de 5,1 en la escala de Richter, sacudieron con vehemencia la ciudad. "La casa se movía como un acordeón, las paredes iban de un lado a otro, fue terrible", recuerda Atanasio Zamora en el reportaje que RNE ha realizado con motivo del décimo aniversario del seísmo. Pedro Laborda rescata de su memoria la descripción del momento que hizo otro vecino. "Vio moverse toda la montaña como si hubiera una serpiente por debajo de la tierra". Amable García pensó que aquello era un avión "rompiendo la barrera del sonido" y Vicente Blasco compara el paso del terremoto con la llegada de una guerra. "El aspecto de la ciudad, durante tres o cuatro días, fue lo más parecido a Beirut".

“Lorca no ha vuelto a ser la misma. Hay un antes y un después desde el día del terremoto“

Nueve personas fallecieron en la tragedia, entre ellas un niño, 360 resultaron heridas y numerosas viviendas y comercios sufrieron daños importantes. Se estima que alrededor de 20.000 lorquinos pasaron al raso la noche del terremoto y alrededor de 7.000 no pudieron volver a sus casas durante un año, mientras se realizaban las labores de rehabilitación. “Fueron meses muy duros. La gente veía diariamente cómo venían las máquinas a tirar sus casas”, recuerda David Gómez.

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La zona cero: el barrio de La Viña

1.798 viviendas fueron demolidas en la ciudad y las nuevas que se han ido construyendo han incorporado una serie de recomendaciones para prevenir daños en caso de que se produzca un nuevo terremoto. Sin embargo, todavía se pueden distinguir marcas del seísmo en uno de los barrios más afectados, el de La Viña. Hay numerosos solares, fachadas protegidas sin edificar y expedientes de reparación de viviendas por resolver.

Los vecinos recuerdan con tristeza aquellos días y se siguen estremeciendo diez años después, cuando escuchan ruidos en la calle o leen noticias sobre terremotos en otros lugares. "Lorca no ha vuelto a ser la misma. Se ha recuperado arquitectónicamente, pero no el espíritu de la ciudad. Hay un antes y un después desde el día del terremoto", explican los vecinos.