Los conflictos que no resuelve la 'Ley Rider'
- Algunos repartidores temen despidos masivos pero los sindicatos les ve más protegidos
- Las plataformas de reparto consideran que "la norma amenaza la libertad de empresa"
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La 'Ley Rider' ha reconocido la situación de trabajadores por cuenta ajena a los ‘rider’, los repartidores de comida y productos a domicilio, pero ha dejado muchos flecos sueltos respecto al modelo laboral de los trabajadores surgidos con la irrupción de la economía digital.
La nueva norma reconoce como asalariados únicamente a los repartidores de plataformas digitales, dejando fuera a otros trabajadores de este tipo de plataformas que no se dediquen al reparto. Según Ignasi Beltrán, profesor de derecho laboral en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), “el principal problema de hacer una ley ad hoc es que no se ha dado respuesta a todo el fenómeno, que es mucho más amplio y está en clara expansión”.
Beltrán hace referencia a la economía digital, que se abre paso a gran velocidad y que arrastra a muchos más perfiles profesionales como abogados, traductores o limpiadores, entre otros. Además, para las empresas afectadas por la norma el incentivo económico es muy poderoso y, según el profesor de derecho, "es muy probable que, como han estado haciendo hasta la fecha, sigan tratando de deconstruir las notas de laboralidad para evitar tener que contratar a los riders”.
Ruben Ranz, coordinador de ‘Tu respuesta sindical’ en UGT, considera que la norma supone “un avance muy positivo en el derecho laboral”, aunque echa de menos “que afecte a todos los trabajadores de plataformas digitales y no solo a los repartidores”. Aún así, advierte, “eso no significa que no puedan ser considerados asalariados también, sino que habrá que luchar por sus derechos en los tribunales apoyándose en el Estatuto de los Trabajadores, tal y como ha ocurrido con los ‘riders’”.
“Una ley desastrosa que no tiene en cuenta a muchos repartidores”
Para las plataformas digitales, lejos de haberse zanjado el asunto, la grieta que separaba las dos posturas está más abierta que nunca. En un comunicado publicado al día siguiente del acuerdo alcanzado por la mesa de diálogo, las plataformas mostraron su rechazo a dicho texto. Llaman la atención sobre el efecto que la laboralización podría tener en los repartidores y en el sector de la restauración, y considera que “mientras otros países europeos aprueban regulaciones que apoyan la economía digital con mayores protecciones para los repartidores autónomos, España parece ir en dirección contraria, poniendo en peligro un sector que aporta 700 millones al PIB nacional”.
La Comisión Europea ha abierto una consulta para mejorar el trabajo en plataformas digitales y, aprovechando la coyuntura, las asociaciones de repartidores pro autónomos APRA y Repartidores Unidos han mandado una carta a la institución donde advierten de que la nueva norma puede dejar a una parte de los ‘riders’ sin trabajo, Según estas asociaciones, este hecho “provocará un enorme desempleo en segmentos precisamente muy vulnerables de la población”. En palabras de Jordi Mateo, presidente de APRA, se trata de “una ley desastrosa que no tiene en cuenta a muchos de nosotros”. Además, se quejan de que el Gobierno no se reunió con ellos y de que su postura no fue escuchada en la mesa de negociación.
“Una ley muy insuficiente”
Desde la plataforma Riders x derechos, que llevan años luchando por ser reconocidos como asalariados, opinan que la 'Ley Rider' es “muy insuficiente y no va a la raíz del problema”. Para diversos expertos especialistas en economía y derecho del trabajo, este tipo de empresas promueven la ‘uberización’ de la economía que Melissa Renau, investigadora en la UOC, define como “el uso de plataformas digitales para degradar condiciones laborales” y advierte de que ir en esta dirección significa “ir hacia un modelo donde la protección social sea muy mínima”.
Para Riders x derechos la aprobación de la norma es solo un punto y aparte y creen que “habrá que seguir luchando para que las empresas contraten a sus trabajadores cumpliendo con los convenios colectivos y que no pasen del fraude de los falsos autónomos al fraude de las subcontrataciones”. Con ello, hacen referencia a las empresas de reparto de comida a domicilio que hoy en día utilizan la subcontratación a través de empresas de trabajo temporal para contratar a sus ‘riders’. Muchas asociaciones pro autónomos también han expresado su preocupación sobre esta práctica una vez se aplique la ley.