Voces que acamparon en Sol, diez años después: "El 15M sigue vigente"
- Este sábado se celebra el décimo aniversario del movimiento ciudadano que tomó las plazas en mayo de 2011
- Cuatro pioneros de aquella movilización histórica se citan con RTVE.es para hacer memoria y balance de lo vivido
Nadie intuía aquel 15 de mayo de 2011 cómo se iba a desarrollar la partida que arrancó en la Puerta del Sol. Lo que estaba sobre el tablero era su presente y su futuro, y lo que pidieron desde aquella plaza madrileña era el cumplimiento de las reglas del juego, esas que figuran en la Constitución y entre las que se encuentran el derecho a una vivienda digna y a un salario suficiente. Diez primaveras después del estallido de indignación, la jugada colectiva permite múltiples análisis, pero uno de ellos deben ofrecerlo, sin duda, quienes se atrevieron a "mover ficha".
Lara Hernández, Stéphane Grueso, Jessica Costilla y Carlos Paredes son algunos de esos pioneros del 15M. Los cuatro despertaron a la vez, coincidieron en el tiempo y en el espacio, se movilizaron y acamparon en una ciudad en la que ahora se reúnen, una década más tarde, para hacer balance de las oportunidades ganadas y de las que quizá se perdieron por el camino; para rescatar, en definitiva, la memoria de aquel tiempo de protesta en el que todo parecía posible.
[Puedes ver en aquí el vídeo íntegro del encuentro]
Lo que fue: un despertar colectivo, el "empoderamiento" de las personas
“El 15M, en principio, no se constituye o al menos yo no lo viví así, como un movimiento de reacción en la propia plaza, como un movimiento de revuelta concreto. El 15M lo que representa y que yo viví fue una respuesta, en clave generacional, por supuesto, a una salida injusta a una crisis, a una crisis económica, social y política. Había un sector de la población muy amplio, identificado fundamentalmente en los jóvenes, que decía, ‘bueno, estamos ya hasta las narices de que se socialicen unas pérdidas y se privaticen unos beneficios. Ante eso vamos a reaccionar y vamos a reaccionar en una clave pacífica’”, recuerda ante las cámaras de RTVE Lara Hernández, que fue portavoz de 'Acampada Sol' y participó en la Comisión de Difusión en Red y en la de Comunicación.
Para Jessica Costilla, que formó parte de la Comisión de Audiovisual, el 15M representa un momento en el que una parte de la ciudadanía manifestó su “derecho a soñar una realidad mejor” y se puso, como pudo, a trabajar “buenamente” para conseguirlo: “La sensación que yo tuve es que había una necesidad de cambio de paradigma, de un montón de cosas que estaban rezumando, haciendo ‘chup chup’, y que ahí las podíamos cristalizar en comisiones. Había un montón de luchas que se cristalizaron en la plaza”, destaca.
“Fue el empoderamiento de la gente, de la gente de a pie, la gente que nunca figura en ningún libro de historia“
“Para mi fue el empoderamiento de las personas con independencia de dónde hubieran nacido, el color que tuvieran de piel, cuál fuera su género o cuáles pudieran ser sus ideas. Fue el empoderamiento de la gente, de la gente de a pie, la gente que nunca figura en ningún libro de historia, pero sin la cual nada de esto sería posible”, añade Carlos Paredes, que fue portavoz de Democracia Real Ya durante su primer año.
La cuarta voz que interviene en el encuentro es la de Stéphane M. Grueso, periodista y activista social, quien describe cuál fue el grado de implicación social que desencadenó la manifestación del 15 de mayo: “Todo el mundo dio un pasito más allá en cuanto a tener, cada uno en sus circunstancias, una mejor democracia donde yo puedo participar, puedo exigir, puedo protestar y puedo ocupar el espacio público”, recuerda el también cineasta, cuyo papel en el 15M, dice, fue "salir a la calle y contar lo que veía".
Hay cierta nostalgia en la descripción que los cuatro hacen de los días que convirtieron a la Puerta del Sol en campamento y, aunque refieren el sentimiento de indignación, lo que expresan con mayor intensidad es la ilusión que les provocaba el saber que estaban haciendo lo posible para renovar una democracia que sentían deteriorada.
"Cuando el Tribunal Supremo prohibió que nos reunieramos en la plaza, entonces dijimos todos: ¿cómo? Y nos fuimos todos a la plaza, desobedeciendo un auto de un Alto Tribunal, con la certeza, en mi caso, de que estaba haciendo lo más legítimo, lo más legal y lo que había que hacer en ese momento”, explica Stéphane.
“El 15M sigue vigente, las preguntas que llevaron a toda esa gente que estuvimos allí siguen hoy día abiertas“
No es el único que tenía esa convicción, también el resto vio con claridad que había que intentarlo. Y fue exactamente eso, un intento común, un plan espontáneo que pilló por sorpresa a un país que no volvería a ser el mismo desde entonces: "El 15M sigue vigente, las preguntas que llevaron a toda esa gente que estuvimos allí siguen hoy día abiertas. Puede ser que las respuestas se hayan agotado, pero las preguntas siguen ahí".
Los logros: el fin del bipartidismo, la transparencia o las asambleas
El logro más inmediato del 15M, según se deduce del relato de algunos de sus protagonistas, fue que el de movilizar cada vez a más gente y provocar lo que Carlos define como un "efecto mariposa", no solo en España sino también en otros países:
"Es la primera pieza de dominó que va haciendo caer cada vez una pieza más grande. El 15M transformó el mundo a nivel político. Muchas de las cosas que hemos visto en los últimos diez años en política internacional no hubieran sido posibles sin el 15M y sus reivindicaciones y su externalización e internacionalización. Recordemos que cuando se produjo la primera acampada en Sol, enseguida se replicó por todo el Estado, y todas las protestas que todos los españoles que vivían en el extranjero empezaron a protagonizar frente a las embajadas de sus países”, apunta.
El ‘efecto 15M’ también se puede ver en algunos pequeños avances que, en opinión de los cuatro participantes, hacen que la democracia sea hoy un poco más sana.
“Una de las criaturas que parió al 15M fue la ruptura del bipartidismo. Eso, desde luego, yo creo que ha sido el elemento más importante que el 15M ha puesto encima de la mesa y que además eso ya es irrenunciable. Eso ya se ha terminado, se ha terminado, y no vamos a volver a ese sistema monolítico de los partidos políticos”, sostiene Lara, quien recalca que aquella lucha abrió un nuevo ciclo político que enterró las mayorías absolutas.
“¿Cuántas costuras no se le han visto al sistema desde el 15M?“
Esto último lo ve Stephane especialmente positivo porque pudo conducir (en la teoría) a una política más plural y dialogante. Sobre los logros, añade lo siguiente: “Más allá del ciclo político, el 15M consiguió poner en la agenda unas cuestiones que son irrenunciables. Por ejemplo, la transparencia, la Ley de Transparencia de 2013, que sin el 15M no habría sido posible (...) y tenemos también un concepto como la rendición de cuentas”, agrega el autor del documental 15M: Excelente. Revulsivo. Importante.
Carlos, por su parte, alude a otras características de la nueva política que, cree, llegaron por la influencia del 15M: “Ahora es común en muchos partidos políticos ver primarias: ¿cuántas primarias se hacían antes del 15M? O las listas cremallera, por poner un ejemplo. Pues eso es un cambio significativo (...) ¿Cuántas costuras no se le han visto al sistema desde el 15M?”, se pregunta también Carlos, que en la actualidad es autónomo y se dedica a comercializar servicios de mantenimiento informático.
Jessica coincide con lo dicho y destaca, además, el hecho de que la movilización rescatara “el poder de lo colectivo”, que estaba hasta entonces “soterrado”. Aquel mes se empezaron a “tejer”, dice, una serie de redes, de grupos, que pusieron en valor el trabajo “colectivo y horizontal”, el cooperativismo, el emprendimiento.
“Por ejemplo, ahora, cuando pasó lo que llaman las ‘colas del hambre’, que son las despensas solidarias, ahí se activó un tejido de asamblea y de asociación, del barrio que estaba ahí y yo he estado conectada con eso porque estuve en el 15M", comenta Jessica, que en el presente forma parte de una cooperativa que se dedica a hacer campañas de sensibilización social.
¿Oportunidades perdidas?
En el balance que hacen Lara, Stephanne, Carlos y Jessica se habla con claridad de esos triunfos del 15M, pero evitan, sin embargo, hablar, como tal, de fracasos.
“(El 15M) no fracasó porque fue una explosión, explotó y ahí se quedó, mutó. Y claro, el problema es cuando identificamos el 15M con la, digamos, canalización institucional posterior. Ese es otro debate. Pero creo que caemos en un error si nos quedamos en ese esquema”, explica Lara, que actualmente trabaja como docente de Filosofía.
“A mí me gustaría resaltar que el 15M yo entré en una organización que ni tan siquiera tenía CIF ni estructura, que era Democracia Real Ya, para hacer una manifestación, una manifestación que era una llamada de atención. De ahí surgió un movimiento social que se internacionalizó y que, diez años después, estoy aquí, en la televisión pública de mi país, hablando de ello. ¿Dónde está el fracaso?”, plantea Carlos.
Este último, no obstante, sí cree que ha habido un descalabro en esta década post 15M, pero no cree que se le deba atribuir al movimiento ni a su espíritu, que fue constructivo, sino a toda la sociedad en su conjunto: “Para mí lo mas importante del 15M es que consiguió que las personas dejáramos de tratarnos como etiquetas. Tú eres de no sé dónde, de no sé cual, y que nos tratáramos como seres humanos. Yo creo que eso es algo que está perdido a día de hoy y que debemos recuperar”, añade Carlos, que enmarca su reflexión en el “clima de crispación política y social" que se respira actualmente.
“Esa cosa de buscar una manera diferente de hacer política, quizá es lo que no ha cuajado del todo“
“Esa cosa de buscar una manera diferente de hacer política, quizá es lo que no ha cuajado del todo (...) estamos repitiendo la misma forma de hacer política”, lamenta Jessica, que no considera que el diálogo que deberían haber abierto la ruptura del bipartidismo y el fin de las mayorías absolutas haya conseguido instalarse en la política.
“Eso, a día de hoy, no lo hemos logrado”, incide Jessica. “No lo hemos logrado, o no lo han logrado ellos. Las bases se han dado, se han llenado los parlamentos de gente nueva y tal. Ahora si se muestran incapaces de hablar entre ellos, no sé…”, replica Stéphane.
Él, que se define a sí mismo como “el tonto optimista” del debate, trata de que las conquistas del 15M siempre reluzcan durante la charla, aunque reconoce que quizá hubo algunas oportunidades que se perdieron en aquel momento, y sí ve con claridad que se cometió un error: “En el 15M se trató muy mal a los feminismos. No se hizo caso a las feministas y en Madrid, especialmente, fue absolutamente terrible, pero de cierta forma fue también un comienzo para este tipo de cuestiones que se han convertido en unas cuestiones sociales y no sólo políticas”, sostiene Stéphane, convencido, al igual que el resto, de que el 15M de ayer es el 8M de hoy.
“¿Y por qué tenemos que ganar o perder? El 15M fue lo que fue, una deliberación ciudadana, un espacio de socialización de la política en el sentido más noble de la palabra”, resume Lara, quien opina que lo que hicieron ellos y el resto de "indignados" fue marcar los "límites" entre lo que era y no era una sociedad democrática.
El legado que dejan los primeros "indignados" a los jóvenes de hoy
El debate da pie a algunas reflexiones de gran calado y deja entrever que el espíritu crítico y reivindicativo que inundó las plazas hace diez años no ha empequeñecido, al menos de manera individual, en algunos de los que se manifestaron y acamparon. Para ellos es importante, además, que los jóvenes que no vivieron el fenómeno conozcan qué fue y qué consiguió.
Sobre todo, explican, para que sepan que no tienen por qué renunciar a la posibilidad de cambiar la realidad, si consideran que no es justa; si se sienten identificados con lemas como el de "No nos representan" o el de "Nuestros sueños no caben en vuestras urnas".
"Eso es lo más valioso que les podemos dejar (...) Uno puede siempre transformar su vida y soñar con una vida mejor. Que nunca te saquen eso. Es lo que creo que sería lo mejor que podríamos dejar para adelante", subraya Jessica, que considera que su generación sembró "una semilla" que sigue viéndose en los barrios cada vez que surgen necesidades.
“El 15M es como un derecho. Tú tienes derecho a cambiar las cosas“
También Stephanne anima a las nuevas generaciones a luchar por sus ideales en un tiempo de crisis encadenadas: "Lo que hay que hacer es intentarlo y que la gente se invente cosas. Ahora lo están intentando los del Fridays for Future. Lo que hay que decirle a la chavalería es que lo intente. Busca qué hay, reconoce tu realidad, mira que lo que pasa, invéntate algo, sé disruptivo, atrévete a participar en sitios, en espacios en los que tienes derecho, pero tradicionalmente no te dejan (...) El 15M fue como un derecho. Tú tienes derecho a cambiar las cosas".