Restricciones, contagios y vacunas: las tres carreras hacia el final de la pandemia
- Sin estado de alarma, aspiramos a un verano con máximo de inmunización y mínimo de prohibiciones
Es el primer fin de semana en el que podemos viajar a otras comunidades, estadios de fútbol y pabellones con público, una vuelta al cole con menos burbujas, y quién sabe, a lo mejor hasta quitarnos la mascarilla. Esta semana empezamos a diseñar cómo será la vida cuando demos por vencida a la pandemia. Vemos la meta de esta carrera cada vez más cerca.
O al menos eso queremos creer. Especialmente en una semana en la que, una vez decaído el estado de alarma y sin apoyo legal para las restricciones más estrictas, nos tenemos que enfrentar al virus armados de un puñado de medidas, responsabilidad individual y colectiva y, sobre todo, vacunas.
Es la triple carrera paralela hacia el final de la pandemia: la que se nos hace demasiado lenta (el descenso de las curvas de casos, hospitalizaciones y muertes), la que deseamos acelerar (la de las vacunas) y la que nos gustaría acelerar, con el riesgo de apresurar en exceso (la eliminación de restricciones).
Restricciones: menos medidas, más complicadas de conocer
Entramos en el primer fin de semana en España sin estado de alarma. Una situación que en la Unión Europea solo se mantiene en siete países: Bulgaria, Eslovaquia, Finlandia, Francia, Hungría, Luxemburgo e Italia. Es el último recuento de la Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo -a fecha de 28 de abril-. Y de estos países, solo Italia prevé prolongar el estado de emergencia hasta el 31 de julio.
Sin estado de alarma, las restricciones para frenar la transmisión del coronavirus están en manos de las comunidades autónomas y de los jueces. Los intentos de mantener un toque de queda en el País Vasco, Navarra y Canarias han chocado con el criterio de interpretación de los tribunales. En cambio, otros tribunales sí lo han admitido. A día de hoy, con sentencias favorables, la restricción a la movilidad nocturna solo está en vigor en Baleares (hasta el 23 de mayo), en la Comunidad Valenciana y en los municipios sometidos a cierre perimetral en Galicia por su alta incidencia acumulada.
Para todo lo demás, conocer qué está permitido y qué no en cada comunidad autónoma vuelve a ser un rompecabezas.
Señales positivas en las curvas
En DatosRTVE mostramos la evolución diaria de los casos, los ingresos en UCI y las muertes por coronavirus en España. Como se ve, los contagios registrados -que marcan el indicador principal, el de la incidencia acumulada- van descendiendo. Al igual que con los ingresos diarios en UCI, nos encontramos ya por debajo del nivel final de la tercera ola, que terminó en marzo, y en niveles que no se veían casi desde septiembre, cuando la segunda ola empezaba a subir.
Hay otra una buena noticia con las hospitalizaciones. Esta semana se ha registrado en España el mínimo de pacientes hospitalizados por COVID desde el pasado mes de septiembre. Actualmente hay 7.088 pacientes en planta con coronavirus, y en las UCI se encuentran otros 1.899 enfermos graves, una cifra a la que le cuesta más bajar. Respecto al viernes pasado, son 1.517 personas ingresadas menos y 284 menos en cuidados intensivos.
Una buena noticia que hay que poner en contexto, por la tensión y el agotamiento acumulado en el sistema sanitario y porque aún estamos en una situación de riesgo alto. La ocupación de las UCI por coronavirus apenas baja del 20 %. Aun así, una marca esperanzadora que hay que seguir mejorando.
Cuando llegaron las vacunas a España, las autoridades sanitarias (o sea, Fernando Simón) destacaban la importancia de mantener el nivel de transmisión del coronavirus lo más bajo posible para que la inmunización pudiera extenderse con rapidez y sin obstáculos. La meta era llegar a una incidencia a 14 días por debajo de 50 casos por cada 100.00 habitantes. No hemos llegado a bajar de 150.
La carrera de la inmunización necesita en paralelo que hagamos bien las cosas unos meses más.
La vacunación en España y en otros países: estamos en el top
Continúan también las buenas noticias con la campaña de vacunación. El Gobierno sigue señalando finales de agosto como la fecha en que el 70 % de la población adulta estará vacunada. De momento, las previsiones se cumplen y estamos entre los países europeos que mejor están haciendo sus deberes.
Esto se puede ver al acudir a los datos que recibe de 30 países el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). Aunque la información que maneja no coincide con la más actualizada de los gobiernos, la comparación ilustra que estamos en la media europea de la población adulta que ha recibido al menos una dosis de la vacuna (35,4 %, a 14 de mayo). Y en la población que ya ha recibido la pauta completa, España, con un 16 % de los adultos ya vacunados, se encuentra por delante de la media europea (14,4 %). En el siguiente mapa se añade además la información del Reino Unido, el más aplicado en Europa en su campaña de vacunación.
En cuanto a la evolución por grupos de edad, España está entre los primeros de Europa en la aplicación de las primeras dosis en los mayores de 60 años, aunque aún está rezagada en el grupo de 50-59 en relación con otros países de nuestro entorno.
Respecto a la población con pauta completa, España lidera con Islandia la inmunización de los mayores de 80 años, pero aún ha de progresar en el resto de edades, como se ve en la siguiente tabla.
Las vacunas, a la espera de la decisión final con AZ
Los caminos por los que los países de la UE están llegando a sus objetivos no corren paralelos. Y se van abriendo nuevas vías: la Agencia Europea del Medicamento (EMA) podría aprobar este mismo mes la vacuna de Pfizer en niños mayores de 12 años, y que la de Janssen, que ya se usa en España en el grupo de edad de 70-79 años, se aplicará también a las personas de 50-59 (que ya reciben las vacunas de Pfizer y Moderna).
Un breve repaso a la situación de los principales vecinos europeos nos permite ver que España se mantiene a la par que sus colegas europeos en la carrera hacia la inmunización, y que las fases que se van abriendo siguen pasos similares.
La mayor diferencia entre los países se encuentra en la decisión aún pendiente de qué pasará con la segunda dosis de AstraZeneca. Pese a la recomendación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) de aplicar la segunda dosis a quien recibió la primera, los diferentes países son reacios y están siguiendo su propio camino. Hay países de la UE que han puesto límite de edad de utilización entre 50 y 65 años y otros que mantienen su utilización a partir de los 18 años de edad. Dinamarca y Noruega han decidido dejar de utilizar esta vacuna. Y estados como Francia, Alemania, Finlandia y Suecia han decidido administrar la segunda dosis con las vacunas de ARNm, mientras otros se encuentran a la espera de los resultados de los ensayos científicos de la combinación de vacunas.
En España, Sanidad decidirá en los próximos días qué vacuna se pone a esas personas menores de 60 años que ya tienen la primera dosis de AstraZeneca (a los mayores de 60 años se les pondrá la pauta completa de este fármaco). Un estudio que publica The Lancet sostiene que cuando se combinan diferentes vacunas se han visto efectos secundarios con más frecuencia, aunque leves.
Posdata. La clave de sol (y playa)
Detrás de estos últimos acelerones no solo está el diseño de una vida pospandemia. A corto plazo, lo que está en juego es la recuperación económica con el impulso del turismo en verano. Esta semana, la ministra del ramo, Reyes Maroto, dijo que España aspira a captar a 25 millones de turistas, es decir, recuperar en torno a la mitad de los 47 millones de visitantes que vinieron en 2019, y animó a los extranjeros a empezar a planificar sus vacaciones en España.
Y la semana que viene, el presidente del Gobierno presentará el certificado verde digital -un pasaporte sanitario en el que trabaja la UE para reactivar el turismo internacional- en la feria de Fitur, y que se quiere poner en funcionamiento en junio.