El Gobierno ve un "asalto" y no una crisis migratoria las llegadas a Ceuta
- Fuentes del Ejecutivo emplean esa palabra y Sánchez reconoce que no es una crisis migratoria sino "otra cosa"
- Creen que la situación está normalizándose tras la devolución de 4.800 migrantes
El Gobierno considera que la llegada masiva de unos 8.000 migrantes de forma irregular a Ceuta, procedentes de Marruecos, es un "asalto" a la frontera y no una crisis migratoria.
Un día después de que la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, calificara lo ocurrido de "agresión", fuentes del Ejecutivo hablan ya de "asalto". El propio presidente, Pedro Sánchez, ha negado este miércoles en el Congreso que lo sucedido sea una crisis migratoria, aunque se ha limitado a señalar que es una crisis "de otro tipo", provocada, a su juicio, por la falta de control de la frontera por parte de Rabat.
Así lo ha sostenido el presidente del Gobierno en respuesta a una pregunta de la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, durante la sesión de control al Gobierno, en la que también ha señalado que España cuenta con el "apoyo inequívoco" de todas las autoridades europeas ante una falta de respeto que no es solo a España sino también al conjunto de Europa.
Desde el lunes, el tono con Marruecos ha ido cambiando en el Ejecutivo. Si bien el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se empeñaba a destacar al inicio de la crisis la "relación fructífera" en materia migratoria con Marruecos, Sánchez endureció el discurso este martes a mediodía al pedir al país africano que respetara las fronteras y a asegurar que el Gobierno defendería "con todos los medios" la "integridad territorial de España".
La relación diplomática entre España y Marruecos se ha tensado más desde la acogida en un hospital de Logroño del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, enfermo de cáncer y de coronavirus. La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha defendido este miércoles en RNE que se trata de una "acogida humanitaria" y que España no lo vio como una "agresión".
Sin embargo, el ministro de Derechos Humanos de Marruecos, Mustafá Ramid, ha asegurado este miércoles que España sabía "que el precio de subestimar" a su país "era muy caro". El martes, el Gobierno marroquí llamó a consultas a su embajadora en Madrid, Karima Benyaich, poco después de que ésta fuera convocada a la sede del Ministerio de Exteriores en España para mostrarle su descontento con la cuestión.
El Gobierno cree que la situación está normalizándose
Tras la llegada de más de 8.000 migrantes a Ceuta de forma irregular, entre ellos unos 1.500 menores, y después de que España haya devuelto ya a 4.800 personas a territorio marroquí, el Gobierno considera que la situación está ya normalizándose. Además, Marruecos ha sellado los pasos fronterizos con Ceuta y está interrumpiendo la llegada de migrantes.
En lo referente a la relación diplomática con Marruecos, el Ejecutivo recalca que este sigue siendo un país vecino y un amigo importante de España, y confía en el regreso de la embajadora marroquí, Karima Benyaich, que este martes fue llamada a consultas poco después de que fuera convocada a la sede del Ministerio español de Asuntos Exteriores.
Ante la escalada de tensión con Rabat, Sánchez ha pedido a todas las fuerzas políticas, especialmente a las de la bancada conservadora, "un plus de responsabilidad", tras recibir fuertes críticas de PP y Ciudadanos a su política exterior.