El Gobierno pondrá fin a la caza del lobo ibérico antes del 25 de septiembre
- El Ministerio para la Transición Ecológica fija la fecha y anuncia nuevo censo y ayudas
- Asociaciones conservacionistas como ASCEL siguen reclamando el blindaje total del animal
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha puesto fecha a la definitiva inclusión del lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE). Será antes del 25 de septiembre, según determina la publicación este miércoles de un proyecto de la Orden Ministerial que realizará dicha modificación y que ahora queda abierta al período de alegaciones.
De esta forma, el Canis lupus signatus, nombre científico del lobo ibérico, dejará de ser especie cinegética y por tanto no podrá ser cazado al norte del Duero. Un reducto en el que todavía se permitía esta actividad, dada la mayor población del cánido en Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León. Asimismo, el ministerio ha anunciado que prepara un nuevo censo y la creación de líneas de ayudas para alimentar la coexistencia de la actividad ganadera con el animal.
El avance en la protección del lobo, inicialmente promovido por la Asociación para la Conservación y el Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL) sigue sin recoger la 'catalogación' del animal, el verdadero caballo de batalla para esta organización que afirma que esa es la única fórmula que blindaría al cánido frente a hipotéticos controles de población por parte de las comunidades autónomas. Un sistema que, critican desde ASCEL, es poner otro nombre a su matanza.
Alegaciones y Estrategia estatal: los deberes antes del nuevo estatus
La orden ministerial se expone ahora a información pública durante 20 días, trámite previo a su publicación en el Boletín Oficial del Estado. Este mismo borrador, también recalca que hasta la elaboración Estrategia de conservación y gestión del lobo, las regiones que alberguen grupos de este depredador apical "podrán seguir aplicando las medidas que hayan adoptado los órganos competentes de las comunidades autónomas", apunta el documento.
Una letra pequeña que implica que, sobre el papel, se podrá seguir cazando a estos animales hasta que se resuelva el calendario transitorio dispuesto por el ministerio y que culminará con el visto bueno de la Conferencia Sectorial a la planificación en la que trabajan ministerio y autonomías.
El acuerdo deberá llegar, no obstante, no después del 25 de septiembre, ya que será entonces cuando el lobo ostente esta nueva denominación y las comunidades deban tener adaptas sus herramientas de gestión al nuevo escenario. Una fotografía que también contará en el futuro con un nuevo recuento nacional del superdepredador y la puesta en marcha de nuevas líneas de financiación para el pastoreo extensivo en tierra de lobos.
Una iniciativa polémica
La supresión del lobo como especie cinegética ha sido motivo de disputa entre las autonomías y el Gobierno central en los últimos tiempos. Cantabria, Galicia, Asturias y Castilla y León, donde se encuentra la mayor concentración de los 297 grupos del cánido que habitan el país según el último censo de 2012-2014, elevaron su queja ante lo que, entienden, es una posición de indefensión frente a un animal que, aseguran, está aumentando su población en estos lugares.
Desde las asociaciones ecologistas y grupos conservacionistas desmienten este punto y afirman que el propio animal se autogestiona sin necesidad de adoptar medidas que entrañen su eliminación. Además, ASCEL asegura que la fórmula empleada por el ministerio para abodar la protección del lobo no resuelve el principal problema: su exterminio. Por ello insisten en la necesidad de introducir al lobo ibérico en el 'Catálogo' del propio LESPRE que recogería no solo todo lo recogido en el 'Listado', sino la clasificación de la amenaza (vulnerable o en peligro de extinción) y medidas, destacan, reales de protección publicadas por las distintas administraciones.
La Comisión Estatal de Patrimonio Natural del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico aprobó en febrero la eliminacion como especie cinegética de todas las poblaciones de lobo con un debate entre las comunidades autónomas que se zanjó con nueve votos a favor y ocho en contra.