Hallada un ballena gris enferma en la bahía de Santa Ponça de Mallorca

• La hipótesis más probable es que en su migración hacia el norte se haya metido en el Atlántico
• El estado del cetáceo es delicado y es "complicado" que sobreviva en el mar Mediterráneo

Una ballena gris enferma nada en la costa de Mallorca

El Consorcio para la Recuperación de la Fauna de Baleares (Cofib) y el Palma Aquarium están haciendo el seguimiento a una ballena gris que ha sido localizada este jueves por la mañana en la bahía de Santa Ponça en Calvià (Mallorca).

Según ha informado la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio, en el seguimiento del cetáceo también están participando Salvamento Marítimo, Agentes de Medio Ambiente del Govern balear, el Servicio Emergencias 112 y la Fundación Save The Med.

Desde Medio Ambiente han resaltado que el estado de la ballena es delicado y necesita tranquilidad, por lo que han reclamado a la población no se acerque al animal.

La ballena gris habita en la zona norte del océano Pacífico

La coordinadora de proyectos de la Asociación Tursiops y licenciada en Ciencias del Mar, Marga Cerdà, ha explicado que la ballena gris es un cetáceo que habita la zona norte del océano Pacífico. Concretamente, se encuentran en dos zonas: entre Alaska y California y entre Japón y Corea, esta última es una zona con muy pocos efectivos, alrededor de 29.

Según Cerdà, la hipótesis más probable es que el animal haya avanzado por el paso del Noroeste y en su migración hacia el norte se haya metido en el Atlántico. "Al ser un animal que migra a muchos miles de kilómetros ha seguido y ha acabado aquí", ha señalado.

La experta ha indicado que la ballena no tiene ahora recursos para alimentarse, puesto que come pequeños crustáceos de arenas limosas del mar del norte. Además, ha apuntado que en las fotografías se ve que el animal tiene la columna vertebral muy marcada y "pocas posibilidades de supervivencia".

Imagen: Una ballena gris aparentemente enferma que nada en aguas de Santa Ponça, en Calvià - RTVE.es

Cerdà ha afirmado que hace 300 años hubo una población de ballenas grises en el Atlántico, por lo que si el animal consigue salir tendría posibilidades de sobrevivir, algo que es "complicado" en el mar Mediterráneo.

Finalmente, ha insistido en que no se "agobie" al animal y ha pedido a la población no acercarse a la zona, ni hacer fotos o vídeos.