Laya asegura que el líder del Polisario volverá a su país pero confía en que "cumpla" ante la Justicia española
- La ministra de Exteriores confía en dejar atrás "lo antes posible" la crisis con Marruecos
- Su homólogo marroquí niega contactos con España a quien atribuye una "actitud hostil"
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha asegurado este domingo que el jefe del Frente Polisario Saharaui, Brahim Gali, volverá a su país cuando reciba el alta en el Hospital de Logroño en el que se encuentra ingresado desde abril, pero confía en que antes "cumpla" con las causas que tiene pendientes ante la Justicia española.
En una entrevista en el programa No es un día cualquiera de RNE, González Laya ha afirmado que el Gobierno español se comprometió a "dar una respuesta humanitaria" ante las "múltiples dolencias" de Gali, incluido el covid, pero que cuando acabe el tratamiento "se termina nuestro compromiso, él volverá a su país".
Sin embargo, ha puntualizado, espera que antes de su regreso al Sáhara el líder polisario cumpla "con sus obligaciones ante la Justicia española", con la que tiene "una serie de causas" pendientes.
Se refiere la ministra a la causa abierta por el juez Santiago Pedraz tras una querella de la Asociación Saharahui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEH), por presuntos delitos como genocidio, asesinato, lesiones, detención ilegal, terrorismo, torturas y desapariciones; así como otra causa por detención ilegal, torturas y lesa humanidad, tras una denuncia del activista Fadel Mihdi Breica.
Pedraz le ha citado a declarar el 1 de junio, lo que podrá suponer el primer paso para la apertura de un posible juicio. Marruecos ha exigido que Gali responda ante la Justicia española como "condición" para la vuelta de su embajadora, que fue llamada a consultas a Rabat el pasado martes.
Marruecos niega contactos con España
Laya ha reconocido que la entrada de 9.000 inmigrantes en Ceuta, permitida por las autoridades marroquíes, es una "medida unilateral a un gesto humanitario hacia una persona que estaba en estado critico", pero ha afirmado que se están manteniendo contactos "de manera discreta" con el país vecino para reconducir "una situación que España no buscó y que queremos dejar atrás lo antes posible".
Por esa razón, apuesta por "mirar hacia el futuro y evitar que esas escenas se reproduzcan", además de ayudar a retornar a quienes quieren volver al país vecino: "Estamos trabajando con las autoridades marroquíes para el retorno ordenado de estas personas" y para "reconducir una relación" que ha calificado de "clave" para ambos países.
Sin embargo, el ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, ha desmentido explícitamente a su homóloga española y ha afirmado que "no hay ningún contacto" entre Gobiernos desde el estallido de la crisis.
"Contrariamente a lo que dice la señora ministra -ha afirmado Burita- no hay contactos desde el estallido de la crisis (a mediados de abril), y contrariamente a lo que dice, jamás fuimos informados sobre la llegada de ese individuo" a España. , en referencia a Gali.
Burita ha hecho la distinción entre la Unión Europea y la mayoría de sus países, con los que hay "muy buena relación" y "una actitud hostil de España" que ha creado, dice, esta crisis bilateral. "Hoy hay un problema de confianza y de respeto mutuo con España", ha señalado.
"Le toca ahora España encontrar una solución: si opta por la salida (de Ghali) de la misma manera que entró, es que busca el agravamiento de la crisis o incluso la ruptura", ha añadido.