De las redes sociales al Congreso: cinco formas de machismo en política
- Diez diputadas de distintos partidos políticos describen a RTVE.es algunos episodios machistas que han sufrido
El machismo es una lacra transversal y, como tal, ensarta a la sociedad de arriba abajo: está en las casas y en las calles, pero también en las instituciones y en la política. Esto último lo ratifican diez diputadas vinculadas a distintos partidos en una conversación con RTVE.es en la que describen situaciones negativas que han sufrido o que sufren por el hecho de ser mujeres.
Agrupamos las vivencias que relatan en estas cinco formas de machismo:
Machismo en las redes sociales
Al margen de las experiencias con trasfondo machista que sufren por parte de quienes también ostentan algún cargo en política, las diputadas coinciden en que el terreno de las redes sociales es más hostil con ellas que con ellos. Son frecuentes las críticas que las mujeres reciben sobre aspectos que están al margen de su gestión o su ideología y que tienen que ver con su físico, su manera de vestir o su vida privada, como también son numerosos los insultos machistas y los comentarios de tipo sexual dirigidos a ellas.
La diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, se refiere a eso último y asegura que es “absolutamente asqueroso”: “Siempre, siempre son connotaciones sexuales, de que te den por no sé dónde, que te fo…, que te violen, zorra, fulana, y no digo más palabras... Y es una cosa terrible”.
La portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Adriana Lastra, afirma que también lo sufre a menudo y llegó a quejarse abiertamente en Twitter de ello, compartiendo una publicación en la que se decía que “había conseguido un carguito por arrodillarse”: “Lo que sientes es ira porque a las mujeres nos ha costado muchísimo trabajo llegar a puestos de responsabilidad”, subraya.
“En redes sociales la mujer es mucho más criticada, es mucho más cuestionada o es mucho más ‘trending topic’, digamos, por el aspecto físico y por la manera de vestir. Incluso creo que hay rankings de políticas guapas”, apunta la diputada de JuntsxCat Miriam Nogueras.
La diputada de ERC Marta Rosique puntualiza que no solo cuenta lo que se ve en público, sino también los mensajes privados que les llegan y cuenta que ella ha llegado a recibir varios comentarios a la vez de hombres que probablemente se pusieron de acuerdo para escribirle y que le dijeron que “se estaban tocando” pensando en ella.
“En las redes sociales se abre otro capítulo que aquí en el Congreso también está, pero un poco más velado, que es tirarte los trastos“
Mireia Vehí, diputada de la CUP, añade que en las redes se abre “otro capítulo” que en el Congreso también está, “pero un poco más velado”, que es “tirarte los trastos”: “Se da de forma ‘desfermada’ (más abierta), se da de forma digamos de hacerte planteamientos de si quieres irte a la cama con alguien”.
Machismo fuera de lo político
Los comentarios hacia mujeres políticas sobre cuestiones al margen de su trabajo que abundan en las redes sociales también se dan, aunque en menor medida y en distinto tono, en sede parlamentaria.
Prohens (PP) cuenta que una compañera de partido de Galicia fue increpada recientemente por el presidente de la Diputación de Lugo (PSOE) por ir vestida de una determinada forma, con un estampado de leopardo concretamente, y explica que la respuesta de sus compañeras de partido fue asistir al día siguiente a una sesión vestidas de manera similar: “Esto lo vemos cada semana y se padece desde diferentes ópticas con demasiada frecuencia", añade.
La diputada de Más País, Inés Sabanés, considera que “hay una tendencia a estar hablando en exceso de cómo se visten, de discriminar o de ir a detalles" que son "totalmente irrelevantes”, mientras que Nogueras (JuntsxCat) señala que “incluso ha habido comentarios, aquí en el Congreso, en público, de juzgarte a nivel ideológico según el bolso que tú llevas”.
También son frecuentes, afirman, los comentarios sobre la vida personal de las políticas, algo que ha sufrido bastante, según admiten varias diputadas, la ministra de Igualdad, Irene Montero. “El que esté ocupando un espacio de responsabilidad como es un espacio de Igualdad le hace sufrir los ataques más directos, más explícitos y más repugnantes”, sostiene la diputada de Unidas Podemos Lucía Muñoz.
Machismo en el lenguaje
El lenguaje, las palabras, no son inocentes; a menudo también se utilizan como arma machista, y eso se ve en otras situaciones que salen a relucir durante las entrevistas.
La diputada del PNV Josune Gorospe menciona durante su entrevista el momento en el que a la propia presidenta del Congreso se la llama “señora presidente, en lugar de señora presidenta, cuando ella ha manifestado que se identifica más con la idea de presidenta”. También se refiere a este mismo hecho Oramas (CC), recalcando que "estamos en el siglo XXI" y que "no podemos permitir en ningún caso que volvamos para atrás".
Fuera de micro y de lo que queda registrado en los plenos o en las comisiones, son múltiples los insultos con ese cariz machista los que recuerdan haber recibido algunas diputadas. A la portavoz de EH Bildu en el Congreso y a la diputada de la CUP Mireia Vehí se las ha llamado “brujas”, por ejemplo.
Machismo que intenta empequeñecer
“Muchísimas veces veo imágenes, escucho comentarios, veo corrillos, aspectos que son, eso, esa de cultura que todavía impregna muchas mentes y que inconscientemente se tienen actuaciones que deberíamos mejorar y deberíamos corregir. (...) Recientemente, un diputado a una ministra le dijo que hacían carrera si se agarraban a la coleta de un líder”, señala Gorospe (PNV), mencionando un claro ejemplo de esa forma de machismo que intenta restar méritos y valía a la mujer.
Prohens (PP) se ha referido también a una ocasión en la que un diputado de otro grupo cargó contra la portavoz ‘popular’ en el Congreso, Cuca Gamarra, desde el plano personal y menospreciándola: “Hizo comentarios sobre su nombre, quien era, de dónde venía, no fue un chascarillo, sino toda una intervención de puro machismo contra mi portavoz"
“Nos llamó de todo, nos dijo que éramos floreros“
Muñoz (Unidas Podemos) recuerda que el caso más explícito fue cuando, en una réplica al discurso que ella y otras tres compañeras habían pronunciado, el líder de Vox, Santiago Abascal las criticó de ese modo despectivo y machista: “Nos llamó de todo, nos dijo que éramos floreros”.
“No solamente algo que pueda resultar peyorativo, sino que algo que pueda resultar halagador es molesto para las mujeres. Yo tengo compañeras que salen a hablar en la tribuna del Congreso de los Diputados y lo que le dicen los compañeros de su bancada, no estoy diciendo que sea socialista, sino que es algo común y general, no le dicen qué buena intervención has hecho, qué bien has defendido los argumentos, qué orgullosos estamos de ti, sino que lo que le dicen es ‘qué guapa estabas hoy’. Bueno, pues eso también es inaceptable”, recalca Lastra (PSOE).
Machismo en relación con la edad
La edad, en palabras de Sabanés (Más País), es “un factor de desprecio de machismo mucho más intenso en una mujer que en los hombres”. Para ejemplificarlo, recuerda el contenido de un chat de policías que fue investigado y en el que se referían a la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena como “vejestorio despreciable”.
Las políticas que son muy jóvenes también escuchan comentarios despreciativos hacia ellas en relación con su edad y sienten a menudo que están siendo infravaloradas.
“Me gritaron cachorrilla al bajar a la tribuna al hablar“
“A mí, por ejemplo, me gritaron cachorrilla al bajar a la tribuna al hablar y creo que esto se debe no solo a que soy mujer, sino también a que soy joven”, cuenta Rosique (ERC).
Muñoz (Unidas Podemos) también detecta que algunas situaciones negativas vividas se han producido por el hecho de ser mujer y joven: “Me acuerdo de un momento en el que estaba hablando con un diputado por teléfono, explicándole los plazos de una ley, y me soltó como… qué sabes tú de tramitación parlamentaria”.
“Poco a poco hemos ido a lo largo de los años descubriendo esos comportamientos machistas que al principio no detectábamos como tales... ese compañero que venía a explicarte algo que tú ya sabías y pensabas que quería ayudarte pero realmente lo único que intentan es una especie de tutela, de tratarnos como menores de edad”, critica Lastra (PSOE).
Vehí (CUP) puntualiza que en el caso de mujeres jóvenes que plantean posiciones políticas de “extrema izquierda” se da “todo el combo” y utiliza la palabra “condescendencia” para definirlo: “Yo lo vivo muchísimo. A mí se me trata como a una chavalita que ya crecerá, que tiene unos planteamientos políticos que ya se le pasarán y que además es una señora, por lo tanto, bueno, tiene sus límites incorporados de por sí”.