"Wings of the Sea" y su lucha contra la polución de los mares, llegan a Tenerife

• En su velero, Kraken, recoge residuos en las costas
• Llevan navegando desde febrero, desde Francia a las islas Atlánticas

Wings of the Sea lucha contra la polución de los mares en Tenerife

Van de costa a costa luchando contra la polución de los mares. Es la ONG Wings of the Ocean. Su velero zarpó del Mediterráneo francés a principios de año con destino a los archipiélagos del Atlántico. Estos días se encuentra en Canarias.

El Kraken es un barco de 42 metros de eslora que acoge a 30 marineros voluntarios, cuya misión principal es la de recoger residuos en las costas y colaborar con organizaciones especializadas en reciclaje para poder reutilizar los plásticos. Su primera visita al Archipiélago canario se produjo en 2019. En aquella ocasión arribó en la isla de Lanzarote. En está ocasión está en el puerto de Santa Cruz de Tenerife. El tercero de su ruta atlántica.

Indiana, uno de los tripulantes, nos invita a bordo. Es voluntario de la ONG francesa "Estamos haciendo limpieza de playa y de la costa para concienciar a los demás sobre eso, sobre la polución de plásticos que está en el mar"

“Lo que hemos hecho es compartir nuestra lucha“

Al mar hubiera llegado la basura recogida en los barrancos de la capital tinerfeña.  En dos semanas casi dos toneladas. Saben que es una gota de agua en el océano, "pero lo que hemos hecho es compartir nuestra lucha", explica Indiana.

El mejor plástico: el que no existe

Llevan navegando desde febrero. Desde Francia a las islas del Atlántico. En Canarias Tenerife ha sido la primera isla donde ha tocado puerto. Desde aquí ha hecho su campaña medioambiental que continuará en unos días en la Gomera y después en La Palma.

Wings of the Ocean realiza acciones para proteger los ecosistemas costeros de la contaminación plástica y para concienciar a la población "sobre las causas y consecuencias del impacto humano en la vida marina".

En cada puerto tejen una red de colaboración local porque volverán cada año susurrando en el viento que el mejor residuo de plástico es el que no existe.