Novatadas, plagios o acoso podrán ser castigados con la expulsión de la universidad
- El Gobierno aprueba el anteproyecto de Ley de Convivencia Universitaria, que sustituye un decreto franquista de 1954
- Las universidades crearán una Comisión de Convivencia para canalizar las iniciativas para mejorar la convivencia en los centros
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes, a propuesta del Ministerio de Universidades, el anteproyecto de Ley de Convivencia Universitaria, que considera como falta muy grave las novatadas, el plagio de Trabajos de Fin de Grado, de Máster o Tesis Doctoral, o el acoso, lo que supondrá la expulsión de la universidad de dos meses a tres años o la pérdida de derechos de matrícula parcial durante un curso académico.
"El objetivo de este anteproyecto de ley es dotar a las universidades publicas de un marco común de resolución de conflictos adaptado al ordenamiento constitucional", ha explicado en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero.
La futura ley sirve de marco general para que luego las universidades, en el marco de su autonomía, desarrollen sus propias normas de convivencia.
Esta nueva norma deroga un decreto de 1954 que permanecía vigente y que según el Gobierno estaba en clara contradicción con los principios democráticos y establecía un régimen disciplinario preconstitucional, esencialmente punitivo y que incluía sanciones desproporcionadas, y "da respuesta a una demanda de la comunidad universitaria y del Defensor del Pueblo" que habían pedido derorgar la normativa existente.
El ámbito de aplicación de la nueva normativa serán únicamente las universidades de titularidad pública, dado que las privadas quedan "fuera del ámbito de regulación" del Ministerio de Universidades, han señalado este martes fuentes del departamento de Manuel Castells. El régimen disciplinario solo afectará a los estudiantes dado que el personal docente y no docente son trabajadores que ya se rigen por el suyo propio.
Las faltas muy graves
Entre las faltas muy graves está el plagio "total o parcial" de una obra o cometer fraude académico en la elaboración de un trabajo de fin de grado, fin de máster o tesis doctoral, alterar o falsificar documentos académicos, la discriminación por razón de sexo u orientación sexual, incumplir las normas de salud pública o suplantar a un miembro de la comunidad universitaria. Este tipo de faltas serán sancionadas con la expulsión de dos meses a tres años y la pérdida de la matrícula.
Igualmente son muy graves hacer novatadas o cualesquiera otras conductas o actuaciones de análoga naturaleza que supongan un grave menoscabo para la dignidad de las personas, e impedir el correcto desarrollo de los procesos electorales de la universidad.
En el caso de las novatadas, si no se producen dentro de las instalaciones universitarias sino, por ejemplo, en los colegios mayores, no sería aplicable la ley dado que se ciñe en exclusiva a los espacios de la universidad.
Faltas graves y leves
Otras faltas graves son apoderarse indebidamente de exámenes o falsear sus resultados, impedir la celebración de actividades universitarias o acceder sin permiso a los sistemas informáticos de la universidad, entre otros.
Para estos casos se podrá expulsar al alumno durante un mes o la pérdida de la matrícula de la asignatura en la que se haya cometido el fraude.
Por último, el proyecto considera faltas leves el acceder a instalaciones universitarias a las que no se tenga autorizado el acceso, actuar para copiar el contenido de exámenes a través de medios que no se consideren graves o muy graves, o realizar actos que deterioren de forma no grave el patrimonio de la universidad. En este caso, las faltas leves, que se solventan con una amonestación privada que puede ir acompañada de medidas sustitutivas de carácter educativo o recuperador.
Las faltas muy graves prescribirán a los tres años, las graves a los dos años y las leves a los seis meses. Las sanciones impuestas por faltas muy graves, por graves y por leves, prescribirán, respectivamente, a los tres años, a los dos años y al año.
Las universidades crearán una Comisión de Convivencia
En la ley se establece que las universidades crearán una Comisión de Convivencia encargada de canalizar las iniciativas para mejorar la convivencia en la universidad, promover la utilización del mecanismo de mediación y, en aquellos casos en que resulte procedente, tramitar el procedimiento de mediación como alternativa al régimen sancionador. Esta comisión contará con una representación paritaria de estudiantes, personal docente e investigador y personal de administración y servicios.
La mediación, según la nueva ley, es uno de los elementos "cruciales" para la resolución de conflictos, pero no será posible cuando se abra un expediente relativo a violencia de género, daños contra el patrimonio de la universidad y fraude académico. Tampoco se podrá hacer cuando una de las partes se niegue a ello.
Una vez aprobada este martes en Consejo de Ministros, habrá "una segunda vuelta en el Consejo" porque entre este martes y este miércoles se abrirá un proceso de audiencia pública para que los agentes implicados hagan las observaciones adicionales que deseen. A finales del próximo verano se reenviará al Parlamento para su tramitación.