Nuevo golpe de Estado en Mali: militares arrestan al presidente de transición y su primer ministro
- La motivación de este nuevo golpe sería la exclusión en el nuevo gobierno de dos importantes mandos militares
- El presidente transitorio, Bah Ndaw, y el primer ministro, Moctar Ouané habrían sido conducidos al campo militar de Kati
Pocas horas después de conocerse la composición del nuevo gobierno en Mali, el presidente transitorio, Bah Ndaw, y el primer ministro, Moctar Ouané, han sido arrestados supuestamente por militares y conducidos este lunes al campo militar de Kati, a unos 15 kilómetros de la capital Bamako, en lo que parece ser un nuevo golpe de Estado que se desarrolla en el país, según han informado a Efe fuentes militares y de seguridad.
La exclusión en el nuevo gobierno de dos importantes mandos militares -que dirigieron el anterior golpe militar contra el expresidente maliense Ibrahim Boubacar Keita- podría ser la motivación de este nuevo golpe. Ndaw y Ouané habrían sido conducidos al campo de Kati, el mismo cuartel al que pertenecen los golpistas que dirigieron la asonada militar del pasado 18 de agosto que derrocó a Boubacar Keita.
"Puedo confirmar que los hombres de Goïta vinieron a buscarme y me llevaron a la casa del presidente (Bah Ndaw), que no está lejos de mi residencia", dijo Ouane en una breve conversación telefónica con la AFP, refiriéndose al hombre fuerte de Mali, el coronel Assimi Goïta, actual vicepresidente de la transición. Una conversación que se rompió de forma forzosa justo en ese momento.
Esta situación se produce en un momento tenso en el país que vive estos días una huelga de la Unión Nacional de Trabajadores -la central sindical más importante del país-, padece una gran inseguridad en el norte y centro del país, y un proceso transitorio en marcha.
Una transición difícil de completar
Tras el golpe de agosto de 2020, los coroneles se comprometieron -a regañadientes y bajo la presión de la comunidad internacional- a entregar el poder a los civiles elegidos después de 18 meses, en lugar de los tres años que consideraban necesarios. También instalaron una serie de autoridades de transición, entre ellas un presidente, Ban Ndaw -un militar retirado- y un gobierno dirigido por Moctar Ouané, un civil.
Ante la creciente protesta política y social, el primer ministro dimitió de su gobierno hace diez días y fue inmediatamente restituido por el presidente de transición Ndaw, con la tarea de formar un equipo inclusivo, integrando a representantes de diferentes partidos políticos y de la sociedad civil.
En el gobierno anunciado por la presidencia de transición, los militares siguen teniendo los ministerios de Defensa, Seguridad, Administración Territorial y Reconciliación Nacional. Sin embargo, entre los cambios anunciados en un comunicado leído en la radio y la televisión públicas, dos miembros de la antigua junta, los coroneles Sadio Camara y Modibo Kone, dejaban sus respectivas carteras de Defensa y Seguridad a los generales Souleymane Doucoure y Mamadou Lamine Ballo, respectivamente.
A mediados de abril, las autoridades de transición anunciaron la organización de un referéndum el 31 de octubre sobre una revisión constitucional largamente prometida y fijaron como fecha para las elecciones presidenciales y legislativas el mes de febrero-marzo de 2022, al término de las cuales entregarían el poder a los dirigentes civiles.
No obstante, siguen existiendo dudas sobre su capacidad para cumplir las promesas, especialmente ante la continua violencia, la renovación de las protestas políticas y los crecientes signos de descontento social.
Rechazo internacional al nuevo golpe
La misión de las Naciones Unidas en Malí, la Comunidad de Estados de África Occidental (CEDEAO), la Unión Africana (UA), Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea han afirmado en un comunicado conjunto "su firme apoyo a las autoridades de transición".
Han rechazado de antemano cualquier hecho consumado por este nuevo golpe militar, incluida una posible dimisión forzada de los dirigentes detenidos, de quienes piden su "inmediata e incondicional" liberación.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, también ha expresado vía Twitter su preocupación por la detención de los líderes civiles y ha pedido "calma y su liberación incondicional". Guterres asegura que su representante en la zona está trabajando con la CEDEAO, la UA y todos los demás actores internacionales que apoyan la transición política en curso.