Te explicamos las informaciones que hablan de investigar mejor el origen del coronavirus en Wuhan
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El presidente de EE.UU., Joe Biden, ha ordenado investigar el origen del coronavirus. En las últimas semanas ha vuelto la idea de que se pudo originar en un laboratorio de virología de Wuhan, en China, en lugar de tener procedencia natural. Muchos aprovechan para desinformar: este medio, por ejemplo, titula que “más pruebas” indican que la teoría del laboratorio “es la correcta”, y este otro dice que “más evidencias” indican “un accidente al investigar una bioarma”. Tales informaciones no son rigurosas.
El método científico se basa en la formulación de hipótesis y su comprobación mediante la investigación. Para que una afirmación se considere válida debe haber datos que la sostengan y siempre se pueden plantear otras hipótesis que serán válidas si lo demuestra una investigación más concluyente. Te explicamos en profundidad por qué se desata este debate ahora y qué debes saber para evitar la desinformación al respecto.
Científicos que piden investigar más
La comunidad científica nunca ha descartado que un accidente causara el virus, pero siempre se ha considerado más probable la hipótesis del origen natural en animales o zoonosis (que te explicamos más adelante). Aquí tienes algunas de las fuentes que hemos consultado estos meses (1 y 2).
Se esperaba que zanjase el asunto un informe conjunto oficial elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades chinas tras una investigación sobre el terreno. Se publicó en marzo de 2021, y afirma que la posibilidad de un origen intencionado del SARS-CoV-2 está descartada por los estudios genéticos del patógeno (página 118), dando como “muy probable” la hipótesis de la zoonosis (origen animal) y “extremadamente improbable” la hipótesis del escape del laboratorio (página 119).
No todos los científicos estuvieron de acuerdo con esas conclusiones. Incluso el director general de la OMS, Tedros Adhanom, las criticó porque “aunque el equipo ha concluido que una fuga de laboratorio es la hipótesis menos probable, esto requiere mayor investigación”. El 14 de mayo, 18 científicos publicaron en la revista Science una carta con críticas claras contra el informe. No sugieren en ningún caso que el virus parta de una fabricación intencionada, sólo piden investigar mejor el origen: “Hasta que tengamos datos suficientes, debemos considerar seriamente tanto la hipótesis de un origen natural como la de un escape del laboratorio”, dicen.
Varios medios internacionales se hicieron eco de la misiva por el prestigio de los firmantes, procedentes de universidades como Yale, Stanford o Harvard. La carta de Science apunta que fue el equipo chino el encargado de preparar la información y las muestras en la investigación. Dice que tan solo 4 de las 313 páginas del estudio oficial y sus anexos “toman en consideración la posibilidad de un accidente en el laboratorio”, cuando era de máxima relevancia aclarar esto. Es cierto, tal y como hemos podido comprobar leyendo el informe: la cuestión sólo está presente en las tres últimas páginas, mientras que en los anexos apenas recibe atención en tres párrafos entre las páginas 132 y 133.
Información de inteligencia que apunta al laboratorio de Wuhan
El 15 de enero de 2021, el anterior secretario de Estado de Donald Trump, Mike Pompeo, divulgó poco antes de abandonar su cargo que trabajadores del Instituto de Virología de Wuhan, ciudad china donde se conocieron los primeros casos del virus, estuvieron enfermos con síntomas compatibles con el COVID-19 ya en el otoño de 2019, antes de que Pekín anunciara la enfermedad. Aquí puedes ver la nota que lanzó su servicio en aquel momento. El texto no daba el número de trabajadores afectados y carecía de muchos detalles. No recibió mucha atención porque se enmarcó en las críticas continuas del presidente saliente al “virus chino”.
El 19 de mayo de este año, los miembros republicanos del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, que está formado por congresistas y se encarga de supervisar el trabajo de las agencias de inteligencia de EE.UU., publicaron un memorándum en el que advierten que “existen evidencias circunstanciales significativas que plantean seriamente la posibilidad de que el brote de COVID-19 provenga de una fuga en el Instituto de Virología de Wuhan” (página 4).
Cuatro días después, The Wall Street Journal ha publicado detalles que van más allá de la nota de Pompeo, y eso es lo que ha revivido el caso. El diario explica que ha accedido a documentos de inteligencia de apoyo a esa tesis, aunque reconoce que no todas las fuentes consultadas le dan la misma credibilidad a los textos. La exclusiva se produce cuando se va a celebrar una reunión en la Organización Mundial de la Salud (OMS) para debatir sobre el origen del virus y la posibilidad de seguir estudiándolo. Joe Biden ha encomendado a sus servicios de inteligencia una investigación más profunda que esté lista en 90 días.
De la bioarma (descartada por los científicos) al escape o la zoonosis
Durante la crisis de la COVID-19 hemos visto bulos desinformaban sobre el origen de la COVID-19. Atribuían falsamente a un premio Nobel de Medicina la idea de que había sido creado por el hombre, hablaban de escape accidental sin pruebas o culpaban a distintas entidades de fabricarlo como “bioarma". En este caso, señalaban al Ejército de EE.UU. y, sobre todo, a China y su Instituto de Virología de Wuhan. Esta fue una constante desde la Casa Blanca durante la presidencia de Donald Trump.
Wang Yanyi, director del instituto chino, ha insistido en que la teoría es “pura invención”. Desde VerificaRTVE hemos contactado con el virólogo Adolfo García Sastre, director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes del Hospital Mount Sinai de Nueva York, y con Isabel Sola Gurpegui, viróloga y codirectora del laboratorio de coronavirus Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), para tener conocimiento actualizado sobre la cuestión. En conversaciones telefónicas nos han ayudado a entender por qué la hipótesis de la zoonosis sigue siendo más probable que ninguna otra y por qué todavía no hay certeza total.
La zoonosis consiste en “una enfermedad o infección que se transmite de forma natural de los animales vertebrados a los humanos”. El doctor García Sastre explica que significaría que “una de las variantes de coronavirus circulando en murciélagos dio la casualidad que infectó un animal intermediario o una persona y empezó a circular de persona a persona”. La doctora Sola Gurpegui incide en que “en los otros coronavirus que conocemos ha sido así, se transmiten de animales a humanos”. También se ha expresado en el mismo sentido Anthony Fauci, la voz más reconocida de la lucha contra la COVID-19 en EE.UU.: esta ha sido la vía de contagio habitual en casos anteriores.
En el caso del SARS-CoV-2, el problema para determinar el origen con seguridad completa es que la mayor parte de los infectados son asintomáticos. Esto significa que, aunque haya una primera persona detectada con neumonía de origen desconocido que acudió a un hospital, en realidad encontrar al auténtico “paciente cero” que entró en contacto con un animal contagiado resulta mucho más complicado. El virus pudo estar transmitiéndose entre humanos previamente sin presentar sintomatología. El proceso para encontrar el origen, nos explica la doctora Sola Gurpegui, pasa por extraer centenares de muestras de personas y animales, realizar análisis de anticuerpos y rastrear la cadena de transmisión hacia el pasado. Hasta el momento no se ha conseguido determinar ni el primer infectado humano ni el animal que le transmitió el virus.
La hipótesis del escape
La hipótesis de un escape supondría que un laboratorio hubiera conseguido aislar un virus muy similar al actual SARS-CoV-2 y que hubiera generado “una variante más transmisible en humanos”, explica el doctor García Sastre, “y luego este virus tiene que haberse escapado del laboratorio”. Este experto advierte que “tenemos que hablar sobre todo de probabilidades” y que la serie de eventos que tendría que darse para que el COVID-19 tuviera origen en el laboratorio de Wuhan es mucho menos probable que una transmisión natural de animal a persona.
La doctora Sola Gurpegui opina igual. Nos ha explicado que para que el origen sea el laboratorio de Wuhan tendrían que haberse dado un conjunto de circunstancias: que tuvieran un coronavirus de murciélago aislado con una similitud genética considerable con el SARS-CoV-2, que este virus origen haya evolucionado en el laboratorio para adaptarse a células humanas y que después se haya escapado (lo que es extremadamente improbable debido a que se trata de un laboratorio con un alto nivel de bioseguridad). Para demostrar esta hipótesis tendríamos que localizar un coronavirus con una similitud genética de al menos el 99% con el SARS-CoV-2 en el laboratorio, lo que, al menos a día de hoy, no ha ocurrido.
Los dos expertos con los que hemos hablado coinciden en descartar la idea de que el coronavirus haya sido creado deliberadamente (como arma biológica) debido a que creen que a día de hoy el estado de la técnica no llega tan lejos. En palabras de la doctora Sola Gurpegui, “no existe en el mundo experto en coronavirus capaz de crear un virus con esta capacidad de transmisión en humanos”.
“Todavía se buscan más pistas que ayuden a aclarar cuál ha sido el recorrido exacto [del coronoravirus] y, seguramente, más pronto que tarde, se averiguará. Hasta la fecha, los escasos estudios basados en explicaciones alternativas no han mostrado resultados que los sustenten”, escribía en diciembre de 2020 Miguel Pita, doctor en Genética y Biología Celular de la Universidad Autónoma de Madrid. Para este investigador, el conocimiento sobre una determinada materia siempre puede aumentar: “Cuanto más tiempo le demos a la ciencia, más asentados y robustos serán los cimientos del tema investigado. El método científico es seguro, pero lento”, escribe en The Conversation.
El COVID-19 es una enfermedad nueva, de la que sabíamos muy poco y de la que cada día aprendemos más. Por eso en cada verificación os proporcionamos las evidencias científicas disponibles en ese momento. Es el motivo por el que en nuestros artículos encontrarás muchas referencias a las “pruebas” disponibles.
* 28-05-2021. Este artículo se actualizó para eliminar una frase repetida.