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Parte III

Machismo en política: hablan los diputados

  • Después de que once diputadas reflexionaran sobre el tema, son sus compañeros en el Congreso quienes toman la palabra
  • Además de responder a las preguntas de RTVE.es, comentan un vídeo con declaraciones de las diputadas

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Machismo en política: hablan ellos (trailer)

El orden de los factores a veces es importante. Primero hablaron ellas, las diputadas, y ahora son ellos, sus compañeros dentro del Congreso de los Diputados, quienes responden a varias preguntas que se derivan de una misma cuestión inicial: ¿todavía hay machismo en la política española?

Sus respuestas llegaron antes de que se publicara la primera parte del reportaje, al que se invitó a participar a las diputadas de todos los partidos que tienen representación femenina en la Cámara Baja desde el inicio de la XIV Legislatura. Fue, precisamente, durante la fase de grabación de esas entrevistas cuando RTVE.es vio con claridad que no basta únicamente con preguntarle a quienes pueden sufrir o sufren el machismo de manera más directa, sino también a quienes lo pueden perpetuar o combatir desde una situación de privilegio histórico.

Es por eso que, una vez conocida la valoración de las diputadas de PSOE, PP, Vox, Unidas Podemos, ERC, JuntsxCat, PNV, EH Bildu, Más País, la CUP, CC y Cs, comenzó la segunda etapa del proyecto, en el que han participado diputados de los mismos partidos, con la excepción de ERC (por motivos de agenda). Vox, por su parte, no solo rechazó la invitación sino que además decidió no autorizar la emisión de la entrevista que se había realizado previamente a la diputada Patricia Rueda.

¿Hay machismo en la política española?: hablan ellas y ellos

La detección general, primer punto

Al igual que se hizo con las diputadas, la primera pregunta que llega a los oídos de los diputados tiene que ver con la detección. ¿Considera que todavía hay machismo en la política, en España?, se les pregunta, y en la gran mayoría de casos las respuestas son tajantes.

“Sin ningún lugar a dudas. Eso es imposible negarlo”, dice Alberto Rodríguez (Unidas Podemos); “Sí, sí que existe”, sostiene Albert Botran (CUP); “Sí, sí, por supuesto”, recalca Íñigo Errejón (Más País); “Sí, sin duda”, declara Oskar Matute (EH Bildu).

También Rafael Simancas (PSOE) afirma que esta lacra sigue enquistada en los espacios políticos: "Hay machismo en la política en España, como hay machismo en el conjunto de la sociedad española", dice el socialista, cuyas palabras siguen la línea de las expresadas por el diputado Miguel Ángel Castellón (PP) —“Hay machismo en la política, exactamente igual que puede haber en cualquier ámbito de la sociedad”— y de lo que responde el diputado del PNV Joseba Andoni Aguirretxea: “El mismo (machismo) que en cualquier otro ámbito de la sociedad”.

Al diputado de JuntsxCat, que solo lleva en el Congreso dos meses, no le constan, dice, episodios machistas, pero no tiene “ninguna duda” de que han podido producirse: “Sin duda, en algunos mundos de la política española debe de haber aún desgraciadamente machismo”.

El único diputado que responde con una puntualización previa es Guillermo Díaz (Cs): “Depende de la perspectiva. Yo, por ejemplo, lo he visto en el trato a mujeres políticas por parte de usuarios de las redes sociales, por ejemplo. Se utilizan insultos contra mujeres políticas en activo de toda ideología que no se utilizarían contra los hombres. En cambio, dentro de las formaciones, aquí en el Congreso, normalmente no he visto actitudes de ese tipo”.

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Los casos concretos

Desde las generalidades, la entrevista vira hacia los casos más concretos, y hay varios diputados que aseguran no haber presenciado ninguna situación, actitud o comentario machista en el ámbito de la política:

“No, yo en mi caso, en mi entorno jamás he tenido ningún episodio, la verdad, que no quiere decir que no los haya, pero he tenido la suerte de no presenciarlos”, responde Castellón (PP); “Personalmente no he vivido ni he visto una situación de discriminación por razón de género”, señala Pagès (Junts), “No he visto ninguna situación de este tipo”, dice Díaz (Cs); “Yo no los he vivido, pero sí que comentándolo con compañeras mías, pues sienten, identifican esta diferencia de trato”, comenta Botran (CUP).

Agirretxea (PNV) sí los ha presenciado e, incluso, considera que algunos grupos políticos “lo han llevado a gala”, pero cree que no es algo “excesivo”, mientras que otros diputados sí se refieren al machismo como algo que forma parte de la cotidianidad dentro de la política.

“Sí, claro que los he presenciado, yo diría que los presenciamos a diario, los presenciamos cotidianamente. Quien diga que no es, o bien porque está mintiendo o se miente, o bien porque no es consciente, porque no mira bien. A veces para darse cuenta de que están sucediendo situaciones injustas, uno tiene que aprender a mirar más allá de sus propios privilegios, porque cuando a uno no le afectan, cuesta más verlo”, recalca Errejón (Más País).

Levantar más la voz, acaparar los turnos de palabra, tener más en cuenta lo que se dice si lo dice un hombre...

En su percepción coincide con Simancas (PSOE), Rodríguez (UP) y Matute (EH Bildu), quienes ponen varios ejemplos que se corresponden con varias de las formas de machismo descritas previamente por las diputadas, como las referencias a su físico o a su vestimenta, las alusiones a su vida personal a la hora de criticarlas o el acoso en redes sociales.

"Ocurre cuando una mujer ocupa la tribuna, hace un discurso, una intervención, manifiesta una posición y en redes sociales se le critica por su jersey, por su vestimenta, por su pelo, por su presencia física. Es algo que a mí no me ha ocurrido nunca (...) Oiga, opine usted sobre lo que acaba de decir, pero no descalifique usted a un dirigente político por su vestimenta, porque eso solo se hace con las mujeres y eso se llama machismo. Se llama misoginia, eso se llama atraso, se llama paletos, se llama catetez y es algo que hay que superar”, recalca Simancas (PSOE),.

Este último y también Rodríguez (UP) también apuntan a la decisión de algunos representantes de Vox de dirigirse a algunas mujeres en masculino, como ocurrió con las presidentas del Congreso y el Senado.

“Usan el lenguaje con la intención clara de ofender, de humillar y de invisibilizar el papel institucional de las mujeres", opina Rodríguez (UP), quien considera que hay otras situaciones que son cotidianas: "Levantar más la voz, acaparar los turnos de palabra, tener más en cuenta lo que se dice si lo dice un hombre que si lo dice una mujer".

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Autocrítica: ¿Algún resbalón machista?

Durante el encuentro también se les pide a los diputados que hagan autocrítica y se les pregunta si en alguna ocasión se dieron cuenta de que habían sido machistas, sin reparar en ello en el momento.

Creo no haberme equivocado nunca, ni siquiera haber cometido un desliz. Eso no quiere decir que los políticos, como cualquier persona, no puedan cometer errores, deslices. Yo en mi caso creo no haberlo hecho, pero la verdad es que en todo caso los deslices puntuales no reflejan actitudes. Creo que una cosa son los errores y otra cosa actitudes, y actitudes machistas yo la verdad es que no conozco”, responde Castellón (PP).

“Creo que no porque he tenido la suerte durante toda mi vida política de trabajar con mujeres, desde muy joven tuve por ejemplo jefas mujeres (...) He tenido la suerte de tener a mi alrededor mujeres muy conscientes de sus derechos, muy batalladoras y creo que eso me ha marcado”, sostiene Simancas (PSOE).

Díaz (Cs) también niega haber tenido algún resbalón machista en su “acción política” y lo atribuye a la edad con la que entró y a la “formación intelectual”: “No, no, no, porque yo, además entro en política ya con 36 años (...) Ya entré más maduro, más conformado. Es una cuestión de formación intelectual y de formación personal. Ya llegas más hecho, no haces ni dices tonterías”, argumenta.

Pagès tampoco cree haber sido machista en ninguna ocasión, dentro de este entorno al que ha llegado de forma reciente: “No como político, sino como una persona de mi generación, de mi entorno social. Pues todos incurrimos, podemos incurrir en situaciones de discriminación, principalmente con la utilización del lenguaje. Yo creo que ya es difícil porque estamos todos muy pendientes de no cometer errores que hemos podido cometer en el pasado”, dice.

Sus respuestas son muy diferentes a la que expresa Agurretxea, que no recuerda ningún caso concreto pero ve probable haber caído en eso, por una cuestión cultural, y absolutamente opuestas a las que ofrecen Rodríguez (Unidas Podemos), Errejón (Más País), Matute (EH Bildu) y Botran (CUP), que lo dan por hecho.

Me descubro muchísimas veces en muchas actitudes que exigen que te revises y que corrijas

“Claro que me descubro muchísimas veces en muchas actitudes que exigen que te revises y que corrijas (...) Quien diga que no yo creo que no es demasiado consciente de con qué naturalidad, como si fuera algo espontáneo. Reproducimos privilegios que nos hacen sentir que nuestra palabra va primero”, admite, por su parte, Errejón, que concluye refiriéndose a la necesidad de que los hombres se revisen continuamente para a veces decir: “Eh, ahora no me toca a mí”.

Rodríguez pone un ejemplo concreto: “Lo más sutil es cuando te das cuenta que estás explicando o reiterando o que cogiste la palabra o que intervienes para decir algo que ya ha dicho una compañera, y cuando te das cuenta a mitad de camino paras de hablar, acabas ahí, y piensas ¿por qué lo hice, si ella ya lo dijo perfectamente?”, admite el diputado de Unidas Podemos, que considera que, aunque intenta “deconstruirse, aprender y mejorar”, cae en estos errores “de manera cotidiana”.

“Todos, absolutamente todos, estamos atravesados por el machismo, porque nos hemos educado en el machismo, como nos han educado en un modelo de sociedad que está preeminentemente pensada por y para los hombres”, subraya Matute.

El momento clave: escuchar lo que dicen sus compañeras

Después de responder a una serie de preguntas que formaban parte de un cuestionario común, RTVE.es mostró a sus señorías un vídeo en el que pudieron escuchar las opiniones y valoraciones que expresaron previamente algunas de sus compañeras, quienes relataron diferentes episodios machistas que habían sufrido.

Las primeras palabras de todos los diputados tras ver el vídeo fueron de rechazo, sobre todo, refiriéndose al trato discriminatorio que dicen sentir algunas diputadas en redes sociales, donde muchas de las críticas que reciben tienen connotaciones sexuales.

“Casi ‘na’. Qué burrada, qué burrada... Y muchas más cosas que no habrán dicho en el vídeo”, dice Rodríguez (Unidas Podemos), a quien el relato de sus compañeras le provocó “mitad tristeza y mitad asco”. Algunas de las situaciones que describen ellas dice haberlas presenciado en varias ocasiones, como los insultos que no entran a través de los micrófonos, y cree que el primer paso es ”admitir que todo esto existe y trabajar para cambiarlo”.

También Simancas dice haber sido testigo de muchos de esos episodios y ve “lamentable” que haya compañeras que tengan que vivir con esa “sensación de injusticia”: “Los testimonios son dramáticos pero resultan absolutamente sinceros. Estas mujeres consideran que se las trata de manera desigual. Que no se les reconoce en igualdad derechos con los hombres. Y que eso ocurra en la sede de la soberanía popular, en la institución más importante de nuestra democracia es realmente dramático".

Impacta porque es verdad. En muchas de estas situaciones yo también estaba presente

Botran (CUP), que inicialmente dijo no haber presenciado ninguna situación con ese cariz machista cambió de parecer tras reproducir el vídeo y verlo desde la otra “perspectiva”: “Impacta porque es verdad. En muchas de estas situaciones yo también estaba presente y quizá pues la sobrevuelas (...) Hay que abrir los ojos”.

Cuando lo expresan distintas voces -ligadas a diferentes colores políticos, además- se hace más evidente para algunos que el machismo en política existe, como admite Pagès (Junts): “Da para una reflexión muy profunda también, y especialmente para los hombres”, dice el diputado.

“La verdad es que te entristece ver que compañeras tuyas reciban insultos, amenazas, vejaciones, discriminaciones por el hecho de ser mujeres por ejemplo en redes sociales, me parece de otro siglo, de otra época”, señala Castellón (PP).

Díaz (Cs) también reprueba la crítica machista que reciben las políticas en las redes y, de forma más general, lamenta lo que sienten compañeras suyas de “otros partidos”. Esto último lo precisa porque la diputada Sara Giménez, de la formación naranja, no refirió durante su entrevista haber sufrido o haber sido testigo de ninguna situación discriminatoria. “Me doy cuenta, en ese sentido, de que estoy en un partido bastante privilegiado”, agrega Díaz.

Me provoca rabia y desde luego nos señala todo lo que nos queda por hacer

“Evidentemente son experiencias personales que han vivido las compañeras diputadas y todas ellas tienen razón. En el momento en que ellas han percibido eso, es que eso ha sido así. No sé si era con intención 'de', pero cuando alguien percibe algo, pues opino que hay que entender por qué ocurre”, señala Agirretxea, que considera que hay un compromiso de “casi todos y todas” los que están en el Congreso por erradicar la desigualdad. También incide en que hay que seguir luchando y recalca que los hombres tienen la “obligación” de "resarcir" una situación injusta que ellos mismos han "generado".

A Matute (EH Bildu) lo que el vídeo le provoca es “rabia” y cree que lo que hacen esos testimonios es señalar “todo lo que queda por hacer”.