Una serie y dos cortometrajes que demuestran el altísimo nivel de la animación española
- Hablamos con los responsables de Yo, Elvis Riboldi, Homeless Home y Umbrellas
- Todos son finalistas a los Premios Quirino de la animación iberoamericana
Los Premios Quirino de la animación iberoamericana han vuelto a demostrar el altísimo nivel de nuestros creadores de dibujos animados y por eso hemos querido hablar con tres de los finalistas de esta edición: Javier Galán (codirector de la serie Yo, Elvis Riboldi), Alberto Vázquez (director de Homeless Home) y José Pratts (codirector de Umbrellas). Curiosamente los tres son coporducciones con Francia.
'Yo, Elvis Riboldi'
Nominada a mejor serie de animación Yo, Elvis Riboldi (Javier Galán y Raphaël Laarque) adapta el exitoso cómic del mismo título de Bono Bidari (seudónimo tras el que se esconde un grupo de los exitosos guionistas creadores de Los Lunnis: Jaume Copons, Daniel Cerdà y Ramon Cabrera, junto al ilustrador Òscar Julve, autor de las hormigas de El hormiguero). El protagonistas es un niño de 12 años hiperactivo, inquieto y aventurero.
Pero el provenir de un famoso cómic no garntizaba el éxito de la serie como nos comenta su codirector, Javier Galán:: “El éxito del cómic nos vino muy bien para hacer la serie -confiesa Javier-. Lo curioso es que la idea parte del día en que despidieron a mi jefa fulminantemente de la compañía en la que trabajábamos y mientras recogíamos nuestros trastos encontramos un ejemplar de Yo, Elvis Riboldi. Nos llamó la atención y vimos que tenía una dedicatoria que decía: “A quién pueda interesar”. Así que nos dijimos “pues igual nos interesa para una serie de animación” y nos pusimos en contacto con ellos”.
“Por aquel entonces -continúa-, todavía no se habían publicado los 11 libros de los que consta y no era el bombazo que terminó siendo. Por lo que nos vino muy bien que hubiera una novela gráfica. Pero la serie no se levantó gracias al enorme éxito de los libros, porque todavía no se había producido”.
Pero… ¿En qué se diferencia Elvis de los innumerables niños traviesos del cómic y la animación? “Parte de lo que tiene de especial Elvis se quedó lamentablemente en el camino –asegura Javier-, porque en los primeros cómics Elvis es un niño diagnosticado con hiperactividad. Y eso, que creíamos que podía ser un plus, acabó siendo un hándicap por tratar desde el humor una cuestión delicada para algunos espectadores”.
“Aun así, lo que creo que hemos conseguido es hablar a los niños con un idioma actual y que entienden. Por eso nuestros referentes a la hora de hacer Elvis no eran series de animación para niños sino otros más locos y descacharrantes, como las películas de Will Ferrer con Adam McKay, cosas así de tronadas. Domesticándolas y adaptándolas a un lenguaje para los niños. Creo que ese tipo de cosas marcan la diferencia respecto al grueso de las series de animación con niños traviesos”.
“De hecho yo no calificaría a Elvis como un niño travieso -asegura-., porque Elvis no es travieso ni hace cosas con maldad. Lo que pasa es que las cosas le salen como le salen”.
Javier Galán tiene un niño de 9 años que: “Es el fan número uno de Elvis. Imagínate que empezamos el proyecto cuando él tenía cinco años y le llevaba el material a casa y le decía “vas a ser el primer niño en todo el mundo en ver esto. ¿Qué te parece?”, por lo que él fue el primer fan de los dibujos de Elvis y para mí fue un banco de pruebas maravilloso. Porque iba dirigido a niños como él. Sabía dibujar a Elvis antes de que emitieran el primer capítulo. También tengo una niña que me dice que le gusta, pero porque soy su padre, porque no salen unicornios ni hay purpurina”.
Preguntamos a Javier cómo empezaron a mover el proyecto: “Fue como un cuento de hadas. Fuimos a Annecy sin saber a dónde íbamos y nos encontramos un concurso de proyectos. Con lo cual, nos presentamos y nos dieron un premio. La respuesta fue muy positiva también en Cartoon Forum, donde tuvimos una competencia muy dura porque nuestra presentación coincidió con la de la serie Ernest & Célestine. Pero aun así, Disney y Cartoon Network se interesaron por nosotros. Estábamos en una nube”.
La serie destaca por la fidelidad al aspecto visual del cómic, algo que es muy difícil de conseguir, según Javier: “Es tremendamente complicado, porque no todo vale y nuestro presupuesto era limitado. Además, el cómic tiene un estilo muy fresco en el que las proporciones de los personajes varían constantemente, buscando la expresividad, algo que no podíamos hacer en animación. Nuestra principal preocupación era no perder esa frescura, lo que no ha sido fácil. Pero lo que perdimos en frescura lo ganamos en eficacia”.
“También tuvimos que ampliar el universo de los libros, que era limitado –añade-. Necesitábamos expandir ese universo, añadir más personajes. Y nos ha maravillado que algunos de esos personajes que hemos añadido en la serie sonde los que han tenido una respuesta más positiva”.
En cuanto al futuro de la serie, Javier nos comenta que: “Estamos intentando levantar una segunda temporada. Si no lo consiguiéramos, personalmente lo consideraría un fracaso. Estamos ahí y queremos perpetuar ese éxito. Ahora estamos buscando financiación y queremos dar continuidad al universo de Elvis y ampliarlo. Y sobre todo aplicar todo lo que hemos aprendido durante la primera temporada, para que la segunda sea mucho mejor”.
'Homeless Home'
Homeless Home, de Alberto Vázquez, es uno de los cortos más galardonados del año: consiguió el premio del Jurado en el Festival de Annecy (el más importante de animación); lo que le valió para calificarse para los Oscar (aunque finalmente fue preseleccionado). Además, en 2017, Vázquez logró el hito de conseguir los dos Goyas de animación: mejor película (Psiconautas, los niños olvidados) y mejor cortometraje (Decorado). A los que habría que sumar un tercero por el corto Birdboy (codirigido por Pedro Rivero, al igual que Psiconautas).
Es una coproducción de la compañía vasca Uniko y la francesa Autour de Minuit y está nominado a mejor cortometraje y mejor diseño de animación. Una nueva muestra de que Alberto es uno de los animadores más originales e interesantes de la actualidad, poseedor de un estilo propio y reconocible: “Creo que eso tiene mucho que ver con que yo no vengo de la animación. Hay escuelas de animación de las que la gente sale con unas enseñanzas, unos estilos muy formados… pero yo, al venir del mundo del cómic y la ilustración, siempre he intentado tener una voz propia. Yo provengo de Bellas Artes y creo que todo ese bagaje de ilustración y cómic me lo he traído a la animación sin complejos. E intento pasar todos los temas que me preocupan por mis filtros personales”.
Homeless Home cuenta un triángulo amoroso entre una bruja, un orco y un ogro, que sirve de excusa para abordar el tema de la vuelta a la tierra de origen de muchas personas debido a la crisis económica. Un corto muy universal pero, a la vez, muy gallego. “Sí -nos cuenta Alberto-, la idea viene un poco de mi familia y del pequeño pueblo de Lugo donde vivimos (Viveiro), y en el que he pasado muchísimos veranos, aunque ahora yo vivo en A Coruña”.
“Ese pueblo es un claro ejemplo de la “España vaciada”, de cómo esas localidades van perdiendo su industria y la gente joven se va de ellas. Pero ahora esos jóvenes están regresando porque no tienen trabajo o tienen que cuidar de sus padres. Y eso es el germen del cortometraje, aunque luego a mí me guste mezclar esta temática tan moderna y un mundo medieval decadente habitado pro brujas, orcos, demonios, magos, ogros… lo que yo leía de chaval: Poe, Lovecraft… Ese batiburrillo de cosas ha creado el cortometraje”.
Como decíamos el desarraigo también es otro de los temas: “Es el tema de ir y volver, una cosa universal –asegura Alberto-. Cuando eres joven quieres conocer el mundo y a medida que pasan los años te vas cansando de la ciudad y solo piensas en volver a tus raíces. Una de las frases del corto es: “Nadie puede escapar de sus raíces aunque estas estén podridas”.
A pesar de su personalísimo estilo, Alberto Vázquez logra que cada uno de sus cortos sea muy diferente de los anteriores: “A mí me encanta variar y no aburrirme. Pulverizar mis límites y enfrentarme a cosas nuevas o variar la perspectiva de acercarme a las cosas. Me cuesta mucho hacer dos cosas iguales”.
Sus historias también tienen una gran carga social: “Yo creo que el cine tiene que reflejar el mundo e intentar cambiarlo -nos cuenta-. Por eso mis referentes son actuales y reales, aunque los enmarque en mundos fantásticos. Para mí la fantasía es una metáfora para tratar la realidad y los problemas que tenemos. Y trabajar con ese contraste entre forma y contenido, entre la fantasía y la cruda realidad, puede ser muy interesante”.
Otra de las cosas que destacan del trabajo de Alberto es que sus cortos casi parecen manufacturados: “Cuando tenía 20 años yo no tenía ordenador y estoy acostumbrado a trabajar con papel, acuarelas, guaches… Pero en la animación actual es muchísimo más fácil trabajar en digital, tanto los fondos como los personajes. Pero la manera de trabajar ese papel en Photoshop, es exactamente igual que cuando pintaba a mano. Uso pinceles similares… por eso parecen tan manuales. Yo creo que los límites se pueden y se deben romper”.
Preguntamos a Alberto si alguna vez hará una comedia de animación. “La comedia tiene gracia si hay drama –asegura-. Si hay esa contraposición. Si las cosas son solo drama o comedia pueden pierde fuerza. Por eso me gusta jugar en los límites entre ambas. Aunque en Homeless home hay poca comedia, solo en algunos personajes como Sucia Bestia, al que yo le pongo la voz. Para ser más efectivos en la comedia hay que añadir un poco de drama”
Alberto Vázquez lleva ya unos años trabajando en un largometraje coproducido con Francia: Unicorn Wars. “Estamos en medio de la producción –nos avanza-. Acabaremos en el primer semestre del año y la idea es estrenar en el segundo. Estoy supercontento con cómo está quedando”.
“Es una fantasía bélica, un homenaje a Apocalipse Now, Platoon, La chaqueta metálica… pero mezclado con un mundo fantástico de osos, unicornios, un poco Bambi también… y todo aderezado con un puntito místico y bíblico. La mezcla de esas tres cosas: Bambi, Apocalipse Now y la Biblia es Unicorn Wars” –concluye Alberto Vázquez-.
'Umbrellas'
Dirigido por José Prats y Álvaro Robles, Umbrellas es una coproducción hispano-francesa que nos descubre que los niños no vienen de París ni los trae la cigüeña, sino que viajan en cestas enganchadas en paraguas a los que guía el viento. “La idea de esta historia nació de una ilustración que hice en 2012 para mi primer portafolio de ilustración –nos confiesa José Prats-. Intente hacer algo diferente que no oliera a Universidad, algo nuevo”.
“Y en una de esas ilustraciones se veía a un padre con una gran barba frondosa, bajo la que refugiaba una niña miedosa que se aferraba a sus piernas –añade el director-. Esa ilustración dio origen a este mundo, que originalmente iba a ser un libro ilustrado pero acabó siendo este corto. Además, coincidí en Madrid con Álvaro Robles, que es el codirector de Umbrellas, y ahí decidimos crear este cortometraje”.
“En el corto –nos confiesa José-, hay dos temas que nos tocan por igual a los cuatro creadores. Los primeros pasos los dimos yo y mi pareja, Alicia Cánovas, que también es guionista del corto, y más adelante se nos unieron Álvaro Robles y Jesús López. Los cuatro escribimos el guion”.
“Uno de esos temas –añade- es el de cómo la niña protagonista, que vive bajo el ala (o barba de su padre) intentará superar sus miedos. Y el otro, es la sobreprotección de los padres hacia los hijos y los problemas que eso puede conllevar. Ninguno de los cuatro guionistas somos padres, pero hemos sido hijos y lo hemos vivido”.
La pequeña protagonista es Quina. “Es una niña buena pero muy revoltosa y consentida, lo que no es culpa suya porque ha vivido seis años bajo la barba de su padre, lo que le ha privado de la relación con otros niños, conocer a otras personas. Porque su mundo es muy endogámico: ella su padre y su perrita. Por eso es una niña que no se ha enfrentado a ningún problema. Y en el corto veremos cómo pasa a ser autosuficiente y poder salir sola a la calle”.
En cuanto a la idea de las cestas guiadas por paraguas, José nos comenta que: “Es curioso porque ninguno de los cuatro guionistas dimos con esta idea. Al principio la madre se separaba del padre y ella se iba a un sitio donde no llovía, pero entonces vimos una ilustración de un compañero animador, Nacho Molina, de un paraguas arrastrando una cesta en un paisaje lluvioso. ¡Y ya lo teníamos!, ya sabíamos de dónde venían los niños y los animales recién nacidos a este mundo lluvioso: En cestas de mimbre llevadas por paraguas voladores”.
Financiar el corto no fue fácil, como nos comenta José: “No tuvimos mucha suerte, como otros tantos directores. Solicitamos ayuda a muchos sitios y no nos las dieron. Arrancamos muy bien con una subvención del IVAC, la Comunidad Valenciana, y una precompra de los derechos de emisión de À Punt, la televisión de valencia, con la que teníamos el 40% del presupuesto. Pero luego estuvimos dos años sin ninguna ayuda. Llegó un punto en que tuvimos que decidir si devolver esa ayuda o meter la quinta marcha y hacer el corto. Y decidimos seguir adelante”.
“Luego nos dieron dinero en Francia y conseguimos el 70% del presupuesto. Así que decidimos hacer una campaña de crowfunding. Pedimos 15 mil euros y conseguimos 19 mil”.
En cuanto al aspecto visual del corto, José nos comenta que: “Los fondos están hechos a acuarela tradicional, porque para representar este mundo en el que siempre está lloviendo, era fundamental usar una técnica que tuviera que ver mucho con el agua. Para que hubiese esa sensación de humedad. Y, por otro lado, como yo soy ilustrador, trabajo digitalmente el 99% de las ocasiones; y en este proyecto personal no quería volver al ordenador y disfrutar del proceso de la acuarela, una técnica muy especial para mí”.
Desde el verano de 2020 el cortometraje se ha proyectado en festivales de todo el mundo pero José se lamente de que: "Todavía no hemos podido verlo con público, ni conocer a otros cineastas. Por eso es tan importante para nosotros los Premios Quirino. Esperamos que a partir de ahora podamos seguir viajando con el corto por España y el resto de Europa. Parece que el futuro es esperanzador".
Además ya tienen nuevos proyectos: "Álvaro, el codirector, está estudiando guion y desarrollando dos proyectos de largometraje, que no son de animación. Y además tenemos un proyecto en común. Y a título personal desarrollo un par de cortometrajes. Uno de animación stop motion, con plastilina, que se llama Barro y va sobre un escultor que descubre que puede modelar su propia cara. Y como es una persona poco atractiva consigue volverse guapo. Habla un poco de la importancia de la belleza física en nuestra sociedad. Y el otro corto es de imagen real, un drama social/comedia nedgra que me gustaría rodar en Murcia y que estamos intentando financiar".